Portada » Deporte y Educación Física » Fundamentos del Entrenamiento Físico: Fuerza, Resistencia, Velocidad y Flexibilidad
Es la fuerza superior a la ordinaria que puede ejecutar un músculo o grupo muscular. Se caracteriza porque la masa llega al máximo y la aceleración al mínimo. Las cargas que se levantan son máximas, y los ejercicios requieren una técnica perfecta y, a menudo, asistencia.
Es la capacidad de un músculo o grupo muscular para acelerar una masa determinada hasta la máxima velocidad. Se caracteriza por una masa pequeña y una aceleración máxima. También se denomina potencia y es fundamental en actividades como lanzamientos y saltos.
Es la resistencia de un músculo o grupo muscular frente al cansancio durante una contracción repetida. Implica la duración de la fuerza a largo plazo, alcanzando niveles medios. Al trabajar este tipo de fuerza, se mantienen acciones durante el mayor tiempo posible, como en remo, lucha o natación.
Para entrenar los distintos tipos de fuerza, es crucial considerar: las cargas (el peso, entendido como el porcentaje máximo posible que podemos mover o levantar), la velocidad de ejecución de los ejercicios y la recuperación (pausas necesarias para obtener el máximo beneficio).
El sistema muscular se compone de fibras rápidas (blancas) y lentas (rojas). El grosor y la longitud de las fibras influyen directamente en la fuerza que se puede realizar: a mayor grosor, mayor fuerza. La hipertrofia muscular es el aumento del tamaño de las fibras musculares.
El sistema nervioso es fundamental para la coordinación de los diferentes músculos que efectúan los movimientos (agonistas, antagonistas y fijadores). Otros factores que influyen en el rendimiento muscular son la temperatura del músculo, el estado de forma o de entrenamiento, la motivación y el sexo.
Los sistemas de entrenamiento de la fuerza se basan en varios parámetros: las repeticiones, las series (generalmente, 10-15 repeticiones forman una serie), el número de ejercicios a realizar, las cargas a utilizar y el descanso o recuperación (que varía según el tipo de trabajo que se esté realizando).
Este método está dirigido a la mejora de la fuerza muscular y al aumento progresivo del músculo para vencer grandes resistencias. Desarrolla principalmente la fuerza lenta y se trabaja con cargas entre el 90-95% y, a veces, el 100% de la capacidad máxima. Es comúnmente utilizado por deportistas de halterofilia.
También conocido como entrenamiento de bodybuilding, este sistema desarrolla la fuerza dinámica, la velocidad, la resistencia y la capacidad de coordinación muscular. Se trabaja con cargas del 70-80% de la capacidad máxima y es ideal para atletas velocistas y saltadores.
Su finalidad es hacer resistente la musculatura. Se trabaja por medio de circuitos con cargas por debajo del 50% del máximo.
Su finalidad es el desarrollo de la fuerza estática. Se utiliza para la recuperación muscular y en ejercicios de corta duración, donde el esfuerzo máximo se realiza en un tiempo breve.
Consiste en saltos o multisaltos (ejercicios de autocarga) que implican repeticiones de un mismo salto o de un conjunto combinado desde una altura que oscila entre 0,75 y 1,10 metros. Su función es mejorar la fuerza contráctil. Entre series, se realizan trotes suaves o ejercicios de relajación.
Mejora la fuerza dinámica y la potencia. Se realiza un movimiento frente a una resistencia que permanece constante, logrando un mayor estímulo neuromuscular. Se trabaja de forma breve y rápida, utilizando máquinas especiales.
Permite conseguir una mejora localizada de la fuerza mediante la selección de músculos específicos, especialmente aquellos que están lesionados.
Es la cantidad de oxígeno que el cuerpo consume, relacionado con sus funciones metabólicas y determinado directamente por el reposo o la actividad física que el individuo realice.
Es la falta de oxígeno necesaria para el trabajo durante la realización de un esfuerzo.
Es el exceso de oxígeno que consume el organismo durante el periodo de recuperación.
Se caracteriza porque la frecuencia cardíaca sobrepasa las 160-180 pulsaciones por minuto, contrayendo una deuda de oxígeno que oscila entre el 50% y el 80%. La energía proviene, una vez gastados el ATP y el PCr, de la degradación de azúcares, glucosa y grasa. Ejemplos incluyen carreras de medio fondo (800m / 1500m) y deportes de equipo.
Son aquellos esfuerzos en los que la frecuencia cardíaca oscila entre las 140 y las 160 pulsaciones por minuto, existiendo un equilibrio entre el gasto y el aporte de oxígeno, por lo que su deuda es muy baja. Ejemplos son las carreras de fondo (5.000m, 10.000m, Maratón).
Es la capacidad que tiene el organismo para prolongar el mayor tiempo posible un esfuerzo de intensidad leve, como la carrera continua.
Es la cualidad que permite realizar un esfuerzo intenso, provocando un desequilibrio entre el aporte de oxígeno y las necesidades del organismo.
Se trabaja sin pausas y con la misma intensidad.
Es un sistema de trabajo que consiste en correr de forma continuada, de manera cómoda y relajada, con el fin de economizar el esfuerzo.
Se trabaja sin pausas y variando la intensidad.
Consiste en correr diferentes distancias a ritmos variados, aprovechando las características del relieve del terreno. Se utiliza para mejorar ambos tipos de resistencia: aeróbica y anaeróbica.
Es un sistema de trabajo situado en un entorno natural. Se realiza un recorrido largo con diferentes «paradas» señalizadas, donde se indican los ejercicios a realizar y el número de repeticiones. Permite mejorar la resistencia aeróbica, anaeróbica o ambas.
Es un sistema de trabajo que combina la carrera continua, el fartlek y diferentes ejercicios encadenados de manera continuada. Se trabaja y mejora principalmente la resistencia aeróbica.
Se fracciona el esfuerzo mediante pausas de recuperación incompletas. El deportista debe iniciar el siguiente esfuerzo sin estar completamente recuperado.
Se alternan esfuerzos entre el 75% y 90% de la capacidad máxima (160-180 pulsaciones por minuto) con pausas de recuperación incompletas. La siguiente serie se inicia cuando la frecuencia cardíaca desciende a 120-130 pulsaciones por minuto. Este método trabaja la resistencia anaeróbica.
Es un sistema de trabajo que consiste en realizar entre 6 y 12 ejercicios que alternan los distintos grupos musculares. La pausa de recuperación es el tiempo necesario para situarse en el siguiente ejercicio.
Se fracciona el esfuerzo en partes pequeñas de trabajo, pero su diferencia con otros sistemas fraccionados es que la pausa de recuperación permite al deportista descansar completamente.
Es un sistema de trabajo en el que se realizan series con una intensidad entre el 90-100% de la capacidad máxima. La recuperación es completa antes de empezar la siguiente serie.
Es la capacidad para responder lo más rápido posible a un estímulo, que puede ser auditivo, visual o táctil.
Es la capacidad para recorrer una distancia en el menor tiempo posible, como en los 100m lisos o los 50m libres.
Es la capacidad para realizar un gesto lo más rápido posible, también conocida como velocidad de contracción (ejemplo: un ciclista en un sprint).
La estructura de la fibra muscular es un factor innato y poco modificable con el entrenamiento, distinguiéndose entre fibras rojas de contracción lenta y fibras blancas de contracción rápida.
Se caracterizan por su mejora y desarrollo con el entrenamiento. Incluyen la amplitud de zancada y la frecuencia de movimiento.
El sistema más utilizado para la mejora de la velocidad es el sistema fraccionado, y en concreto el sistema de repeticiones. Este desarrolla los tres tipos de velocidad: desplazamiento, gestual y reacción.
La movilidad articular es todo el recorrido que puede efectuar una articulación. El tope es el límite de la movilidad articular, generado por la cápsula articular y los ligamentos que restringen el movimiento. La capacidad de relajación y estiramiento muscular también determina el movimiento de una articulación.
Son ejercicios sin un movimiento demasiado apreciable, en los que se mantiene una posición determinada. Es el más adecuado para iniciarse en el trabajo de la flexibilidad.
No se realiza ningún esfuerzo activo para conseguir el estiramiento. Se deja que actúe la acción de la gravedad o el peso del propio cuerpo. Por este motivo, se le denomina «pasivo».
A esta forma de trabajar la flexibilidad estática se le denomina «activa» porque en una fase del ejercicio la persona debe realizar un poco de fuerza para avanzar más hacia el límite de la flexibilidad (ejemplos: estiramiento simple y estiramiento drástico).
Este sistema estático, cuyas iniciales provienen de su denominación en inglés, implica un estiramiento estático-pasivo-forzado. Se genera una fuerza en sentido contrario a la que ejerce un compañero, se relaja por un par de segundos y se efectúa de nuevo el estiramiento estático-pasivo-forzado.
Son ejercicios en los que se realizan movimientos significativos de una o varias partes del cuerpo.
Consiste en llegar de forma progresiva hasta el límite articular y el estiramiento muscular. Una vez alcanzado el punto máximo, se realizan pequeños contramovimientos o rebotes.
Se realizan movimientos de una parte concreta del cuerpo mediante un impulso o balanceo.