Portada » Tecnología » Fundamentos de Materiales Compuestos: Matrices, Fibras y Comportamiento Mecánico
Una vez curadas, no se pueden volver a fundir. Su estructura molecular reticulada les confiere una alta rigidez y estabilidad térmica.
Materiales como PEEK, PPS, PA, PP, entre otros. A diferencia de las termoestables, se pueden fundir y reprocesar varias veces.
La matriz es un componente crucial que cumple varias funciones:
La Simulación Numérica Directa (DNS) consiste en modelar explícitamente la microestructura real del material compuesto —incluyendo cada fibra, la matriz y su geometría— y resolver su comportamiento mediante el Método de Elementos Finitos (FEM) sin realizar ninguna homogenización previa. Este enfoque permite obtener con gran precisión las propiedades efectivas del laminado, las curvas tensión-deformación, las tensiones a nivel local, los modos de fallo y los efectos del empaquetamiento o de la interfaz fibra-matriz.
La Teoría de Mezclas predice el comportamiento de un material compuesto combinando directamente la respuesta de la fibra y la matriz según su fracción volumétrica. Utiliza dos modelos simplificados:
Con estos modelos se puede estimar la rigidez y la relación tensión-deformación del compuesto de forma sencilla.
La matriz ABD es la matriz constitutiva global que relaciona las cargas aplicadas a un laminado (esfuerzos de membrana N y momentos flectores M) con la respuesta de su plano medio (deformaciones ε⁰ y curvaturas κ).
La submatriz de acoplamiento B es igual a cero (B = 0) si y solo si el laminado es simétrico respecto a su plano medio. Esto significa que para cada lámina por encima del plano medio, existe una lámina idéntica (mismo material, espesor y orientación) a la misma distancia por debajo.
Ejemplos de laminados simétricos: [0/90]s, [±θ]s, [0/45/−45/90]s.
El acoplamiento membrana-flexión aparece cuando la matriz B de un laminado es distinta de cero, lo cual ocurre en laminados no simétricos.
En estos casos:
Si el laminado es simétrico, entonces B = 0 y no existe dicho acoplamiento: las cargas de membrana solo producen deformaciones en el plano, y los momentos solo producen flexión.
Los criterios de fallo son herramientas que permiten predecir cuándo una lámina individual dentro de un laminado fallará en función de su estado de tensiones locales. Los principales son:
Estos criterios se utilizan para evaluar eventos de fallo como el FPF (First Ply Failure o fallo de la primera lámina) y el LPF (Last Ply Failure o fallo final del laminado).
La sinergia en materiales compuestos se refiere al fenómeno por el cual la combinación de fibra y matriz da como resultado un material con propiedades mecánicas superiores a la simple suma de las propiedades de sus componentes individuales. Es decir, el comportamiento del compuesto no es una media ponderada de la fibra y la matriz, sino un comportamiento mejorado gracias a la interacción y transferencia de carga entre ambos.
A continuación, se detalla el proceso para, dado un laminado de varias láminas, sus propiedades y una carga global (N, M), obtener las tensiones en cada lámina en sus caras superior, media e inferior.
Definir las propiedades de ingeniería de cada lámina (E₁, E₂, ν₁₂, G₁₂), el espesor de cada capa y la secuencia de apilamiento (orientación de las fibras).
A partir de las constantes de ingeniería (E₁, E₂, ν₁₂, G₁₂), se calcula ν₂₁ y se construye la matriz de flexibilidad [S]. Invirtiendo [S], se obtiene la matriz de rigidez [Q] en los ejes locales de la lámina (1-2).
Para cada capa del laminado, se transforma la matriz [Q] a los ejes globales (x-y) utilizando el ángulo de orientación (θ) de dicha capa. El resultado es la matriz de rigidez transformada [Q̄] para cada lámina.
Utilizando las matrices [Q̄] de cada lámina y sus posiciones (coordenadas z), se calculan las matrices de rigidez del laminado:
Estas tres submatrices se ensamblan para formar la matriz [ABD] global del laminado.
Con la matriz [ABD] y las cargas aplicadas (N, M), se resuelve el sistema de ecuaciones para obtener las deformaciones en el plano medio (ε⁰) y las curvaturas del laminado (κ).
Se calcula el vector de deformaciones en los ejes globales (εx, εy, γxy) para cualquier punto a través del espesor (en la cara superior, media e inferior de cada lámina) usando la ecuación:
Las deformaciones globales (εx, εy, γxy) se transforman de nuevo a los ejes locales de cada lámina (1-2) utilizando la matriz de transformación de deformaciones. Así se obtienen ε₁, ε₂, γ₁₂ en cada punto de interés.
Finalmente, se calculan las tensiones en los ejes locales (σ₁, σ₂, τ₁₂) multiplicando la matriz de rigidez [Q] de la lámina por el vector de deformaciones locales.
Este cálculo proporciona las tensiones σ₁, σ₂ y τ₁₂ en la cara superior, media e inferior de cada una de las láminas que componen el laminado.
