Portada » Magisterio » Fundamentos de la Teoría General de Sistemas: Características, Origen y Complejidad
La Teoría General de Sistemas (TGS) es una forma ordenada, sistemática y científica de aproximación y representación de la realidad, orientadora del trabajo multidisciplinario. Su perspectiva es holística e integradora. Lo importante son las relaciones y los conjuntos que a partir de ellas emergen. Ofrece una interrelación entre especialistas y especialidades, constituyendo un mecanismo de integración para la formación científica.
La TGS surge como una necesidad en respuesta al agotamiento e inaplicabilidad de los enfoques analítico-reduccionistas y sus principios mecánicos. Se basa en una totalidad orgánica, a diferencia del enfoque analítico que se centra en una imagen inorgánica.
Un sistema es siempre una totalidad, o un conjunto de elementos que guardan relaciones entre sí y cuyo comportamiento persigue un objetivo (ejemplo: la teleología). Para que un sistema abierto se mantenga, es necesario un flujo continuo de relaciones con el exterior.
Las cualidades clave incluyen la interdependencia de las partes y la existencia de corrientes de entrada y salida que generan una relación dinámica entre el sistema y el ambiente. El pensamiento sistémico permite estudiar la conexión que existe entre las diversas disciplinas para predecir el comportamiento de los sistemas.
El origen puede ser natural o artificial, dependiendo de si su estructuración es o no parte de otros sistemas.
Podemos hablar de una Filosofía de Sistemas, ya que todo sistema tiene aspectos metafísicos. La definición se aproxima al paradigma de Kuhn. La Ontología de Sistemas se refiere a la definición y al entendimiento de cómo están plasmados los sistemas (diferenciando el sistema real del sistema conceptual).
Entendemos la ciencia como un subconjunto del sistema conceptual, en sí mismo un sistema abstracto. Además, existen conjuntos de enfoques que difieren entre sí, donde encontramos el orden jerárquico y la diferenciación progresiva.
Los sistemas pueden ser clasificados como complejos de detalle o complejos dinámicos.
Los sistemas complejos permanecen aunque cambien las cosas. Cuantas más partes haya, mayor complejidad de detalle tendrá. Todo sistema es una red elástica: si se tira de una pieza, se mantendrá en la nueva posición solo si se mantiene la presión.
La estabilidad depende del tamaño, la cantidad y la diversidad de los subsistemas que abarque, así como del grado de conectividad que exista entre ellos. Los sistemas complejos se mantienen ante el cambio; no puede haber estabilidad sin resistencia.
