Portada » Economía » Fundamentos de la Empresa: Organización, Dirección y Teorías Clave
La organización y dirección se estudian como una ciencia, entendida como un conocimiento total, sistemático, verdadero y cierto de las cosas por sus principios y causas; una forma de conocimiento, una perspectiva para abordar la relación humana con el mundo, y una teorización sobre la realidad para explicar, predecir y transformar.
La Economía de la Empresa es el sistema conceptual que explica científicamente los fenómenos económico-empresariales, tanto internos como externos, buscando leyes de equilibrio según un comportamiento definido. Su objeto formal es la formulación de leyes de equilibrio microeconómicas que rigen la empresa, tanto parciales como globales, internas o externas.
La empresa es una institución fundamental en la economía de mercado. Desde una perspectiva económica, es el agente que organiza eficientemente los factores económicos para producir bienes y servicios para el mercado con el fin de alcanzar ciertos objetivos. Desde una perspectiva interna o administrativa, es un conjunto de elementos humanos, técnicos y financieros ordenados jerárquicamente y dirigidos por la función directiva o empresario.
Se define como una unidad económica de producción que crea, produce y aumenta la utilidad de los bienes mediante el empleo eficiente de recursos económicos para lograr objetivos.
Es importante distinguir entre la empresa económica, la sociedad mercantil (jurídica), la explotación (técnica) y la planta (espacial). Una empresa puede comprender una o varias sociedades, explotaciones o plantas.
Los elementos de la empresa se clasifican según su función:
La aplicación de la Teoría General de Sistemas al estudio de las empresas la concibe como un conjunto de elementos interrelacionados donde cada parte influye en el todo. La empresa es un sistema complejo formado por elementos diversos que deben organizarse, funcionando como un sistema técnico y un sistema social.
Se caracteriza por ser:
Desde esta perspectiva sistémica, los problemas empresariales incluyen:
La organización se ve como un sistema sociotécnico abierto compuesto por los siguientes subsistemas, interactuando con un suprasistema ambiental:
Las áreas funcionales se conciben como subsistemas dentro de la empresa:
La organización de la actividad económica ha evolucionado desde las economías primitivas, que carecían de mecanismos de coordinación para el intercambio entre agentes individuales, hasta las sociedades modernas, donde estos mecanismos son esenciales debido a la creciente complejidad y especialización.
La Teoría de los Costes de Transacción, desarrollada por autores como Coase y Williamson, surge como una crítica a la visión neoclásica. Esta teoría se centra en el análisis de las transacciones, definidas como la transferencia de bienes o servicios entre actores económicos, y en los costes asociados a estas transacciones.
La teoría plantea que la actividad económica se organiza de manera que se minimicen los costes del sistema. Cuando los costes de transacción en el mercado son elevados, la empresa surge como una alternativa para reducir estos costes. La empresa se concibe como una estructura de contratos que, a través de la autoridad, dirige y coordina la asignación de recursos de manera más eficiente que el mercado.
La Teoría de la Agencia analiza los problemas de control derivados de las relaciones contractuales en las que una persona (principal) delega en otra (agente) la realización de un servicio en su provecho. Ambas partes tienen objetivos diferentes y actitudes distintas frente al riesgo, lo que puede generar problemas de agencia.
Los costes de agencia son los costes asociados a la relación de agencia, incluyendo los costes de negociación, vigilancia, garantía y oportunismo. Estos costes son soportados principalmente por el principal, aunque algunos pueden recaer en el agente. La asimetría de información entre principal y agente puede llevar a comportamientos oportunistas. El problema de agencia se centra en diseñar el contrato óptimo para gobernar la relación entre ambos, determinando si es más eficiente un contrato basado en el comportamiento o en los resultados.
Dentro de las empresas privadas, se encuentra en primer lugar la empresa individual o empresario individual. Esta forma se caracteriza porque:
El beneficio obtenido por la empresa individual constituye a la vez la remuneración del capital aportado y la retribución por la labor de dirección y gestión llevada a cabo por el empresario.
Otra forma de empresa privada es la empresa privada en forma de sociedad. A diferencia de la empresa individual, la sociedad está formada por dos o más personas que aportan capital a un fondo social común. Para su constitución, la sociedad debe cumplir una serie de requisitos formales, que varían en función del tipo de forma societaria adoptada.
Las sociedades presentan una serie de ventajas frente a las empresas individuales, entre las que se encuentran:
Dentro de las sociedades de economía social, cabe destacar la cooperativa, que se define como una empresa de propiedad colectiva, perteneciente al conjunto de personas que se benefician de su actividad. La cooperativa está formada por un grupo de personas que se asocian con el fin de llevar a cabo una actividad económica que redunde en beneficio de todos ellos.
La empresa cooperativa se caracteriza por una serie de principios distintivos, entre los que se encuentran:
Por último, el documento se refiere a la empresa pública, que se define como una organización dedicada a la producción de bienes y servicios destinados al mercado y que se encuentra bajo el control de la Administración Pública, ya sea a través de la participación en su capital o de la capacidad para designar a sus órganos de dirección.
Las empresas públicas nacen con el objetivo de alcanzar determinados objetivos socio-económicos de interés general, como:
La propiedad y el control públicos tratan de garantizar que la empresa cumple efectivamente con este propósito de interés general.
Esta sección describe los componentes clave de una organización desde una perspectiva estructural:
La coordinación entre ellos se da, principalmente, a través del ajuste mutuo.
La decisión de localización de una empresa está influenciada por diversos factores:
En condiciones de incertidumbre, se conocen los estados de la naturaleza, pero se desconoce por completo su ley de probabilidad y no puede calcularse objetivamente. Para abordar esto, se pueden establecer probabilidades subjetivas a priori o utilizar criterios de decisión considerados «objetivos». Estos criterios buscan ofrecer una forma de seleccionar una alternativa a pesar de la falta de información probabilística.