Portada » Economía » Fundamentos de la Comunicación Estratégica y Relaciones Públicas: Conceptos Clave y Aplicaciones
Las Relaciones Públicas (RRPP) se definen por:
Las RRPP no son:
Mera difusión de información favorable a través de los medios de comunicación, sin que medie compensación económica alguna. Ejemplo: Marcas que responden a escándalos (como el caso de las zapatillas de Zara).
Difusión de mensajes a través de medios de comunicación y redes sociales para promover cuestiones de interés público, dirigidas a una audiencia pasiva o neutral. Ejemplos incluyen temas de salud, orden, seguridad vial o medio ambiente.
Ejemplo: Campaña de Londres con esculturas de colillas gigantes para mejorar la higiene urbana.
El arte de contar historias, transformado en un instrumento de persuasión. La personificación de historias reales añade valor a las marcas, presentando la realidad de una manera específica y contribuyendo a la creación de marca. La narración se utiliza para movilizar a los ciudadanos a través de la empatía.
Contactos y relaciones que una organización establece con los medios de comunicación, cuyo espectro es cada vez más amplio. El objetivo es difundir mensajes noticiosos, trabajando con los periodistas para asentar una relación profesional sólida. Las herramientas más habituales son las notas de prensa y las ruedas de prensa (reuniones con portavoces para responder preguntas).
Aspecto menos visible externamente, enfocado en la comunicación dentro de la organización.
Grupos que buscan influir en el legislador.
Los eventos atraen la atención de los medios, generando publicity y «ruido» mediático sin coste directo.
Estrategias de comunicación empleadas por ONG y otras organizaciones para promover sus causas, a menudo generando publicity.
Los medios de comunicación, junto con las redes sociales, son los principales configuradores de la opinión pública. Históricamente, se les consideraba los únicos portavoces legítimos de las instituciones, y se asumía que las empresas comunicaban con intereses puramente comerciales (publicidad). Los medios eran vistos como instrumentos de poder y dominio. Sin embargo, en un mundo democrático, el derecho a la expresión y a la información es fundamental. La información no debe ser patrimonio exclusivo de periodistas y medios; las instituciones también están legitimadas para ejercer la comunicación.
Comunicar se ha convertido en una estrategia de:
La omnipresencia del discurso como modo de «legislación social» y la necesidad de estar presente en la sociedad han impulsado el surgimiento de las consultoras de comunicación. La democracia, junto con el contexto político y los mercados de la información, ha facilitado esta evolución comunicativa.
El silencio no es rentable. Las instituciones no deben mantener un perfil bajo ni dejar de comunicar, ya que a través de la comunicación difunden su identidad y demuestran su valor para el conjunto de la sociedad.
La brecha de legitimidad se define como la «diferencia percibida entre la actualidad real de una institución y la que esperaba la sociedad». Por ello, la comunicación estratégica es crucial para mantener y fortalecer las relaciones sociales entre las organizaciones y sus públicos, evitando así esta brecha.
Un plan de comunicación es la formulación e implementación de una estrategia comunicativa para una institución, desarrollada en cuatro fases específicas.
Se denomina estrategia porque posee objetivos y fines definidos, y debe estar en consonancia con la misión y los valores de la institución.
Sin una investigación exhaustiva del entorno y del problema, los profesionales solo tendrían una visión parcial. Esta fase implica la recopilación de toda la información relevante para analizar (describir y comprender) y establecer hipótesis sobre los públicos y las posibles consecuencias. La investigación puede tener dos finalidades:
En esta fase se definen los objetivos (deben ser lo más concretos y medibles posible) y se formula la estrategia, que incluye la identificación de públicos, mensajes clave y tácticas. La estrategia representa el plan general, mientras que las tácticas son las herramientas específicas para alcanzar dicho plan.
Consiste en implementar de manera ordenada las acciones planificadas, siguiendo las estrategias y objetivos establecidos. Es fundamental recordar que la comunicación y las acciones no son fines en sí mismos, sino medios para lograr un fin determinado.
Esta fase es un ejercicio de análisis crítico y constructivo para identificar los aciertos y errores. Su propósito es la mejora continua en futuros planes de comunicación.
Ejercicio: El video «Vender la Guerra» ilustra una estrategia de desinformación y manipulación, que, por su naturaleza, no se considera una práctica de relaciones públicas éticas.
El siglo XX es conocido como el «siglo de la propaganda», donde guerras y conflictos estuvieron fuertemente influenciados por las estrategias propagandísticas de los bandos. El caso de la Guerra del Golfo, narrado en «Vender la Guerra», es un ejemplo paradigmático. Tras la invasión de Kuwait por Irak, la intervención militar de EE. UU. (Operación «Tormenta del Desierto») fue la primera guerra con periodistas desplazados, retransmitida en «tiempo real». No fue una guerra exclusivamente estadounidense, sino una coalición de naciones para proteger intereses económicos y políticos, no una amenaza militar directa a EE. UU. Fue un conflicto desigual, de apenas seis semanas, que representó un desafío retórico para el presidente Bush padre, dada la impopularidad inicial de la guerra en EE. UU.
Se realizó una investigación formativa (focus groups, encuestas) que reveló una opinión pública desfavorable o indiferente hacia la guerra, con el precedente de la Guerra de Vietnam (alto gasto militar sin beneficios claros).
El objetivo principal era captar la atención del público y obtener su apoyo para una posible intervención militar. Inicialmente, se intentó con información sobre Kuwait, pero ante la falta de reacción, se optó por una estrategia emotiva. Las herramientas incluyeron eventos, material audiovisual y formación de portavoces (utilizando técnicas como la de la tercera parte y el astroturfing).
La fase informativa incluyó mensajes socioculturales (conferencias, eventos, mesas petitorias), contextualización para los medios y formación de portavoces e imagen para políticos. En el ámbito emocional, se implementó una campaña de desinformación y manipulación, inventando un hecho noticioso (el testimonio de la niña sobre las incubadoras, que resultó ser un storytelling inventado y preparado). Esto generó una amplia cobertura mediática, el interés de los medios y una acción política internacional como respuesta.
Las estrategias y tácticas fueron efectivas al lograr la reacción deseada en la opinión pública estadounidense. Se realizó una evaluación continua durante la campaña, lo que permitió un cambio de enfoque de lo informativo a lo emotivo. Sin embargo, el engaño devaluó la profesión de las RRPP (ya que fue ejecutado por una empresa del sector), demostrando que no se trataba de un plan de comunicación ético.
Aunque somos más conscientes de la propaganda, esta sigue siendo efectiva.
Activismo genuino llevado a cabo por un grupo numeroso de ciudadanos con escasos fondos, que representa las bases de la sociedad. Es un movimiento natural y espontáneo, con recursos limitados. Ejemplo: El movimiento 15M. No forma parte de una campaña publicitaria, sino que surge de la propia ciudadanía.
Cuando un movimiento similar al grassroots tiene un promotor oculto y recursos significativos, se denomina astroturfing. Ante la falta de apoyo público genuino para una causa, un colectivo (partido político, empresa, etc.) crea la ilusión de un apoyo popular espontáneo. Disfraza una acción de una entidad política o comercial como una reacción pública independiente. Su procedencia es incierta y dispone de recursos, lo cual no se revela hasta pasado un tiempo. Ejemplo: La iniciativa «Esto lo arreglamos entre todos.org», que presentaba historias personales de optimismo durante la crisis, y que posteriormente se descubrió que era una iniciativa del IBEX-35 (la banca).
Los departamentos de comunicación, también conocidos como gabinetes, trabajan para una única empresa y han experimentado un crecimiento significativo. Tradicionalmente centrados en las relaciones con los medios, su valor estratégico ha aumentado, equiparándose a otros departamentos directivos.
Un departamento de comunicación es una unidad integrada en una institución, encargada de gestionar su comunicación. No es un organismo independiente, sino que depende directamente de la institución y, por lo general, se ubica dentro de su estructura.
Un profesional en un departamento de comunicación debe:
Se prefiere el término «consultora de comunicación» para evitar confusiones con las agencias de publicidad, diferenciando así las agencias de RRPP (consultoras de comunicación) de las agencias de publicidad.
Una consultora de comunicación es una empresa que ofrece servicios de Relaciones Públicas o comunicación a diversos clientes, a menudo de distintos sectores. En los últimos años, y especialmente tras la crisis, estas consultoras han tendido a la especialización.
Las primeras consultoras surgieron en EE. UU. a principios del siglo XX, llegando a Europa algo más tarde. Las grandes multinacionales de RRPP se establecieron después de la Segunda Guerra Mundial, impulsadas por la creciente necesidad de sus servicios.
