Portada » Economía » Fundamentos de Finanzas Corporativas: Deuda, Liquidez y Gestión de Capital de Trabajo
Tienen por misión determinar qué nivel de riesgo corren los inversionistas al adquirir un instrumento determinado.
Un buen administrador financiero mantendrá los saldos óptimos de: Caja, Existencias y Cuentas por Cobrar, entre otras cuentas líquidas. Esto significa: sin excesos, que eleven el costo alternativo del capital inmovilizado, ni montos muy bajos que no permitan hacer frente a las necesidades de operación y cancelación de compromisos.
La administración de caja tiene por objeto disponer de los activos de mayor liquidez (dinero en particular) de la manera más consistente posible.
El hecho de haber mantenido recursos líquidos en exceso implica el no haberlos dispuesto en proyectos de rentabilidad superior. Por lo general, las inversiones de corto plazo involucran menos incertidumbre y, por lo tanto, pagan una rentabilidad inferior a instrumentos vinculados a plazos mayores. En extremo, el dinero (recurso líquido por excelencia), si no es utilizado, tiene el costo de oportunidad implícito de la pérdida de valor por inflación.
Ejemplo: Dinero “Bajo el Colchón”
El administrador financiero procura:
La incertidumbre propia de cada negocio en relación con las ventas que ocurrirán se transmite a la administración de inventarios y pasa a ser parte de las decisiones clave en la administración financiera, más aún cuando en el rubro de una industria el stock de inventario forma parte importante de los activos.