Portada » Formación y Orientación Laboral » Formación Profesional para el Empleo: Tipos, Destinatarios y Financiación en España
El subsistema de formación profesional para el empleo integra diversas iniciativas. Se distinguen tres clases de formación profesional o subsistemas principales:
Formación Profesional Reglada: Se imparte en el ámbito del sistema educativo y es competencia de la Administración Educativa (general o autonómica, según las transferencias). Aunque su finalidad es educativa, su meta principal es ofrecer cualificaciones profesionales que garanticen la empleabilidad de sus titulados. Capacita para el desempeño cualificado de distintas profesiones dentro del sistema educativo.
Formación Profesional Ocupacional: Dirigida específicamente a personas desempleadas. Como política de empleo, su objetivo prioritario es potenciar la inserción y reinserción profesional de la población demandante de empleo, mediante la cualificación, recualificación o actualización de sus competencias profesionales. Es competencia de la Administración Laboral a nivel general, mientras que la ejecución de los programas o planes anuales corresponde a la Administración General o Autonómica, en función de las transferencias efectuadas o que se efectúen.
Formación Profesional Continua: Orientada a trabajadores ocupados (o en activo). Se desarrolla en el marco de las relaciones laborales ya establecidas. Desde 1993, su estructura se basa en los Acuerdos Nacionales, fruto del diálogo social y la negociación colectiva, y su coordinación recae principalmente en las organizaciones empresariales y sindicales.
La formación de demanda comprende las acciones formativas impulsadas por las empresas y los permisos individuales de formación. Estos son financiados total o parcialmente con fondos públicos, y su propósito es responder a las necesidades específicas de formación planteadas por las empresas y sus trabajadores.
En la formación de demanda pueden participar los siguientes colectivos:
La formación de oferta incluye los planes de formación dirigidos prioritariamente a trabajadores ocupados y las acciones formativas orientadas prioritariamente a trabajadores desempleados. Su finalidad es ofrecerles una formación que les capacite para el desempeño cualificado de las profesiones y el acceso al empleo.
En la formación de oferta pueden participar trabajadores ocupados y desempleados en la proporción que las Administraciones competentes determinen, considerando las propuestas formuladas por el órgano de participación del Sistema Nacional de Empleo.
Existen colectivos con prioridad para participar en las acciones formativas:
El subsistema de formación profesional para el empleo se financia a través de diversas fuentes:
Se entiende por acción formativa aquella actividad dirigida a la adquisición y mejora de las competencias y cualificaciones profesionales. Puede estructurarse en varios módulos formativos, cada uno con objetivos, contenidos y duración propios.
La formación puede impartirse en las siguientes modalidades:
Cuando una acción o módulo formativo incluye, total o parcialmente, formación a distancia, esta debe realizarse con soportes didácticos que permitan un proceso de aprendizaje sistematizado para el participante, el cual será necesariamente complementado con asistencia tutorial.