Portada » Medicina y Salud » Farmacología Esencial: Vías de Administración, Manejo del Dolor y Terapéutica Musculoesquelética
Desventajas: Irritación gástrica. No apta para pacientes con vómitos o inconscientes. No útil para emergencias. Algunos fármacos se degradan en el pH gástrico e interaccionan con alimentos.
Ventajas: Es una vía natural, fácil y cómoda de usar. Menor coste. En casos de intoxicación, permite inducir el vómito o realizar un lavado de estómago. Permite la administración de agentes absorbentes para captar sustancias químicas. Es la vía más frecuente.
La vía rectal es más rápida que la oral y sufre efecto de primer paso.
Se administra dentro de la dermis. Se utiliza principalmente para fines diagnósticos, como pruebas y tests inmunológicos. Zonas de punción habituales: antebrazo o parte superior del tórax (derecho e izquierdo).
Parches: Estos fármacos, a menudo mezclados con una sustancia química que intensifica la penetración, atraviesan la piel y pasan a la sangre sin necesidad de inyección. Permite la administración lenta y continua. No deben cortarse nunca, ya que el fármaco podría liberarse de golpe, produciendo una sobredosificación o una infradosis.
La ionoforesis, que consiste en el paso de una corriente eléctrica sobre la piel para forzar la penetración del fármaco, y los ultrasonidos también pueden utilizarse. No aplicar sobre quemaduras, úlceras o dermatitis.
Se administra bajo la dermis. Su acción se percibe a partir de 30 minutos, siendo adecuada para fármacos de absorción lenta. No debe administrarse en caso de enfermedad cutánea, edema, adiposidad o escasa vascularización en la zona.
La medicación se administra en el músculo estriado. Se absorbe en 10-30 minutos. Solo deben administrarse medicamentos estériles. Es una vía que puede ser dolorosa. La inyección del medicamento debe realizarse muy lentamente. La cantidad de tejido adiposo puede influir en el efecto del fármaco, pudiendo producir una acción secundaria o alterada.
Tipos:
Consiste en puncionar directamente la cavidad cardíaca. No debe realizarse cuando el corazón aún late.
Consiste en puncionar a nivel lumbar (entre L4/L5). Es una técnica aséptica y es imprescindible una correcta posición del paciente. Se utiliza para anestesia raquídea, administración de antibióticos, corticoides, entre otros.
A nivel de la línea de Nardi. Se utiliza en casos de shock anafiláctico, cuando no es posible canalizar una vía venosa.
Se inyecta en la cavidad sinovial de una articulación. Puede ser muy dolorosa.
Se utiliza solo en situaciones de urgencia en niños, debido a la facilidad de administración bajo la meseta tibial y medial a la espina, y por la gran cantidad de capilares en la zona.
A nivel de la mucosa nasal, faríngea y alveolar. Produce un efecto instantáneo sin efecto de primer paso, aunque requiere cierta destreza.
El principio activo (PA) entra en la vía respiratoria por la boca hasta los bronquios y se absorbe a nivel alveolar. Aunque su acción es local, una parte pasa al torrente sanguíneo, produciendo efectos sistémicos no deseables.
El principio activo (PA) entra por la boca o la nariz en forma de gotas o spray. Su efecto se produce sobre la mucosa nasal y una parte muy pequeña puede pasar a la sangre.
Se utiliza para actuar sobre piel y mucosas. Cuando se usa en la mucosa ocular, una parte puede pasar a la sangre.
Las formas farmacéuticas utilizadas son lociones, pastas o parches. Una pequeña cantidad puede pasar a la sangre.
Para actuar a nivel local. Una pequeña cantidad puede pasar a la sangre.
Para actuar a nivel del oído externo o medio.
Tipos: Naturales (morfina y codeína).
Mecanismo de acción: Disminuyen la liberación de neurotransmisores del dolor (glutamato, sustancia P) desde la neurona presináptica, provocando hiperpolarización de la neurona postsináptica.
Tipos de receptores: Mu (μ), Kappa (κ) y Delta (δ).
Indicaciones: Para dolores de gran intensidad. Actúan sobre el SNC y pueden provocar tolerancia y dependencia.
Interacciones: Barbitúricos, antidepresivos, alcohol y benzodiazepinas aumentan sus efectos. Los antihipertensivos disminuyen sus efectos.
Reacciones Adversas (RA): Depresión respiratoria, síndrome de abstinencia, estreñimiento. No son efectivos en dolor neuropático.
Agonista de los receptores µ (opioides), suprimiendo la sensación dolorosa e inhibiendo la transmisión de nociceptores.
Vías de administración: Subcutánea, intravenosa, oral y transdérmica.
Opiáceo sintético más potente que la morfina. Indicaciones: Analgesia postoperatoria y supresión del síndrome de abstinencia en heroinómanos. Vía oral y larga semivida.
Muestra afinidad por los receptores opiáceos kappa, mu y delta.
No se utiliza como analgésico a menos que se combine con paracetamol. Vía oral. Es un fármaco antitusígeno que suprime el reflejo de la tos.
50-150 veces más potente que la morfina. Puede usarse para dolor neuropático. Vías de administración: Oral, intravenosa, epidural y transdérmica.
Reacciones Adversas (RA): Depresión respiratoria, bradicardia, hipoventilación, alucinaciones, cefalea, confusión, vómito, broncoespasmo, rigidez muscular, hipotensión.
Es el analgésico menos potente de los mencionados. No causa síndrome de abstinencia ni ejerce un efecto depresor respiratorio significativo. Vías de administración: Oral, parenteral y rectal.
Utilizada en sobredosis de opioides.
Utilizada en tratamientos de deshabituación a opiáceos y en pacientes alcohólicos.
Indicados para dolor moderado, periférico y musculoesquelético. Potencian el efecto de los anticoagulantes orales.
Mecanismo de acción:
Indicaciones: Antipirético, Analgésico, Antiinflamatorio y Antiagregante plaquetario.
El AINE con menos efectos adversos gastrointestinales es el paracetamol. El menos tóxico en general es el ibuprofeno.
Mecanismo de acción: Inhibición de la COX-1 y COX-2.
Indicaciones: Principalmente analgésico y antipirético; antiinflamatorio a dosis altas; antiagregante plaquetario a dosis bajas; uricosúrico.
Acción analgésica y antipirética similar al AAS. Escasa eficacia antiinflamatoria. Menos efectos adversos gastrointestinales que otros AINEs. Antitérmico. Hepatotoxicidad a dosis elevadas.
Analgésico y antipirético. Efectos Adversos (EA): Agranulocitosis (disminución de granulocitos), riesgo de infecciones.
(No se proporciona información adicional en el texto original, solo se mencionan).
Efectos Adversos (EA): Hemorragias gastrointestinales, úlceras y perforaciones, hipertensión y broncoespasmo (precaución en pacientes con asma).
Indicado para dolor leve a moderado.
Aumentan la posibilidad de trombosis cardiovascular.
Antiinflamatorios, antialérgicos e inmunosupresores. Inhiben la actividad de la fosfolipasa, impidiendo la formación de ácido araquidónico y, por tanto, disminuyendo la formación de prostaglandinas (PG) y leucotrienos (LT). Además, reducen la producción de linfocitos T al inhibir el sistema inmunitario.
Los anestésicos locales bloquean los canales de sodio, impidiendo su entrada en las células nerviosas y, por tanto, la propagación del potencial de acción.
Técnicas anestésicas: Anestesia superficial o tópica (lidocaína y benzocaína), por aplicación transdérmica (lidocaína), por infiltración, por bloqueo regional intravenoso, por bloqueo en el SNC y por bloqueo simpático (en síndrome de distrofia simpática).
Afecta al sistema somatosensorial.
Gabapentina y Pregabalina: Fármacos neuromoduladores que inhiben o disminuyen la excitabilidad neuronal. Son antiepilépticos y antidepresivos.
Mecanismo de acción: Potencian la acción del GABA.
Reacciones Adversas (RA): Somnolencia, mareo, cefalea, molestias gastrointestinales, edema. En ancianos: alteración de la marcha y alteración del comportamiento.
Es el más estudiado en dolor neuropático. Bloquea los canales de sodio y potasio.
Reacciones Adversas (RA): Hipotensión ortostática, aumento de la presión intraocular, alteraciones de la conducción cardíaca.
Tiene menores efectos adversos que la amitriptilina. Indicada para el tratamiento de la polineuropatía diabética dolorosa y la neuralgia postherpética.
Los opioides no se consideran tratamientos de primera línea para el dolor neuropático, aunque pueden utilizarse en personas seleccionadas y bajo estricta supervisión médica.
Se utilizan para reducir el tono muscular anormalmente elevado a causa de una enfermedad neurológica o de la placa terminal muscular. El objetivo de un relajante muscular es preservar y optimizar la funcionalidad y la movilidad, aliviar los espasmos musculares dolorosos, prevenir complicaciones como las contracturas y facilitar los cuidados de enfermería y la rehabilitación. Pueden producir depresión del SNC.