1. Los acrósticos son composiciones poéticas formadas por versos cuyas letras iniciales, medias o finales forman una palabra o frase. Pueden ser acrósticos esféricos o en laberinto.

2. El caligrama es una composición en la que el poeta distribuye las palabras para recrear verbal e icónicamente su contenido. Algunos creadores conocidos son el francés Guillaume Apollinaire o los españoles Guillermo de Torre, Vicente Huidobro y Octavio Paz.

3. Miguel Hernández mantuvo un contacto con los poetas de la Generación del 27 e incorporó los aprendizajes comunes: el gongorismo, el surrealismo y la rehumanización de sus versos.

• En sus primeras obras se observa la influencia gongorina y de las vanguardias. En “El rayo que no cesa”, la voz poética expresa una pasión amorosa y un deseo insatisfecho a través de imágenes surrealistas y símbolos, como el rayo o el toro.
• Su compromiso político con la República y durante la Guerra Civil le lleva a escribir poesía de compromiso con ritmos tradicionales. Las obras de esta época son “El hombre acecha” o “Viento del pueblo”. A pesar del sufrimiento, sus versos trasmiten la esperanza de un futuro mejor.
• Sus últimos libros, “Cancionero y romancero de ausencias” y “Poemas últimos” son una especie de diario íntimo, escrito desde la cárcel, en el que recuerda a sus seres queridos.

4. En la poesía de posguerra (años 40) se distinguen dos tendencias diferenciadas:

Poesía arraigada

(de corte neoclásico) en esta línea, la Generación del 36 cultiva una poesía sencilla, de estrofas clásicas y lenguaje transparente, que trata temas cotidianos (la familia, el hogar…). El grupo más relevante se organiza en torno a la revista Escorial (1940), órgano de propaganda del Movimiento. Los autores más destacados son Luis Rosales, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo y Luis Felipe Vivanco.

Otros poetas se agrupan en la revista Garcilaso para expresar una visión positiva de la vida, a través de temas heroicos y religiosos, o una visión idealizada y melancólica del amor, la vida y la naturaleza. El representante de esta poesía clasicista, alejada de innovaciones formales, es José García Nieto.

Poesía desarraigada

En España contrasta la miseria material y existencial con el mundo idealizado que recrea la poesía de la época, hasta que en 1944 se produce el acontecimiento poético más importante de la década: la publicación de “Hijos de la ira”, de Dámaso Alonso, y “Sombra del paraíso”, de Vicente Aleixandre.

• Hijos de la ira expresa la angustia del hombre ante un mundo deshumanizado, cruel, hacia el que siente un asco existencial. La obra es una protesta contra la situación y contra un Dios que tolera el sufrimiento humano. Sus largos versículos, que representan verdaderos gritos de desesperación, sirvieron de inspiración para los poetas más jóvenes.
• Sombra del paraíso se aleja del momento concreto que se vive y recrea el paraíso perdido para constatar que es imposible recuperarlo. Las imágenes cósmicas se consiguen con la influencia de la experiencia surrealista.

5. La poesía social. La poesía evolucionó en los años 50 hacia un arte útil, cuyo objetivo era denunciar situaciones de injusticia y transformar la sociedad. La poesía social se convirtió en un testimonio crítico de la realidad española, comprometida con los más desfavorecidos. En su deseo de llegar a todos los públicos, adoptó un tono lírico a menudo narrativo, y un estilo claro, exento de elementos imaginativos y con una extremada sencillez léxica. Los principales representantes son:

• Blas de Otero evoluciona de la poesía existencial de sus primeras obras como “Redoble de conciencia” a la poesía social de “Pido la paz y la palabra”. Tras la soledad inicial se refugia en la inmensa mayoría, a la que sirve de portavoz en demanda de la paz, la justicia y la libertad.
• Gabriel Celaya. Su amplísima producción lírica cuenta con algunos títulos fundamentales, como “Cantos íberos”, que incluye el que se considera verdadero manifiesto de la poesía social: “La poesía es un arma cargada de futuro”.
• José Hierro evoluciona de una poesía de carácter existencial de profunda desesperanza en “Tierra sin nosotros”, a la reconstrucción de “Alegría”, para finalmente adentrarse en su condición de hombre histórico que refleja esa realidad que vivió en la Quinta del 42.

6. Los poetas del Medio Siglo. Esta generación o promoción de los 60 está integrada por un grupo de poetas que empiezan a publicar a finales de los 50 y desarrollan la mayor parte de su producción durante los 60. Estos manifestaron su desacuerdo con el creciente prosaísmo que lo social había infundido al arte lírico. Se incluye a José Manuel Caballero Bonald, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente, Ángel González, Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma y Francisco Brines. Estos autores mantienen una actitud crítica sobre España y los asuntos políticos, pero muestran una mayor preocupación por el intimismo, muy centrado en aspectos biográficos: la conciencia del paso del tiempo contemplado con tristeza, la infancia y la adolescencia, el amor, el erotismo, la amistad o la creación poética.