Portada » Música » Explorando la Música del Mundo: Oriente, África y Europa
En el Lejano Oriente, la música tiene una dimensión filosófica y espiritual. Confucio, en el s. VI a.C., ya destacaba su importancia.
Hay cuatro grandes zonas:
La música cortesana en la antigua China era interpretada por orquestas en ceremonias religiosas y en banquetes.
David Enciso: La manifestación más brillante fue la ópera, donde se mezclaban el canto (interpretado sólo por hombres), el circo y el ballet.
Fueron los primeros en hacer una clasificación de instrumentos según el material de que están hechos. Destacan instrumentos como la flauta di, el sheng o el erhu.
En la cultura tradicional japonesa, la adquisición de una determinada técnica va unida a una búsqueda espiritual; así como en las artes marciales, el sumo, el ikebana, etc., también ocurre en la música.
En el período antiguo (s. II a s. XII) se asimiló la influencia china. Aparecieron el Gagaku o música cortesana y refinada y el Shomyo, canto budista. Instrumentos destacan la Biwa, el shakuhachi, el shamisen y sobre todo el koto, símbolo nacional, emparentado con el quin chino.
Según la sabiduría antigua, todo vibra y por tanto todo suena (desde un átomo hasta el universo). Para percibir esas vibraciones se usan técnicas como el yoga.
La sonoridad india es característica por su sistema complejo: En las melodías hay intervalos de cuartos de tono.
Las melodías se organizan en ragas, que son como escalas con indicaciones de los adornos, el carácter emocional, etc.
Los ritmos se organizan en talas, que son diseños rítmicos que oscilan entre 3 y 128 pulsaciones que hay que aprender de memoria usando sílabas.
Todo ello se aprende en la gharana, escuela con un gurú durante años. El sitar es el instrumento más representativo, junto a la tablá y el pungi.
En la cultura tradicional africana, la música va unida a la vida cotidiana. Los trabajos se acompañan con ritmos y cantos para hacerlos más llevaderos.
El continente se divide en:
Entendemos por música árabe la practicada por los árabes tanto en Oriente Próximo como en la zona del Magreb. Rasgos comunes son el idioma (árabe) y la religión (Islam).
La música religiosa tiene gran importancia. El Corán se recita con una forma de canto. Se realiza los viernes en las mezquitas. Los hombres encargados de leerlo se denominan declamadores.
El músico suele ser compositor e intérprete. La melodía, que es muy ornamentada, se organiza alrededor de modos llamados maqam.
Uno de los fenómenos de la música popular árabe es el raï. Se trata de un movimiento musical nacido en Argelia en los años 1980 mezclando rock y reggae.
Instrumentos frecuentes son: La darbuka, tambor con forma de copa y una sola membrana que se percute con las dos manos; tiene dos sonidos: dum (oscuro) y tac (claro).
El ud se caracteriza por un mástil corto sin trastes y forma de media pera (antecesor del laúd europeo). El daf es una pandereta.
La música subsahariana contiene complicación rítmica y virtuosismo en el manejo de los instrumentos, así como sutileza melódica en la voz.
Entre las características predomina:
Instrumentos frecuentes son: La Kora es una mezcla de arpa y laúd con 21 cuerdas. El Muheme tambor de una sola membrana y forma de reloj de arena, sólo lo utilizan las mujeres Wagogo. El Atumpan son dos tambores que se tocan juntos, uno grave y otro agudo, de una membrana y se golpean con baquetas curvas de madera, se conocen como tambores parlantes. Balafon es un idiófono compuesto de láminas de madera que tienen debajo calabazas que hacen de resonadores. Es el antecedente del xilófono. Mbira/Sanza/Ilimba es un piano de pulgar típico del centro de África para acompañar el canto.
A pesar de las grandes diferencias de lenguas, costumbres y músicas, hay algunos elementos unificadores derivados del pasado común:
Los instrumentos predominantes son de cuerda y viento (como las gaitas, arpas, tipos de violines, salterios y variedades de guitarras); siendo menos variados los de percusión.
Es una música sobre todo lúdica, que ha perdido su sentido ritual; y es menos participativa que en otras culturas, pues en muchas ocasiones el público se limita a ver y escuchar.
Su manifestación más popular es la canción: es una composición musical de corta duración, interpretada por voz y acompañada de instrumentos. En España la forma de canción más popular es la Copla y en Portugal, el Fado.