Portada » Francés » Evolución Humana y Cultura: Hominización, Naturaleza y Diversidad del Ser
La adquisición progresiva, a través de los diferentes ancestros del Homo sapiens (Homo habilis, Homo erectus), de los rasgos físicos que nos caracterizan se llama proceso de hominización, y esos rasgos son:
La selección natural favorece a las especies capaces de aprender, pues es un método más rápido y flexible para obtener éxito reproductor que la evolución genética. Permite a una población adaptarse u obtener ventajas de las nuevas oportunidades en una sola generación.
Las transformaciones en el ámbito de los modos de vida son el proceso de humanización. Afectan a:
El empleo de herramientas y la posición erguida evolucionaron al unísono. La selección natural favoreció a los individuos que aprendieron antes a fabricar las mejores herramientas, que tomaron las decisiones más inteligentes sobre cuándo usarlas. La retroalimentación positiva entre cerebros y herramientas nos lleva plausiblemente del Australopithecus afarensis al Homo habilis.
Los actuales conocimientos en antropología nos hacen pensar que desde la aparición del Homo sapiens no se ha producido evolución biológica dentro de nuestra especie. El éxito y amplitud de la adaptación humana al medio hacen que este no haya podido ejercer la presión que ejerció sobre nuestros antepasados.
Si comparamos la mente con un campo, esta también tiene que ser cultivada para que dé frutos; así se creó la metáfora «cultivar la mente». Y como la mente se cuida y cultiva mediante la educación (como proceso), «culto» y «cultivado» pasan a ser el resultado de la educación. Educar es enseñar, y no se enseña cualquier cosa.
La noción antropológica se refiere a los comportamientos que las personas tienen por la constitución biológica de los seres humanos (instintos) y aquellos otros que cada individuo adquiere únicamente mediante el aprendizaje (cultura). Se desglosa en:
La diferencia entre las culturas animales y las humanas es cualitativa, y se manifiesta en:
Mientras las culturas animales tienen un peso muy pequeño en su eficacia biológica y una presencia limitada en su existencia cotidiana, en el caso humano todo cuanto hacemos está culturalmente moldeado y el éxito adaptativo de nuestra especie es impensable sin el hecho de la cultura.
Por instintos entendemos una conducta:
Entonces, hemos de decir que los seres humanos carecemos de instintos, y que la necesidad de la cultura viene impuesta por las carencias propias de la naturaleza humana. La naturaleza humana necesita de la cultura.
Además de las características biológicas (bipedismo, pulgar oponible, capacidad craneal…), es extremadamente importante la inmadurez de los bebés humanos al nacer y la lentitud de su maduración, que posibilita un largo periodo de aprendizaje y asimilación amplia de pautas y contenidos culturales. Nuestra naturaleza nos capacita para la cultura. Por todo ello, podemos concluir que el ser humano es un ser cultural por naturaleza.
Tenemos una serie de aptitudes y capacidades, pero el modo como estas son actualizadas es extremadamente variable. Toda cultura es, por tanto, particular. Esto es así no porque haya diferentes culturas: aunque hubiera una sola cultura humana, esta seguiría siendo particular, una entre las muchas posibles formas de desarrollo cultural que permiten las capacidades naturales del hombre.