Portada » Español » Estrategias de Persuasión en la Publicidad de Coca-Cola: Un Enfoque Pragmático
Para captar nuestra atención, el cartel publicitario utiliza colores vivos. Destaca el rojo, que se puede identificar con el propio color de la marca.
También aparece un diseño original: las líneas de metro se asocian con los chorros de líquido saliendo de la botella, y se juega con el eslogan y la imagen, ya que aparecen líneas de metro y el verbo MOVER.
Destaca la forma en que se dirige el mensaje, en tono imperativo, pero no es realmente una orden, sino un consejo o una invitación a la acción.
No va dirigido a ningún grupo social concreto, sino a cualquier persona; por lo tanto, los destinatarios pueden ser de cualquier clase social.
El emisor es la empresa Coca-Cola. Con este cartel, lo que pretende es motivarnos, o «movernos», a la compra del producto de la marca, usando una imagen muy llamativa llena de color y una frase también sencilla.
Hay que distinguir entre receptor y destinatario. Los receptores son todas aquellas personas que ven el anuncio. Por el contrario, los destinatarios serían los compradores potenciales del producto. En este caso, como es un producto consumido por personas de cualquier rango de edad, sexo o condición social, podríamos decir que el destinatario potencial es cualquier persona.
El emisor está utilizando la segunda persona del imperativo para dirigirse al receptor e influir en su decisión de comprar el producto.
Como se ha dicho anteriormente, se usa el imperativo. Sin embargo, no tiene el valor de obligación, sino de consejo, ya que si haces lo que el anuncio te indica, te sentirás bien.
En el cartel no se hace referencia a ningún lugar en concreto; sin embargo, al observar el dibujo que acompaña al eslogan, podemos deducir que es una ciudad, ya que aparecen varios medios de transporte, lo que podría ser un plano de metro y personas caminando.
Viendo la imagen del cartel, podemos deducir que la idea que nos quiere transmitir es que si nos movemos en el «lado Coca-Cola de la vida», tendremos más alegría, fomentaremos una vida social más activa, recorreremos el mundo, conoceremos gente y disfrutaremos de la vida.
A través de las imágenes del cartel, podemos pensar que si bebemos Coca-Cola seremos más felices, nuestra vida será más chispeante y activa. Esto se consigue a través del color y la disposición de los elementos que forman la imagen.
Otra presuposición es la sociabilidad que desprenden las figuras humanas y los medios de transporte. Al verlas, interpretamos que nos moveremos, tendremos más amigos y seremos más sociables.
De manera literal, no tenemos ningún mensaje directo de la compañía para consumir el producto de forma explícita, pero este sí aparece de forma implícita, ya que nos está presentando una vida más alegre, más activa y más sociable; en definitiva, tendremos una vida mejor.
Dentro del anuncio, podemos distinguir los argumentos que este da para que compremos su producto:
Todo esto con un nexo común: la Coca-Cola, que nos «da todo eso, solo con comprarla y tomarla».
Para que exista una buena relación entre el emisor y el receptor, debe haber normas o pautas.
Lakoff propuso dos reglas pragmáticas para los intercambios: «sea claro» y «sea cortés». La regla de la cortesía consta también de subreglas: «no se imponga», «ofrezca opciones» y «refuerce los lazos de camaradería». En este caso, se cumple, ya que el eslogan es lo suficientemente corto pero a la vez intenso para captar la atención del comprador.