Portada » Economía » Estrategias de Gestión de Crisis y Comunicación Corporativa para la Protección de la Reputación
Por crisis entendemos un acontecimiento normalmente inesperado en el que la imagen y la reputación de la entidad, e incluso a veces su propia supervivencia, se ven comprometidos. Además, supone una ruptura de lo cotidiano provocada por un suceso evitable o no, pero que en cualquier caso requiere de medidas urgentes y efectivas. Estas medidas irán enfocadas a mitigar daños mayores.
En principio, las crisis llevan aparejado un componente de carácter negativo. Sin embargo, dependiendo de la pericia con que se gestione desde el punto de vista comunicativo, permitirá a la entidad no solo superarla, sino salir reforzada, por lo que también son una oportunidad.
Junto a estas tres características, hay que tener en cuenta que cuando una crisis estalla, aumenta el interés social por los acontecimientos ocurridos, a la vez que desciende la calidad de la información proporcionada por la entidad que la sufre.
Las actitudes básicas para frenar la crisis y salir de ella reforzados son:
Se desaconseja la descoordinación entre las partes, ya que las crisis suelen afectar a varias áreas de la entidad, caer en contradicciones y, sobre todo, la mentira, ya sea faltando a la verdad u ocultando información.
Es importante también tomar las medidas de una manera voluntaria y mantener la coherencia con los valores escritos. Ejemplo: Mattel anuncia una tercera retirada de 850.000 juguetes.
No todas las crisis son iguales, por lo que no hay patrones estándar. Es fundamental identificar el origen para aplicar la estrategia correcta:
Una vez se tiene clara la existencia de la crisis, se ponen en marcha las estrategias. Será tarea del Dircom ponerse en contacto con el máximo representante de la entidad para definir la estrategia a seguir y asegurar la coherencia comunicativa.
Para tratar de aminorar el efecto sorpresivo de las crisis, es fundamental que la entidad redacte previamente un plan de gestión de crisis, ya que la mayoría de ellas surgen de una situación de peligro gestionada de manera inconveniente. A través del plan de comunicación de crisis se determinan las actuaciones a llevar a cabo en caso de encontrarse con esas situaciones de peligro. Tiene tres fases bien identificadas:
Es necesario determinar qué funciones va a cumplir este comité. Este órgano centraliza desde el comienzo de la crisis toda la información, además de ser el encargado de tomar todas las decisiones para actuar con la máxima rapidez.
Tendrá un número de componentes limitado pero representativo, estando compuesto por: