Portada » Economía » Estrategias de Creatividad y Factores Clave en Marketing
Su principal aplicación es la exploración de un problema y la generación de ideas. Consiste en dibujar o escribir el problema o asunto más importante. Se desarrolla en el centro de la hoja y, a partir de él, se ramifican diferentes aspectos, como si se tratara de neuronas.
Permite revisar múltiples aspectos y ofrece una respuesta directa respecto a la mejora en la calidad de un producto. Se realiza una flecha horizontal gruesa que se dirige a la característica. Mediante flechas secundarias que se dirigen a la principal, se anotan factores que pueden causar variaciones de calidad. Se incorporan a esas ramas secundarias otras con factores más detallados.
Es una técnica empleada para la creación de nuevos productos o para la mejora de servicios o productos ya existentes. Consiste en elaborar una lista de atributos, analizando cada uno de ellos. (SCAMPER).
Esta técnica se emplea para generar una gran cantidad de ideas de forma grupal ante un reto que se plantea la empresa, como el lanzamiento de un nuevo producto. En esta técnica, toda crítica está prohibida, cualquier idea es bienvenida y se deben aportar todas las ideas posibles.
Se reúnen 6 personas para escribir 3 ideas en un papel durante 5 minutos. Transcurrido el tiempo, se pasa el papel al compañero de la derecha. Se revisan y sirven de inspiración a los compañeros. Una vez transcurrido el tiempo, se vuelven a pasar los papeles. Las hojas se pasarán por todos los compañeros hasta conseguir la mayor cantidad de ideas posibles.
Observa el mercado, intuye si hay optimismo o no, y actúa. Actúa según su criterio y convicción en cada momento, sin encomendarse a nadie.
Necesita el 100% de la información para poder tomar una decisión. Su principal rasgo es ser muy disciplinado y cuadriculado.
Concibe el negocio como un proyecto, donde siempre existe un factor de incertidumbre. Actúa en función del mercado.
A mayor educación y formación continuada, mayor gasto en cultura y ocio.
Si la utilidad del sector disminuye, también disminuirá nuestro valor.
Si hay pocos, tendrán mucha influencia y el poder de negociación será limitado. Si hay muchos, se podrán obtener mejores precios.
Por ejemplo, cuando llueve en una obra, la producción disminuye.
Ataca a nuestros clientes, aporta nuevas tecnologías, expone nuestras debilidades y compara nuestro producto.
Se debe generar demanda, controlar los costes, gestionar la deuda, rentabilizar inversiones a corto plazo y estructurarse para afrontar situaciones desfavorables en el mercado.
No solo se debe crecer, sino que también se debe mantener el crecimiento potenciando la R3 (Rotación, Rentabilidad y Facturación). Este es un desafío del marketing: cuando se intenta potenciar productos intermedios mediante promociones, aquellos que son difíciles de vender pueden quedar stockados y acabar eliminándose por falta de uso. Una de las soluciones es venderlos junto con la compra de otros productos o mediante la compra de los mismos.
Primero, se debe distinguir entre valor, precio de venta y costes. Si el mercado valora nuestro producto por debajo de su precio de venta, el negocio no tendrá futuro. El valor lo aprecia el cliente; el coste es un problema interno. Se venderá al segmento que valore más el producto.
Si se necesita rentabilidad, se recogerán los frutos del esfuerzo para seguir creciendo. Si se necesita expansión, se invertirá racionalmente.
Se deberá analizar al posible cliente y, a continuación, determinar si se encuentra en un ED (Estado de Decisión). Se suele estar en un ED cuando alguien acude a una feria, a un evento… Este ED transitará a DC (Decisión de Compra), lo que conducirá a AC (Acción de Compra).
Se realizará una inversión del 60% en publicidad, 25% en promoción y 15% en publicity (siendo este último el medio más efectivo, ya que no se paga una tarifa cuantificada, lo que otorga credibilidad al producto).
Para cubrir alguna necesidad, para generar un estado de ánimo positivo, como medio de integración o para ocupar una buena posición.