Portada » Economía » Estrategia de Marketing y Posicionamiento de ASICS: Transformación de Marca en el Mercado del Running
Síntesis: ASICS enfrentaba un entorno estable pero competitivo, marcado por cambios sociales hacia el bienestar, rápida evolución tecnológica y presión por sostenibilidad. Estas condiciones impulsaron su transformación hacia un modelo más digital, inclusivo y emocional.
Síntesis: ASICS tiene una base sólida en innovación y prestigio, pero debe fortalecer su conexión emocional, aprovechar la digitalización y mantener coherencia entre sus marcas para crecer de forma sostenible.
Síntesis: ASICS atiende tres públicos: el técnico profesional, el recreativo emocional y el urbano-lifestyle. Su reto estratégico es conservar la fidelidad del primero, atraer al segundo con experiencias digitales y al tercero con identidad cultural coherente.
ASICS construyó históricamente su valor percibido sobre el rendimiento técnico. Desde la creación de su tecnología GEL y modelos como el Kayano 22, la marca centró su identidad en la ingeniería, amortiguación y estabilidad del calzado. Este enfoque generó una percepción de alta calidad funcional, pero un valor percibido limitado fuera del público profesional, ya que los consumidores recreativos no encontraban una conexión emocional clara con la marca. Mientras Nike vendía la idea de superación personal (“Just Do It”) y Adidas apelaba a la identidad y la cultura urbana (“Impossible is Nothing”), ASICS comunicaba conceptos más técnicos como “rendimiento” y “control”.
Su propuesta de valor estaba dirigida principalmente a corredores profesionales y de alto rendimiento, prometiendo precisión, estabilidad y desempeño superior. Sin embargo, esta orientación reducía su atractivo para consumidores casuales. A partir de 2015, la compañía redefinió su propuesta de valor para conectar con los nuevos comportamientos del mercado del running, incorporando el bienestar y la salud mental. Campañas como “Sound Mind, Sound Body” representaron este cambio: la marca pasó de vender solo zapatillas a ofrecer una experiencia de equilibrio y bienestar, integrando la disciplina japonesa con una visión más humana y emocional del deporte.
Su valor de marca se sustentaba en su reputación técnica y herencia japonesa, reconocida por la precisión, calidad y disciplina. Pero el caso demuestra que tener una marca fuerte en rendimiento no garantiza una conexión emocional con el público masivo. ASICS era percibida como una marca confiable pero seria y distante, admirada por atletas profesionales pero poco conocida o amada por consumidores recreativos. Su reto fue mantener su credibilidad técnica mientras construía una marca más cercana y emocional, que hablara de bienestar y motivación además de rendimiento.
Según este modelo, el valor de una marca se compone de cuatro pilares: diferenciación, relevancia, estima y familiaridad. ASICS tenía alta diferenciación, por su innovación (tecnología GEL, ingeniería japonesa, reputación en maratones). Pero mostraba baja relevancia y estima entre el público general, porque comunicaba solo rendimiento técnico y no emoción o estilo de vida. En el modelo BAV, esto ubica a ASICS como una marca de nicho técnico: fuerte en desempeño, pero con escasa conexión emocional y poca familiaridad. Por eso, la empresa buscó aumentar la relevancia y la familiaridad mediante campañas como “Want It More” y “Sound Mind, Sound Body”, que incorporaron mensajes sobre motivación, bienestar y superación personal. En términos del BAV, esto implicó avanzar de una marca centrada en la funcionalidad hacia una marca emocionalmente significativa, equilibrando diferenciación, estima y familiaridad.
El posicionamiento de ASICS se basó históricamente en la calidad técnica, el rendimiento y la credibilidad entre atletas serios. La empresa se había “centrado en transmitir el logro de resultados excepcionales y el deseo de ganar”, permitiendo que cada país adaptara el mensaje. Esto generó una identidad fuerte entre los corredores profesionales, pero fragmentada internacionalmente, ya que no existía una estrategia de posicionamiento global coherente. Durante años, ASICS fue percibida como una marca seria, confiable y japonesa, reconocida por su tecnología GEL, su ingeniería de precisión y su enfoque científico del deporte. Pero carecía de carga emocional y aspiracional, lo que la hacía menos atractiva para los consumidores recreativos. La respuesta fue una campaña global de reposicionamiento, “Want It More”, que buscaba conectar con la motivación, el esfuerzo y la mejora constante, moviendo a la marca desde un posicionamiento centrado en el producto hacia uno centrado en la experiencia del corredor.
A esto se sumó la revitalización del mensaje “Sound Mind, Sound Body”, que integró el bienestar físico y mental dentro del significado de la marca.
El comportamiento cambió radicalmente, ya que el running dejó de ser un deporte competitivo para transformarse en una experiencia de bienestar y estilo de vida. El consumidor ya no buscaba solo rendimiento, sino motivación, comunidad y conexión emocional con la marca. Esta tendencia impulsó a ASICS a diversificar su oferta:
ASICS gestionaba tres submarcas principales dentro de su arquitectura buscando diversificar sin perder identidad:
Pero esta diversificación también generó desafíos. El equipo de marketing global detectó el riesgo de canibalización y confusión de marca: los consumidores no siempre entendían las diferencias entre ASICS y ASICS Tiger. Por eso, la empresa trabajó en fortalecer la identidad de cada línea, utilizando mensajes y canales distintos, pero bajo una misma narrativa global.
