Portada » Historia » El Proceso de Independencia de las Trece Colonias Americanas: Orígenes y Conflictos Clave
Las colonias se caracterizaban por ser laboriosas, con diferencias regionales:
La sociedad colonial estaba dividida:
Se practicaba la discriminación racial y no hubo una mezcla significativa con los pueblos indígenas (pieles rojas).
Durante la segunda mitad del siglo XVIII, las colonias americanas experimentaban una fase de prosperidad económica y madurez política.
Fue en esa época, entre 1756 y 1763, cuando Inglaterra y Francia se enfrentaron en la Guerra de los Siete Años, uno de cuyos escenarios fue América del Norte. La contribución militar de los colonos ingleses fue decisiva para la victoria británica, obligando a Francia a abandonar casi todas sus posesiones en Norteamérica. Sin embargo, esta guerra ocasionó elevados gastos para Gran Bretaña, y para compensarlos, el gobierno inglés tomó decisiones de carácter centralista, creando los siguientes impuestos y otras medidas restrictivas:
Estas medidas originaron las protestas de las asambleas americanas, reaccionando los criollos norteamericanos con violencia y eficacia. Esta reacción fue más vehemente que la de los criollos españoles, quizás porque en Norteamérica no había una población indígena numerosa que pudiera ser «empujada» a la confrontación, como ocurrió en Hispanoamérica (por ejemplo, en Perú), donde los criollos a menudo mantuvieron su lealtad a la Corona, incluso frente a impuestos impopulares, utilizando a la población indígena como un amortiguador.
Para los criollos ingleses, estos impuestos eran ilegales porque habían sido establecidos sin su aprobación y por un gobierno en cuyo parlamento las colonias no estaban representadas directamente.
La agitación se extendió y los colonos lograron la anulación del impuesto al timbre en 1766. Un año después, el gobierno inglés decretó nuevos impuestos a artículos de consumo cotidiano como el té y el papel.
En 1770, en un enfrentamiento callejero, el ejército británico mató a cinco habitantes de Boston, lo que motivó la creación de los «comités de correspondencia», organizados por los colonos para difundir escritos y panfletos contra el dominio británico.
Aunque los británicos retiraron todos los impuestos —excepto el del té—, esto no bastó para aplacar los ánimos.
En diciembre de 1773, 150 colonos, disfrazados de indígenas, asaltaron un barco inglés de la Compañía de las Indias Orientales y arrojaron al mar 342 sacos de té. Con este evento, conocido como el Motín del Té, se dio inicio a las hostilidades.
El gobierno británico respondió con dureza: cerró el puerto de Boston, ocupó la ciudad con tropas, reemplazó a funcionarios americanos por británicos y restringió el derecho de reunión, lo que motivó la reacción unificada de las trece colonias.
En 1774, representantes de las trece colonias se reunieron en Filadelfia, bajo la dirección de George Washington y Samuel Adams. Acordaron rechazar las medidas decretadas por Gran Bretaña y solicitar al Rey Británico Jorge III que las derogara.
El 19 de abril de 1775, las tropas inglesas chocaron en Lexington con los milicianos americanos, resultando en la muerte de ocho colonos norteamericanos. Este fue el primer derramamiento de sangre del conflicto.
El 10 de mayo de 1775 se reunió el Segundo Congreso Continental, que decretó la movilización militar y nombró comandante a George Washington, declarando así la guerra a Inglaterra.