Portada » Historia » El Fin de los Imperios: Causas y Consecuencias de la Descolonización
El proceso de descolonización fue impulsado por una combinación de factores internos y externos que debilitaron el control de las metrópolis sobre sus colonias.
El fin de los imperios coloniales puede dividirse en varias etapas cronológicas:
La independencia de la India en 1947 fue el hito más importante de la descolonización en Asia. La lucha anticolonialista fue dirigida principalmente por dos partidos:
Gandhi promovió una exitosa campaña de desobediencia civil, basada en la no violencia y la no colaboración con las autoridades británicas. Su éxito llevó a que en 1935 se concediera una gran autonomía al territorio, lo que conllevó la creación de un gobierno y parlamentos locales. Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial retrasó el proceso final de independencia.
Terminado el conflicto, los británicos concedieron la independencia, pero la imposibilidad de llegar a un entendimiento entre hindúes y musulmanes desembocó en el plan de partición de la colonia en dos estados:
Posteriormente, el territorio de Pakistán Oriental se independizó de Pakistán tras una guerra civil en 1971 y adoptó el nombre de Bangladés. Desde la partición, India y Pakistán se han enfrentado en varias guerras por el control de Cachemira, un territorio fronterizo en disputa. Otros territorios británicos en la región, como Ceilán (actual Sri Lanka) y Birmania (actual Myanmar), también alcanzaron su independencia en este período.
El conflicto tiene sus raíces en el movimiento sionista de finales del siglo XIX, que planteó el objetivo de crear un “hogar nacional” para el pueblo judío en Palestina. Antes de la Primera Guerra Mundial, los británicos se comprometieron con los judíos a apoyar la creación de dicho estado (Declaración Balfour, 1917). Durante los años del Mandato Británico sobre Palestina, se permitió y fomentó la inmigración judía a la zona. La persecución nazi durante la Segunda Guerra Mundial provocó una huida masiva de judíos de Europa, muchos de los cuales no quisieron regresar a sus países de origen tras la guerra. Este aumento de la población judía en Palestina generó un grave conflicto con la población árabe local. Finalmente, la ONU aprobó en 1947 un plan de partición de Palestina en dos estados independientes: uno árabe y otro judío.
En 1948, el Reino Unido puso fin a su mandato y se proclamó la creación del Estado de Israel. Inmediatamente, los países árabes vecinos, opuestos al plan de partición, invadieron el nuevo estado, dando inicio a una serie de conflictos armados:
Un hito importante fueron los Acuerdos de Camp David de 1978, firmados entre Israel y Egipto. En ellos, Egipto reconocía oficialmente al Estado de Israel a cambio de la devolución de la península del Sinaí. Gran parte del mundo árabe consideró esto una traición, y el presidente egipcio, Anwar el-Sadat, fue asesinado en 1981.
La lucha del pueblo palestino se canalizó a través de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), liderada durante décadas por Yasser Arafat. Su propósito era la creación de un estado palestino, utilizando tanto la lucha armada como la diplomacia. Un elemento clave de la resistencia palestina fue la Intifada (levantamiento popular).
Sucesos destacados en las últimas décadas incluyen:
