Portada » Arte » El Esplendor del Arte Gótico: Arquitectura, Escultura y Pintura de la Edad Media
El Gótico surge a mediados del siglo XII y se extiende hasta comienzos del siglo XVI, alcanzando su mayor esplendor entre los siglos XIV y XV. Originario de Francia, tuvo también una gran repercusión en España. Esta época se caracteriza por una nueva sociedad urbana y burguesa. Se transita de la Iglesia de la Peregrinación a la construcción de grandes catedrales, que se distinguen por su imponente altura, su luminosidad y la riqueza de sus vidrieras. Su estilo más relevante es el gótico flamígero del siglo XV, en el cual predomina la decoración.
Las plantas seguirán siendo basilicales, destacando la cruz latina. Las cabeceras presentarán girolas muy pronunciadas. Serán fundamentales la verticalidad y la luminosidad, elementos que configuran el espacio con un sentido simbólico, entendiéndose la luz como representación de lo divino. Esto será posible gracias al uso del arco ojival (o apuntado), que permitirá encauzar las fuerzas de la bóveda de manera mucho más vertical, dirigiéndolas hacia los gruesos pilares y permitiendo así elevar la altura del edificio.
Además, este recurso, junto con la aparición, al exterior, del arbotante (arco rampante que canaliza las fuerzas de la bóveda central hacia las naves laterales y los contrafuertes exteriores), será clave. Al exterior, la sección curva de los arbotantes permitirá incorporar canales para evacuar el agua de lluvia, que será vertida por medio de gárgolas.
A ello se sumarán remates triangulares para acrecentar la sensación de altura y verticalidad del edificio:
En la fachada, aparecerán elementos distintivos como:
Notre Dame de Reims
En las artes figurativas seguirá predominando el idealismo, pero con un nuevo sentido que busca una mayor humanización y conexión entre lo sagrado representado y los fieles. Ello supondrá un mayor detallismo, expresiones individualizadas, entre otras características.
Entre las temáticas más destacadas, encontramos:
Formalmente, se desarrollará tanto la escultura monumental (subordinada a la arquitectura, aunque con mayor protagonismo de la escultura sobre los elementos arquitectónicos) como la escultura exenta. Además, se emplearán también retablos y sepulcros.
Los materiales principales serán la piedra para la escultura monumental y los sepulcros, y la madera policromada para la escultura exenta y los retablos.
El Trecento italiano se refiere al siglo XIV. En este momento, la previa influencia griega y bizantina se va combinando y mermando a favor de una mayor preocupación por:
Dentro de esta centuria, debemos diferenciar entre dos escuelas principales:
Su máximo representante es Simone Martini. Se percibe la influencia de los textos de Petrarca en la forma de representar los temas.
La figura principal es Giotto, preocupado por el volumen y la consecuente monumentalidad de sus figuras. En la representación de los temas, refleja la influencia de Dante.
La pintura de los llamados primitivos flamencos es el resultado del uso del óleo (pigmentos aglutinados con aceite), una técnica que, al tardar en secar, permitía un mayor detallismo y una gama cromática más rica. El soporte principal seguía siendo la tabla. Los pintores realizaban primero una grisalla (pintura en tonos grises) en la cual daban volumen a las figuras mediante la variación tonal, logrando un sentido escultórico. Posteriormente, añadían el color.
La pintura de Hubert y Jan van Eyck se caracteriza por reflejar el ambiente de las ciudades comerciales y burguesas de la época, como Gante o Brujas. Utilizan la perspectiva, aunque de forma intuitiva, que, junto con el sombreado de sus figuras, da lugar a un efecto tridimensional nunca antes visto en la Historia del Arte.
La tabla principal muestra un cortejo de reyes, caballeros, obispos, profetas y santos que se dirigen hacia el cordero, el cual simboliza el sacrificio de Cristo. Los ropajes, las joyas, el vidrio y los diferentes materiales están trabajados cuidadosamente para generar una textura realista. En las tablas de los extremos superiores aparecen representados Adán y Eva. En las tablas exteriores, están retratados el regidor Jodocus Vijd, quien costeó la obra, y su mujer, ambos arrodillados.
Pintada en óleo sobre tabla, es una escena interior de gran complejidad simbólica y narrativa, que invita a una exploración detallada de sus múltiples elementos.
A continuación, se presenta una sección que reitera algunos puntos clave previamente abordados, manteniendo la integridad del documento original.
La figura principal es Giotto, preocupado por el volumen y la consecuente monumentalidad de sus figuras. En la representación de los temas, refleja la influencia de Dante. Entre sus obras, las más destacadas pertenecen a los frescos murales de la Basílica de San Francisco en Asís; los de la Capilla Scrovegni (Expulsión de San Joaquín del templo y La huida a Egipto), en Padua; y los de Santa Croce de Florencia.
La pintura de los llamados primitivos flamencos es el resultado del uso del óleo (pigmentos aglutinados con aceite), que tardaba mucho en secar y permitía mayor detallismo, con una gama cromática más rica. El soporte principal seguía siendo la tabla. Los pintores realizaban primero una grisalla o pintura en tonos grises en la cual daban volumen a las figuras por medio de la variación tonal, con un sentido escultórico. Posteriormente, añadían el color.
La pintura de Hubert y Jan van Eyck se caracteriza por reflejar el ambiente de las ciudades comerciales y burguesas del momento, como Gante o Brujas. Utilizan la perspectiva, aunque de forma intuitiva, que, junto con el sombreado de sus figuras, da lugar a un efecto tridimensional nunca antes visto en la Historia del Arte.
Obra de ambos es el Políptico del Cordero Místico (1426-1432), hoy en la Catedral de Gante. La tabla principal muestra un cortejo de reyes, caballeros, obispos, profetas y santos que se dirigen hacia el cordero. Este simboliza el sacrificio de Cristo. Los ropajes, las joyas, el vidrio y los diferentes materiales están trabajados cuidadosamente para generar una textura realista. En las tablas de los extremos superiores aparecen representados Adán y Eva. En las exteriores, están retratados el regidor Jodocus Vijd, quien costeó la obra, y su mujer, ambos arrodillados.
Solo de Jan van Eyck, es la conocida obra El Matrimonio Arnolfini (1434), que se encuentra actualmente en la National Gallery de Londres. Pintada en óleo sobre tabla, es una escena interior de gran complejidad simbólica y narrativa, que invita a una exploración detallada de sus múltiples elementos.