Portada » Educación Artística » Dominando el Dibujo Artístico: Conceptos Fundamentales, Técnicas y Materiales Esenciales
La línea y el plano son, precisamente, los elementos básicos del dibujo. La línea puede ser dinámica, estática, serpenteante, quebrada; puede ondular, engrosarse, discontinuarse. También puede ser homogénea y monótona, o expresiva y valorizada, según cómo se materialice sobre el plano.
Existe otro tipo de línea que tiene la propiedad de poder expresarse según la tensión, la fuerza o el ímpetu, reflejando todos los cambios emocionales que uno pueda experimentar. Esta línea modulada y gestual tiene mucho que ver con la caligrafía, ya sea de pincel o pluma. Predomina en el mensaje personal, mostrando la subjetividad, el sentimiento y la emoción.
El plano, definido por esa línea que circunscribe una forma, también puede presentar diversas características: puede ser homogéneo, uniforme, sin diferencias que pudieran representar variaciones de luz, de altura o de rugosidad. Pero también, este plano puede aportar sus propias modulaciones; es decir, adquirir ese carácter expresivo, mostrando diferencias, siendo valorizado y reproduciendo su materialidad o diferencias de alturas.
El contraste se genera cuando dos elementos diferentes se encuentran. Si obtenemos un plano trazando una línea que se cierra sobre sí misma, esta define una silueta y establece una relación entre lo que conocemos como figura y lo que la rodea: el fondo.
Existen tres tipos de contrastes básicos: de alto, medio y bajo nivel. Cuando la forma se despega fuertemente del fondo, el contraste es alto. Cuando el nivel de contraste es bajo, la forma tiende a confundirse con el fondo.
Este gradual pasaje de la luz a la sombra, empleando la escala de grises con todos sus valores intermedios, nos muestra el volumen de un objeto. El procedimiento para lograrlo se llama «modelado».
La línea, tal como la representamos en un plano, no existe en la naturaleza. Percibimos los contornos de cuanto nos rodea gracias al contraste entre un elemento y otro. Además de describir su contorno, la línea reproduce sus diferencias de luz y de sombra, que dan la impresión del volumen del objeto.
El uso de la línea valorizada, con importantes diferencias de espesor en el uso del grafito, acentúa el volumen y ayuda a diferenciar la luz de la sombra. La línea de grosor constante u homogénea en un dibujo esquemático no diferencia la región de luz de la región de sombra; es decir, no ayuda a interpretar el efecto de volumen.
Las texturas provienen de la experiencia táctil; percibimos diferencias que tienen que ver con la estructura y características de aquello de lo que están construidas.
El grafito es de origen mineral y es el medio tradicional del dibujo. Hay minas blandas y minas duras:
Trabajando en plano o de punta, se pueden lograr esfumados.
La carbonilla es una barra de carbón de origen vegetal, más blanda que el grafito, y permite ser difuminada. Puede hacer trazos gruesos y con pocos detalles.
Si se utilizan lápices de carbón, estos permiten hacer más detalles, aunque no se pueden hacer franjas anchas como con la barra de carbón.
La tinta es una técnica húmeda y se puede trabajar con pluma, plumín, pincel de pelo (redondo), o caña. Se puede trabajar sobre la hoja seca o húmeda; se recomienda papel de 180 g de espesor.
La pluma se toma en posición normal de escritura. Para engrosar el trazo, la pluma y el mango deben inclinarse más. Se recomienda trazar con lápiz las líneas generales del dibujo y luego aplicar líneas moduladas, texturas o tramas lineales.
La tiza pastel consiste en pigmentos amasados con un aglutinante, generalmente cola. También existen los pasteles al óleo o crayones.
Se trabaja sobre papel rugoso, áspero o texturado, ya que al ser tiza se adhiere con facilidad. Por ello, es necesario aplicar fijador al finalizar.
Las características del papel dependen de la materia prima:
Puede diferenciarse en papeles de grano fino, medio y grueso.