Portada » Economía » Diseño Organizacional: Fundamentos, Efectividad e Innovación
El diseño organizacional es el conjunto de medios que maneja la organización con el objeto de dividir el trabajo en diferentes tareas y lograr la coordinación efectiva de las mismas.
El diseño organizacional es el arte de organizar el trabajo y crear mecanismos de coordinación que faciliten la implementación de la estrategia, el flujo de procesos y el relacionamiento entre las personas y la organización, con el fin de lograr productividad y competitividad.
El gran reto del diseño organizacional es la construcción de una estructura y puestos de trabajo flexibles, sencillos, alineados con la estrategia, los procesos, la cultura y el nivel de evolución de la organización, con el fin de lograr los resultados y la productividad mediante la organización del trabajo y la distribución adecuada de las cargas laborales.
La creación de valor toma lugar en tres etapas: input, transformación, y output.
Materias primas, recursos humanos, información y conocimiento y proceso de transformación.
Maquinaria, sistemas, habilidades y experiencia humana.
La organización libera outputs a su entorno: productos terminados, servicios, dividendos, salarios y valor para los “stakeholders”.
Las ventas de outputs le permiten a la organización obtener nuevos inputs.
Clientes, accionistas, socios, distribuidores, gobierno y competidores.
Control, Enfoque de los recursos externos y Vigila la efectividad de una organización en la gestión y control de su medio ambiente externo (entorno).
Evalúa la habilidad de la organización para asegurar, gestionar y controlar capacidades y recursos valiosos y escasos.
Evalúa la habilidad de la organización para innovar y funcionar rápida y responsablemente.
Evalúa la habilidad de la organización para transformar eficientemente capacidades y recursos en bienes y servicios.
La respuesta que propone la organización inteligente a la necesidad de ser competitivos en este entorno, que plantea nuevos retos cada día y en el que el conocimiento es un factor clave, es el aprendizaje a todos los niveles.
Es un enfoque integrador, que incide tanto en personas como en la arquitectura de la empresa, como ejes del cambio organizativo.
La empresa debe convertirse en una organización aprendedora; no se trata de modificar un sistema concreto de la empresa, sino de aprender a gestionarla bajo unos parámetros diferentes.
El concepto de organización inteligente es la organización que aprende, está hoy en una clara fase de expansión y de aplicación experimental en empresas de todo el mundo.
En los últimos años, numerosos profesionales del mundo de la empresa, del mundo de la investigación y de la consultoría, han estado trabajando en torno a los principios y herramientas de la organización inteligente.
Su esfuerzo no ha estado, sin embargo, girado por un interés meramente académico, sino por una necesidad planteada de forma constante por las empresas.
El reto al que se trata de hacer frente es la adaptación y el desarrollo continuo de las empresas para el logro de un éxito sostenido en un entorno en el que el conocimiento se configura como variable central de la evolución y el desarrollo.
En la nueva economía, el conocimiento no es uno más de los factores de producción; se ha convertido en el principal factor de producción.
Miremos hacia delante veinte o treinta años.
¿Espera alguien que los próximos veinte años sean menos turbulentos que los últimos veinte?
“Lo único permanente en el mundo es el cambio” (Antiguo proverbio chino).
Existen muchos motivos posibles, entre ellos pueden señalarse:
Cambio que la mayoría de las veces no está ni completa ni eficientemente planificado, y mucho menos facilitado.