Portada » Psicología y Sociología » Desarrollo Cognitivo Infantil: El Estadio Preoperacional (2-7 años) según Piaget
Esta etapa, que transcurre aproximadamente entre los 2 y 7 años, ha sido denominada por Piaget periodo preoperacional, debido a la incapacidad del niño de esta edad para realizar operaciones lógicas. El conocimiento característico de este momento evolutivo es el conocimiento figurativo, que descansa sobre los aspectos superficiales y aparentes de la realidad.
Pese a los avances que supone con respecto al periodo sensoriomotor, el razonamiento del niño en esta etapa sigue teniendo todavía muchas limitaciones. De hecho, para muchos autores, Piaget caracteriza este periodo más por lo que el niño no puede hacer que por lo que realmente hace. Cuando razona sobre la realidad, todavía no es capaz de diferenciar bien entre los objetos y el sujeto y, como consecuencia, es incapaz de tener conciencia de la existencia de puntos de vista diferentes al suyo. Nos encontramos ante un pensamiento todavía muy rígido e inflexible que se centra en los acontecimientos individuales, uno a uno, y que está muy determinado por la información perceptiva de cada momento.
Quizá la característica más dominante del pensamiento durante este periodo, el egocentrismo tiene múltiples manifestaciones tanto en la forma de razonar como en el lenguaje que el niño utiliza.
Se refleja en que los niños y niñas no son capaces de reflexionar sobre su propio pensamiento y no ven la necesidad de justificar sus propios razonamientos. El niño preoperacional es egocéntrico con respecto a su punto de vista simbólico, esto es, no es consciente de los puntos de vista de los demás y piensa que todos experimentan el mundo de la misma forma en que lo hacen ellos. No conoce otras perspectivas distintas a la suya y cree que todo el mundo percibe, piensa y siente de la misma manera.
Se manifiesta en que este se utiliza para propósitos de autoestimulación. El lenguaje egocéntrico adopta varias características:
Para Piaget, el lenguaje egocéntrico tiene como única finalidad estimular el propio pensamiento y precede al lenguaje socializado, cuya misión es fundamentalmente comunicativa. Las posiciones piagetianas sobre el carácter subordinado del lenguaje respecto al pensamiento dieron origen a una larga polémica con Vygotsky. Este último no niega la existencia de un lenguaje egocéntrico, pero lo considera posterior al lenguaje socializado, que, desde el comienzo, es el que conecta al niño con el mundo que le rodea.
El niño tiene tendencia a centrarse en un único rasgo llamativo de una situación y dificultad para descentrarse de esa fijación y tener en cuenta otros rasgos.
Basado en la creencia de que los objetos inanimados están vivos y dotados de intenciones, deseos, sentimientos y pensamientos.
Consiste en establecer un lazo causal entre fenómenos que están próximos: pensar que las ganas de dormir bastan para que llegue la noche.
Se caracteriza por pensar que debe haber una causa para todo: las nubes se desplazan para que llueva en otros sitios.
Es la creencia de que todos los fenómenos y objetos del mundo físico han sido creados por los seres humanos con propósitos determinados.
Se refiere al hecho de que el niño es incapaz de distinguir entre hechos psicológicos y hechos físicos. Las experiencias subjetivas se confunden con la realidad objetiva y, como consecuencia, se les atribuye el mismo carácter, esto es, existencia sustancial como si fueran unos objetos más del mundo.
Piaget utiliza este término para designar a los conceptos primitivos utilizados por los niños que todavía no tienen ni el grado de generalidad ni la abstracción que caracteriza a los conceptos. Dado que no distinguen entre los términos todos y algunos, no son capaces de diferenciar a los individuos de las clases o conjuntos en las cuales se incluyen.
Este razonamiento está basado en la analogía inmediata, va de lo particular a lo particular, se centra en un rasgo del objeto que puede llamar su atención, y en función del mismo saca conclusiones, pero sin que medien inferencia lógica alguna, ni deductiva ni inductiva. Este tipo de razonamiento también se manifiesta en que los niños tienden a yuxtaponer elementos, en lugar de conectarlos mediante relaciones lógicas, es decir, tienden a correlacionar casi todas las cosas o a relacionarlas a través de la coocurrencia.
Sin salir del propio marco conceptual piagetiano, son muchos los datos acumulados en estas dos décadas que demuestran una cierta infravaloración de las competencias del niño de esta etapa por parte de Piaget. Se piensa que una buena parte de las tareas o problemas ideados para evaluar las habilidades cognitivas en los niños de estas edades contribuyó muy especialmente a dibujar el perfil poco competente de estos.
Concretamente, estas tareas suelen demandar ciertas habilidades extra que impiden que las capacidades cognitivas de los niños se manifiesten en su totalidad. Además, los contenidos de las tareas suelen ser poco familiares y escasamente respetuosos con los intereses de los niños. Todo ello hace que, cuando se minimiza el impacto de estas variables, se obtengan indicios de capacidades cognitivas a edades más tempranas de lo que se había supuesto.
La ausencia de intencionalidad comunicativa en las interacciones del niño con los otros está también siendo muy cuestionada. A los 4 años, adaptan su lenguaje a las necesidades de los oyentes de forma que emplean un lenguaje más o menos complicado según se dirijan a niños de su edad o más pequeños, o a los adultos.
Los hallazgos sobre el pensamiento animista de los niños están siendo muy matizados actualmente. Los niños de 3 años raramente piensan que objetos tan familiares como las rocas o los lápices están vivos; pueden mantener planteamientos animistas cuando se trata de objetos que no pueden manipular, llamados ultracosas o desconocidos.
Otro tanto podría decirse respecto al carácter prelógico de su razonamiento. En las tareas de conservación o de clasificación, la modificación del número de elementos que intervienen, su familiaridad o la demanda concreta de la tarea ofrecen imágenes muy distintas del rendimiento de los niños. Por ejemplo, los niños de 3 años conservan el número de elementos a pesar de su diferente apariencia perceptiva cuando se trata de 3 elementos.
Con este breve ejemplo no se quiere negar la existencia de limitaciones en los niños de estas edades. Lo que se afirma es que algunas capacidades lógicas comienzan a emerger en este estadio preoperacional, más tempranamente de lo supuesto por Piaget.
