Portada » Magisterio » Desafíos y Transformaciones en la Educación Contemporánea
La concepción cuantitativa de la educación ha sido una constante en todos los países durante largo tiempo. Sin embargo, cabe plantearse si esto es suficiente para una educación social de calidad. Algunas de las preguntas que a tal efecto podemos hacernos son numerosas:
Desde la realidad concreta de los países subdesarrollados, cabe señalar que están lejos de proporcionarse unos mínimos recursos, no ya para acometer una educación de calidad, sino una simple educación básica.
El concepto de gestión educativa implica, al menos, cuatro dimensiones:
La relación entre educación y empleo constituye uno de los mayores retos para los sistemas educativos. La actividad laboral es, hoy en día, uno de los objetivos sociales de mayor relevancia para la educación. En otras palabras, la formación profesional constituye una dimensión esencial del proceso educativo, ya que la sociedad actual demanda prioritariamente el desarrollo de capacidades tanto generales como de carácter operativo, la capacidad de adaptación al cambio, la adquisición de aptitudes personales y afectivas para la intercomunicación, el conocimiento general del mundo laboral e incluso las destrezas y estrategias necesarias para la búsqueda de trabajo.
La capacitación educativa y profesional puede paliar los graves efectos psicosociales del desempleo. Las universidades, calificadas con frecuencia como «fábricas de parados», quizás deberían adecuar sus programas académicos a las nuevas realidades sociales. Entre las estrategias a adoptar, deberían transmitir que la clave del éxito no reside tanto en los estudios iniciales obtenidos como en la permanente autoformación.
La UNESCO ha esbozado algunos elementos de un marco conceptual relativo a los procesos de internacionalización concernientes a la ciencia y la educación superior. Por su parte, la OCDE enfatiza los desafíos institucionales en relación con la universidad, describiendo nuevas tendencias y aportando relevantes indicadores.
Desde el punto de vista de la Comisión Europea, resulta de gran interés partir de los datos reales de la educación europea, aportados por ella. Entre estos datos, los relativos a la integración del alumnado constituyen un elemento esencial. Tanto desde la UNESCO como desde Europa, existe una creciente sensibilización para la extensión e interacción de los planteamientos educativos con la Organización de Estados Americanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEA).
En cuanto al papel específico de la universidad, es preciso reinventarla y universalizarla, así como reivindicar, sin demagogia pero con valentía, el papel del profesor, replanteando su rol y su prestigio.
La sociedad postindustrial puede ser considerada como la sociedad de la información, según Daniel Bell. En esta sociedad, todo se organiza en torno a la información y el conocimiento. Delimitar el campo de las nuevas tecnologías para ofrecerlas a los responsables educativos es realmente difícil, puesto que se encuentran inmersas en uno de los campos más dinámicos de la ciencia y de la propia sociedad.
La informática y las telecomunicaciones configuran un elemento indispensable para la integración comarcal, el tejido social, la productividad y la eficacia, así como para la cohesión social y, en suma, para la calidad de vida de la persona del siglo XXI. Por su parte, el sector audiovisual se encuentra igualmente inmerso en un proceso de continuo cambio. En la actualidad, la nanotecnología, o investigación de lo micro, irrumpe con fuerza en el campo de las nuevas tecnologías.
A los responsables políticos de la educación se les exige el esfuerzo continuo de estar atentos a la rápida evolución de las nuevas tecnologías y su aplicación a todas las áreas de la actividad social, su adecuación al ámbito educativo y su humanización. Es fundamental ser verdaderamente conscientes de la importancia de la alfabetización audiovisual e informática en los procesos educativos.