Portada » Química » Defectos Cristalinos y Difusión Atómica en Materiales Sólidos
Un cristal perfecto se define como una estructura infinita, con simetría y orden completos, átomos en reposo a 0 K y electrones en sus estados energéticos más bajos. Sin embargo, en la realidad, los cristales presentan **imperfecciones o defectos**.
Además de las vibraciones atómicas e imperfecciones en los niveles energéticos de los electrones, existen **defectos estructurales**, que se clasifican en:
Es importante destacar que los **defectos influyen en las propiedades finales del material**, y esta influencia no tiene por qué ser adversa.
Los defectos puntuales pueden formarse en los materiales debido a:
Es un vacío creado por la pérdida de un átomo en una posición reticular.
Un átomo de la propia red se inserta en un hueco de la estructura cristalina.
Átomos extraños en la red. Pueden ser:
Hay muchos más tipos que en redes metálicas (vacantes aniónicas/catiónicas, intersticiales, etc.). La **neutralidad eléctrica del cristal debe mantenerse** en la formación de defectos.
Formación simultánea de una **vacante** y un **ión intersticial** (más probable con el catión). **No alteran la neutralidad eléctrica ni modifican la densidad**. Son termodinámicamente estables y tienen una concentración en equilibrio (CF) que minimiza la energía libre.
Formación simultánea de parejas de **vacantes de anión y de catión**. **No alteran la neutralidad eléctrica, pero disminuyen la densidad** (aumentan el volumen sin incremento de masa). Son termodinámicamente estables y su generación precisa de sumideros (bordes de grano, dislocaciones, superficie). La energía necesaria (ES) es pequeña en haluros alcalinos, resultando en alta concentración de Schottky e importancia en la conductividad iónica. En óxidos, ES es mayor, bajando la concentración. La **concentración de defectos termodinámicamente estables aumenta con la temperatura**. Los enfriamientos bruscos retienen un exceso de defectos. Los defectos pueden asociarse para minimizar la energía libre.
La **conductividad iónica** se produce por el movimiento de iones a través de la red, y **necesita la presencia de vacantes e intersticiales**. Aumenta con la temperatura (a diferencia de los metales, donde la conductividad electrónica disminuye con T).
En compuestos binarios, la estequiometría exacta rara vez se cumple, requiriendo defectos para equilibrar eléctricamente el cristal. Ejemplo: en el FeO, el cambio de Fe2+ a Fe3+ genera vacantes catiónicas para restaurar la electroneutralidad.
La disolución de iones con valencia diferente o por sustitución/intersticial obliga a la formación de defectos para mantener el equilibrio eléctrico. Ejemplo: CaCl2 en KCl genera vacantes al sustituir K+ por Ca2+.
Zonas desordenadas con átomos fuera de sus posiciones de equilibrio y alta energía. Favorecen la **difusión** y el inicio de **transformaciones**.
Los átomos de la superficie no verifican el número de coordinación de la red, lo que la convierte en una imperfección de alta energía.
Proceso de **deformación plástica** donde una región del cristal se desplaza y gira respecto a la original.
Son procesos donde la velocidad aumenta exponencialmente con la temperatura, como la oxidación, fluencia o difusión. Se rigen por la **ecuación de Arrhenius**: Velocidad = C * e(-Q/RT).
La representación semilogarítmica (ln(velocidad) vs. 1/T) es una recta cuya pendiente es (-Q/R), y el valor de Q puede indicar el mecanismo de difusión.
Proceso por el cual los **átomos, iones o moléculas se mueven de una parte a otra de la materia**, redistribuyéndose. En el estado gaseoso, la difusión es rápida y requiere baja energía. En el estado líquido, está limitada por las fuerzas de enlace. En el estado sólido, la **difusión es lenta** (especialmente con enlaces iónicos o covalentes fuertes) y está limitada por la existencia de enlaces atómicos y el espacio disponible.
Para el movimiento de átomos, se necesitan dos condiciones:
El enlace metálico no es direccional y es más débil individualmente, lo que facilita la difusión.
Difusión de átomos por el interior del material:
Difusión de átomos desde o hacia el ambiente circundante.