Portada » Economía » Cultura Emprendedora y Estructura Empresarial: Claves para el Éxito
La cultura emprendedora hace referencia a las cualidades, habilidades y aptitudes necesarias para crear y gestionar un negocio o sucesivos.
Una empresa es una organización que combina recursos para producir y comercializar, o solo comercializar, bienes y/o servicios que satisfacen las necesidades de sus clientes con el objetivo de obtener beneficios, teniendo en cuenta, en su actuación, las necesidades que plantea la sociedad.
Es la persona que pone en marcha una actividad empresarial y la desarrolla. Da vida a la empresa y organiza, coordina, dirige y controla su actividad. La función de emprendedor es la más característica del empresario, aunque también asume funciones de liderazgo y dirección.
Las empresas están formadas por elementos que, debidamente ordenados, se utilizan para realizar funciones específicas con el fin de contribuir al logro de los objetivos establecidos por la dirección. El principal objetivo de una empresa es obtener beneficio económico para rentabilizar sus inversiones. La definición de los objetivos empresariales es útil para guiar las actividades, poder evaluar y controlar los resultados obtenidos y transmitir al personal y al entorno las metas de la empresa.
Se distinguen tres tipos de objetivos según el nivel de autoridad al que se definen:
Es un documento de gran utilidad para organizar y controlar el negocio.
El entorno de una empresa lo constituyen el conjunto de hechos y factores externos a la misma con los que interactúa y sobre los que puede influir, aunque no controlar.
El macroentorno lo forman las condiciones generales que rodean la empresa. Los factores que definen el macroentorno son:
Análisis PESTEL.
El microentorno lo determina el mercado en el que actúa la empresa, incluyendo:
Las cinco fuerzas de Porter.
La responsabilidad social de la empresa o corporativa (RSC) es un término que hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos legales y éticos derivados de los impactos que la actividad de las organizaciones produce en el ámbito económico, social, laboral y medioambiental.
La implicación de la empresa supone sobrepasar las exigencias legales en tres ámbitos de actuación:
Existen dos tipos de sociedades comanditarias:
El NIF sirve para identificar a los empresarios individuales y a las sociedades a efectos fiscales, laborales y administrativos. La solicitud la realizan los socios en el impreso fiscal (036) o, a petición de los interesados, el notario telemáticamente el mismo día del otorgamiento. El formulario debe ir firmado por todos los socios.
