Portada » Psicología y Sociología » Comprendiendo el Origen y Características de la Discapacidad Intelectual
La aparición de una lesión o condición que afecta el desarrollo puede clasificarse según el momento en que ocurre:
Las causas genéticas pueden ser transmitidas de padres a hijos, manifestándose como anomalías en los genes heredados o errores en la combinación genética, resultando en diversos desórdenes genéticos.
Son rasgos con los que nace un individuo, adquiridos durante la gestación. Pueden ser provocados por:
Son aquellas ocasionadas por algún accidente o enfermedad después del nacimiento. Estas pueden incluir:
Estos factores pueden provocar daños graves e irreparables en el cerebro y el sistema nervioso central.
Se clasifican en:
Incluyen:
Comprenden:
Todas las causas conocidas de retraso son biológicas o médicas, y se denominan Retraso Mental clínico (daño cerebral).
Las personas con Retraso Mental ligero (que constituyen entre el 80% y 85% del total de individuos afectados) a menudo no presentan patología orgánica ni daños cerebrales evidentes. En estos casos, la etiología suele ser desconocida o se relaciona con factores psicosociales derivados de un entorno social y cultural deficiente.
Anteriormente, la clasificación se basaba en el Coeficiente Intelectual (CI), utilizando categorías como ligero, medio, severo y profundo, determinadas por tests psicométricos como las Escalas de Wechsler.
En 1992, la Asociación Americana sobre Retraso Mental (AAMR) introdujo una modificación significativa en la definición. La discapacidad intelectual dejó de considerarse un rasgo absoluto del individuo para ser entendida como una expresión de la interacción entre la persona con un funcionamiento intelectual limitado y el entorno.
Se propuso un sistema de clasificación basado en la intensidad de los apoyos que requieren las personas con Discapacidad Intelectual:
Este enfoque considera dimensiones que abarcan diferentes aspectos de la persona y el ambiente, buscando mejorar los apoyos para un mejor funcionamiento individual. Una persona con discapacidad intelectual presentará limitaciones en:
Estas áreas son la base de las habilidades adaptativas.
El proceso de evaluación en la discapacidad intelectual comprende tres funciones:
Han existido cambios importantes en la conceptualización y el trato hacia las personas con discapacidad intelectual, pasando de la etiqueta de «retraso mental» a «discapacidad intelectual». La propia AAMR está en proceso de cambio de nombre, reflejando esta evolución.
Para trabajar con personas con discapacidad intelectual, es fundamental considerar sus características personales y las de su discapacidad para planificar actividades adecuadas. Las características conductuales pueden variar desde leves hasta profundas: