Portada » Tecnología » Componentes Esenciales de las Instalaciones Domésticas: Electricidad, Agua, Evacuación y Calefacción
La mayoría de las instalaciones de una vivienda se estructuran de manera similar: parten de la red pública de suministro, llegan a los hogares pasando por un contador que mide el consumo de cada servicio y se distribuyen por una red interna hasta llegar al punto de consumo.
Las instalaciones que abordaremos en este documento son:
La instalación eléctrica de uso doméstico es un tipo de instalación destinado al uso de la energía eléctrica dentro de un edificio de viviendas.
A continuación, se detallan los elementos necesarios para suministrar esta energía desde la red eléctrica exterior hasta nuestra vivienda:
Este cuadro se sitúa en el interior de la vivienda y en él se encuentran los elementos de control y protección de la instalación eléctrica de nuestro hogar.
La potencia contratada viene determinada por los distintos aparatos que consumen energía en nuestra vivienda. Esta suele ser 3300 W, 5500 W, 8800 W, etc.
Para calcular la potencia a contratar, ten en cuenta que no siempre vas a tener todos los aparatos encendidos a la vez.
Existen distintos niveles de corte de la corriente (sensibilidad). Normalmente este valor es de 30 mA, aunque en instalaciones provisionales (obras) se puede poner un valor menos sensible de 300 mA.
Todos los circuitos que se montan en una vivienda se alimentan mediante dos conductores, la fase y el neutro, que transportan corriente alterna a una tensión de 220 V:
Para poder identificar los distintos conductores de la instalación eléctrica oculta de una vivienda, se ha adoptado un código de colores:
Estos colores tienen la ventaja de ser reconocibles incluso para personas daltónicas.
Para disponer de agua potable en nuestra vivienda, la ciudad debe contar con un sistema de captación, almacenamiento y una red de distribución.
Existen numerosas fuentes de captación de agua. La utilización en cada zona depende de cómo se presenta este recurso en la naturaleza. Algunas de estas formas de captar el agua son:
El agua se almacena para poder ser utilizada posteriormente. El almacenamiento se realiza normalmente mediante depósitos o embalses.
El almacenamiento del agua sirve, además, para dar presión a la red de suministro. Por ello, los depósitos siempre se construyen en las zonas altas. Si las ciudades están situadas en terreno muy plano, se suelen construir depósitos elevados mediante torres.
En los depósitos se realiza, además, el tratamiento de cloración para evitar fundamentalmente el desarrollo bacteriológico.
Para que el agua llegue hasta nuestras viviendas, necesitamos una red de tuberías. Esta red se suele diseñar de forma mallada para evitar que una avería en un tramo suponga la pérdida de servicio de una zona amplia de la red.
Las tuberías suelen ser de polietileno, PVC, fundición o poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV).
Nuestra vivienda recibe el agua potable de la red de distribución pública. Las instalaciones que encontramos para poder tomar el agua de dicha red se dividen en las siguientes partes:
Cuando solo existe una vivienda, no hay batería de contadores y en su lugar tenemos un contador individual.
Una vez en el interior de la vivienda, el primer elemento que encontramos es una llave de paso que corta por completo el suministro de agua. De esta llave se distribuyen el resto de tuberías que proporcionan agua a los distintos puntos de la casa.
Estos circuitos de agua son abiertos, es decir, tienen una salida al final y una sola vía de llegada del agua. El final de la instalación suele estar cerrado por un grifo o una válvula de algún electrodoméstico, que nos permitirá consumir el agua cuando nosotros queramos.
Las zonas húmedas de la vivienda (aseos y cocina) suelen disponer de una llave de corte independiente tanto en el agua fría como en el agua caliente. Además, casi todos los puntos de suministro llevan su propia llave de corte.
Las tuberías suelen ser de cobre soldadas con estaño o bien de materiales plásticos.
Una vez que el agua ha salido del grifo o del electrodoméstico y ha sido utilizada, debe evacuarse. Al agua que ya ha sido utilizada se le denomina agua residual o aguas negras.
Las aguas de lluvia, cuando confluyen en espacios cerrados como los patios, también deben ser evacuadas. A las aguas de lluvia se las conoce como aguas pluviales.
La red encargada de recoger las aguas residuales y las pluviales se conoce como red de evacuación o desagüe.
La diferencia principal entre la red de agua potable y una de evacuación es que en la primera el agua se desplaza por presión, mientras que en la red de evacuación se desplaza por la acción de la gravedad.
La red de evacuación de la vivienda está formada por una serie de elementos que llevan las aguas residuales y pluviales fuera del edificio.
Podemos distinguir dos tipos de elementos:
Algunos de estos elementos traen incorporado un sifón para evitar olores, y otros necesitan un bote sifónico.
Uno de los principales problemas que encontramos a la hora de evacuar las aguas residuales de nuestra vivienda es evitar que los gases malolientes procedentes del alcantarillado entren en nuestros hogares. Para solucionar este problema se utiliza un dispositivo denominado cierre hidráulico o sifón que evita que los gases malolientes entren en nuestra vivienda gracias a una retención permanente de agua.
Lo podemos encontrar de forma individual en cada aparato sanitario, como es el caso del inodoro o los fregaderos. Otras veces, varios aparatos sanitarios comparten un mismo cierre hidráulico. Este último dispositivo se conoce como bote sifónico.
(Sifones individuales y bote sifónico para varios aparatos)
La acometida es la unión de la red de evacuación de nuestro edificio a la red de alcantarillado pública. Está compuesta por los siguientes elementos:
Cuando se desea establecer de forma artificial una temperatura ambiente superior a la que naturalmente existiría en un espacio, se emplea un sistema de calefacción. A diferencia de este, un sistema de climatización regula también el grado de humedad de ese espacio.
Estos combustibles tradicionales pueden ser gaseosos (gas ciudad, gas natural, butano, etc.), líquidos (gasóleo y fuel) o sólidos (carbón o leña).
Ejemplos: Caldera de Gasoil, Caldera de Gas, Caldera de biomasa (leña), Termo eléctrico.
Existen otros generadores más respetuosos con el medio ambiente, aunque menos extendidos, como la energía geotérmica de baja temperatura y los colectores solares.
Ejemplos: Radiador, Suelo radiante, Fan-coils.
Existen otros sistemas de calefacción que no funcionan con el esquema convencional Generador – Conducciones – Emisores, como los sistemas de energía solar pasiva o activa.