Portada » Música » Clasicismo Musical y Flamenco: Un Viaje por la Historia y las Formas Artísticas
La estética del Clasicismo busca la claridad, la naturalidad y la accesibilidad. Para ello, se vale de melodías más cortas, frases definidas y cadencias marcadas. La textura es más ligera y predominantemente homofónica.
La ópera seria era un espectáculo concebido para el entretenimiento de la nobleza. Sin embargo, a principios del siglo XVIII, surgió en Italia un género operístico que ganaría gran popularidad e influiría en toda la música del Clasicismo: la ópera buffa. Esta ópera trata de asuntos cotidianos, con personajes contemporáneos y argumentos cómicos.
En España, florecieron dos géneros musicales escénicos distintivos:
En Francia, se llevó a cabo una importante renovación de la ópera, buscando la naturalidad, despojando la música de excesos ornamentales y poniéndola al servicio de la palabra.
Durante el siglo XVIII, el compositor era a menudo un empleado al servicio de un aristócrata, y la música instrumental servía para el disfrute y la interpretación de la nobleza. Son características destacadas de este periodo:
La música de cámara se interpretaba en las cámaras o salones de los palacios. Era ejecutada tanto por los músicos de la corte como por los propios aristócratas, quienes tocaban algunas de las partes.
El cuarteto de cuerda es una de las formaciones más características del Clasicismo. Está integrado por dos violines, una viola y un violonchelo. Las composiciones para cuarteto de cuerda suelen exigir un gran dominio técnico del instrumento.
La orquesta de este periodo llegó a tener alrededor de 30 instrumentos, distribuidos en distintas secciones. En el Clasicismo se sentaron las bases de la orquesta sinfónica actual.
El baile flamenco posee un gran potencial emotivo y comunicativo, siendo una expresión artística profunda.
Los primeros bailes flamencos se gestaron en las reuniones familiares de los gitanos, evolucionando hasta la aparición de los cafés cantantes en la segunda mitad del siglo XIX.
La primera versión del ballet «El amor brujo» marcó la primera orquestación de ritmos flamencos llevados al teatro, dando origen al ballet sinfónico flamenco.
Estos nuevos espectáculos propiciaron la creación de compañías estables, lo que promovió una mejor formación de los bailaores y bailaoras.
Entre 1940 y 1960, se consolidaron las compañías de danza flamenca, obteniendo grandes éxitos y reconocimiento.
A principios de los años 70, surgieron creadores innovadores en el ámbito del teatro de danza español moderno.
En la actualidad, la danza flamenca combina el baile con otros estilos musicales y fusiona influencias de diversas corrientes de danza, enriqueciendo su expresión.
Al bailar flamenco, el bailaor o bailaora debe tener presentes los otros elementos del flamenco, que suelen ser el cante y la guitarra. Es fundamental que conozcan el tipo de cante y los toques básicos de la guitarra. Los «pasos flamencos» dependerán del compás, del cante, del toque de la guitarra y de la inspiración de los artistas. La comunicación entre ellos es esencial.
La estructura básica de un baile flamenco es la siguiente: