Portada » Biología » Caries Dental: Causas, Fases, Clasificación y Tratamiento
La caries dental es una de las enfermedades infecciosas de mayor prevalencia en el ser humano. Aunque algunos estudios en la pasada década han indicado una reducción en su prevalencia en algunos países, esta enfermedad continúa siendo uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial.
La caries es una enfermedad infecciosa, crónica, progresiva, transmisible y multifactorial de origen químico-biológico, caracterizada por la degradación de los tejidos duros del diente. Áreas como fosas, fisuras y puntos de contacto son más susceptibles a presentar caries que aquellas expuestas a la autolimpieza, como las superficies bucales y linguales.
La formación de cavidades cariosas comienza como pequeñas áreas de desmineralización en la superficie del esmalte, pudiendo progresar a través de la dentina y llegar hasta la pulpa dental. La desmineralización es provocada por ácidos, en particular el ácido láctico, producido por la fermentación de los carbohidratos de la dieta por los microorganismos bucales. La formación de la lesión involucra la disolución del esmalte, la remoción de los iones de calcio y fosfato, y su transporte hacia el medio ambiente circundante. Esta etapa inicial es reversible y la remineralización puede ocurrir, particularmente con la presencia de fluoruros.
Las caries tienden a ser progresivas, con pérdida de minerales y luego de proteína del diente, ocasionando dolor, destrucción de las piezas dentales y, algunas veces, la infección del tejido circundante (abscesos).
La caries se debe a la interacción de tres factores principales: el huésped (saliva y dientes), la microflora y el sustrato (dieta).
Cuando un individuo sufre una disminución o carencia de la secreción salival, con frecuencia experimenta un alto índice de caries y una rápida destrucción de los dientes. La xerostomía (boca seca) puede ser consecuencia de diferentes patologías, como:
Debido a que la composición de la saliva varía con la frecuencia del flujo, la naturaleza y duración de la estimulación, la hora del día, etc., es difícil identificar los componentes específicos que protegen contra el ataque de la caries.
Para que la lesión cariosa se desarrolle, se requiere la presencia de un huésped susceptible. Los dientes tienen mayor frecuencia de caries durante los primeros años tras su erupción, disminuyendo después de los 25 años y volviendo a aumentar en edades avanzadas.
El aumento de caries en individuos de mayor edad parece deberse a una mayor exposición de la superficie radicular conforme la encía sufre recesión, lo que facilita el estancamiento de alimentos. Es característico que la lesión en este grupo de edad se localice en el cemento.
La superficie oclusal es la que más sufre de caries por ser propicia a la retención de placa, seguida por la mesial, distal, bucal y lingual (con excepción de los dientes superiores, en los cuales la superficie palatina padece más caries que la bucal). Los dientes posteriores sufren caries con más frecuencia que los anteriores. Los incisivos inferiores son los menos sensibles, pero suelen afectarse en casos de caries muy grave.
Morfología dentaria: La malposición dentaria, el apiñamiento y la profundidad de las fosas y fisuras facilitan la producción de caries.
Las bacterias son esenciales para el desarrollo de una lesión cariosa. El principal microorganismo patógeno en todos los tipos de caries dental es el Estreptococos mutans, el cual presenta varias propiedades importantes:
Esto no significa que sea el único; también se han encontrado cepas no cariogénicas formadoras de polisacáridos. Otros microorganismos asociados a la caries dental son: Estreptococos sanguis, Estreptococos salivarius, Estreptococos mitis, Actinomyces viscosus y Lactobacillus acidophilus.
Las lesiones cariosas guardan una relación directa con la dieta. Los alimentos quedan atrapados en cavidades, fisuras, áreas de contacto interdental, bajo los límites cervicales de prótesis, en bordes sobresalientes de restauraciones, alrededor de aparatos de ortodoncia y en dientes apiñados.
Con los alimentos retenidos, las bacterias proliferan y liberan productos metabólicos, algunos de los cuales son ácidos que desmineralizan el diente. Si las circunstancias son adecuadas, la estructura dura comienza a desintegrarse. Los alimentos que más originan caries son los carbohidratos.
En relación con la adhesividad, se ha observado que los alimentos líquidos se eliminan mucho más rápido que los sólidos. Para evaluar el poder cariogénico de la dieta, es necesario tener en cuenta:
El control de la caries dental implica moderar cualquiera de los factores que contribuyen a la enfermedad. El consumo adecuado de flúor, el uso de enjuagues bucales para reducir bacterias, hábitos alimentarios apropiados y un cepillado dental eficaz son claves para la prevención.
Existen numerosas evidencias que demuestran que la placa dental, o biofilm, es un prerrequisito indispensable para la iniciación de la caries dental y la enfermedad periodontal.
Los alimentos y microorganismos atrapados en zonas retentivas forman placa. Esta placa madura y comienza a producir ácidos. Cuando esta capa sufre cambios en su acidez por la fermentación de los hidratos de carbono, el pH baja, produciéndose la desmineralización o descalcificación del esmalte. Cuando el ácido se neutraliza por los sistemas tampón de la saliva, es posible la remineralización.
La primera evidencia clínica de la caries es la «mancha blanca», una zona donde el esmalte pierde su brillo y se ve blanquecino. En este momento, el proceso es reversible antes de que la lesión se cavite. Una vez cavitada, la pérdida de estructura dental es irreversible y el único tratamiento es la obturación (empaste). Por tanto, es crucial detectar esta lesión inicial, ya que su avance suele ser rápido.
Tras la destrucción del esmalte, la caries ataca la dentina y puede alcanzar la pulpa dentaria, produciendo su inflamación (pulpitis) y posterior necrosis (muerte pulpar). Si no se trata, puede derivar en una periodontitis apical, un absceso, una celulitis o incluso un flemón.
Progresión de la lesión: Desmineralización → Proteólisis → Bacteriemia → Afectación del esmalte → Afectación de la dentina → Afectación de la pulpa → Dolor → Invasión de tejidos de sostén → Flemón/Quiste
Esta caries es asintomática, por lo general extensa y poco profunda. No hay dolor. Se localiza mediante inspección y exploración. El esmalte sano tiene un brillo y color uniforme, pero cuando los prismas han sido destruidos, presenta manchas blanquecinas y granulosas, o surcos de color opaco, blanco, amarillo o café.
La caries ha atravesado la línea amelodentinaria y se ha implantado en la dentina. El proceso evoluciona con mayor rapidez, ya que los túbulos dentinarios son más amplios y numerosos. La dentina, al ser un tejido menos calcificado, ofrece menor resistencia. En un corte longitudinal se observan tres zonas:
El dolor es provocado por estímulos como el calor, el frío o el dulce, y cesa al eliminar el estímulo.
La caries ha llegado a la pulpa, produciendo inflamación (pulpitis), pero el órgano conserva su vitalidad. El síntoma característico es el dolor espontáneo y provocado. El dolor espontáneo se debe a la congestión pulpar que presiona los nervios. Suele aumentar por las noches. El dolor provocado por agentes físicos, químicos o mecánicos persiste incluso después de retirar el estímulo.
La pulpa ha sido destruida totalmente, por lo que no hay dolor espontáneo en el diente. Sin embargo, las complicaciones, como un absceso apical o un flemón, sí son muy dolorosas.
Es un proceso agudo que compromete rápidamente el tejido pulpar. Son factores predisponentes los hábitos dietéticos inadecuados y una higiene deficiente. Su mayor incidencia en dentición decidua es entre los 4-8 años, y en dentición permanente entre los 11-13 años. Las lesiones tienen consistencia blanda y destruyen las piezas rápidamente.
Se caracteriza por lesiones diseminadas de rápido desarrollo en pacientes sometidos a radioterapia en la región maxilofacial y cervical. Es causada por la disminución del flujo salival (xerostomía), que provoca cambios en la microflora bucal.
Es un proceso agudo característico de niños pequeños a los que se les suministran biberones azucarados o chupetes endulzados. Afecta a la dentición temporal y se localiza en las caras libres de los incisivos y las caras oclusales de los molares.
La prevención de la caries se basa en cuatro pilares importantes:
El flúor se utiliza para reforzar el esmalte dental y puede administrarse por dos vías:
Nota: El tema se desarrollará en la asignatura de Prevención Bucodental.
El objetivo principal del tratamiento de la caries es eliminar el tejido enfermo y sustituirlo por un material de restauración artificial. La cavidad que aloja dicho material debe diseñarse de modo que:
El material más empleado es la resina compuesta (composite), aunque en molares en algunos casos sigue utilizándose la amalgama por sus propiedades mecánicas.
Se ha realizado una clasificación de las cavidades según el diente y la cara afectada para facilitar la planificación del tratamiento.
| Cavidad | Tipo de Caries | Localización |
|---|---|---|
| Clase I | Surcos y fisuras | Cara oclusal de molares y premolares. |
| Clase II | Interproximales (2 o más superficies) | Cara interproximal de molares y premolares. |
| Clase III | Interproximales | Cara interproximal de incisivos y caninos, con borde incisal sano. |
| Clase IV | Interproximales (incluyen borde incisal) | Cara interproximal de incisivos y caninos, con borde incisal afectado. |
| Clase V | Cervical (superficies lisas) | Cara vestibular o lingual de cualquier diente. |
El auxiliar debe conocer el tipo de cavidad a realizar, pues esto le permite planificar el material e instrumental más adecuado, así como calcular la duración de la intervención para la gestión de la agenda de citas.
La operatoria dental es la parte de la odontología que se dedica a la reparación y reconstrucción de piezas dentales. Las obturaciones se realizan tradicionalmente con dos tipos de materiales: amalgama de plata y composite.
Los composites o resinas compuestas son el material más usado en la actualidad por sus beneficios estéticos y por requerir una menor destrucción de tejido dentario. Los avances en estos materiales han mejorado sus propiedades mecánicas y estéticas.
El instrumental a preparar incluye:
