Portada » Arte » Arte Islámico e Hispanomusulmán: Historia, Características y Arquitectura Esencial
El arte islámico es un estilo artístico profundamente vinculado a la religión musulmana, que surgió en el siglo VII y se expandió rápidamente, dando origen a una civilización rica en cultura y ciencia. Dentro de esta vasta tradición, el arte hispanomusulmán representa una de sus manifestaciones más destacadas en Occidente.
El islam es una de las tres grandes religiones monoteístas, que apareció en el siglo VII en torno a la figura de Mahoma. Mahoma comenzó la predicación en el año 610 en la ciudad de La Meca, basándose en unas revelaciones que él había experimentado por mediación del arcángel San Gabriel. El año 622, conocido como “el año de la Hégira”, marca el inicio del calendario musulmán. Este fue el momento en que Mahoma huyó de La Meca hacia Medina porque estaba perseguido por su predicación religiosa. A su muerte, en el año 632, había conseguido que el islam se extendiera por toda la península arábiga.
Lo más sorprendente es que tendría una grandísima expansión en el siglo VIII, abarcando desde la península ibérica hasta la península del Indostán, dominando todo el norte de África, Arabia, Siria y Oriente Medio, hasta llegar a los límites de la India. El avance del islam por Europa fue frenado en la batalla de Poitiers en el año 738, lo cual impidió que el islam dominara toda Europa. Esta nueva religión dio lugar a una nueva civilización caracterizada por un régimen teocrático. El Corán es su libro sagrado y de ahí emanan las leyes de la civilización musulmana. El poder político y el religioso residen en el califa.
La religión islámica fue adaptando las culturas que sometía y así, poco a poco, alcanzaron un mayor desarrollo cultural y científico. El arte islámico incorpora muchos elementos de estilos que se desarrollaron en los territorios conquistados, de manera que recoge influencias de Egipto, Siria, Mesopotamia, Persia… y, además, del mundo occidental y la tradición clásica. Dentro de esa expansión, veremos el arte hispanomusulmán.
Hay que destacar dos ideas fundamentales: en primer lugar, el arte y la civilización islámica son derivados de la religión; en este sentido, el arte tiene una grandísima conexión con la religión musulmana. En segundo lugar, el arte islámico es un arte anicónico, es decir, no tiene representaciones figurativas, ya que el Corán lo prohíbe. Encontraremos algunas excepciones de representaciones humanas y zoomorfas, pero la principal manifestación del arte islámico será la arquitectura.
Las características de la arquitectura islámica son las siguientes:
La importancia del elemento ornamental se relaciona con el principio religioso de la inmutabilidad de Alá, es decir, que lo único que parece inalterable es Dios; todo lo demás es mutable, de manera que, mediante la decoración, se quiere poner en contraste lo efímero de la naturaleza con la inmutabilidad de Dios. Se logra consiguiendo efectos lumínicos que ayudan a dar una sensación de desmaterialización, haciendo que las formas y espacios se diluyan según la luz que incide en ellos, jugando con las luces y las sombras. Esto se logra mediante el uso de celosías, del agua y de los reflejos del agua.
En este sentido, hay tres tipos de decoraciones:
El edificio más importante es la mezquita, como templo religioso. El patrón que sigue parece ser la planta de la casa de Mahoma, que tenía una parte de patio y otra cubierta, con una planta rectangular. Se distinguen las siguientes partes: