Portada » Educación Artística » Antonio Canova y Jacques-Louis David: Maestros del Neoclasicismo y el Postimpresionismo
Nació en Possagno y estudió escultura cerca de Venecia, donde obtuvo un gran prestigio con sus estatuas de mármol. Se instaló en Roma en 1781 para estudiar los modelos de la antigüedad clásica y recuperó el gusto por los estilos romano y griego antiguos. Recibió encargos de muchos países europeos y Estados Unidos. Se trasladó a París, reclamado por Napoleón, para realizar retratos de él y su familia. Tras la caída de Napoleón en 1814, regresó a Roma para catalogar los tesoros italianos, lo que le conllevó a obtener el título de Marqués de Ischia. También viajó a Londres, donde conoció de primera mano los mármoles del Partenón, y a Austria para realizar la tumba de María Cristina de Austria. Recibió un encargo del extranjero en EE. UU. y realizó la estatua sedente de Washington.
David nació en París el 30 de agosto de 1748 en una familia de clase media alta. Estudió en la Académie Royale, y en 1774 ganó el Premio de Roma y viajó a Italia, donde recibió influencia del arte clásico. A partir de 1789, se involucró en la política apoyando las ideas de la Revolución. Usó su arte para ayudar a difundir y apoyar esas ideas. Fue elegido como diputado en la Asamblea y votó a favor de que el rey Luis XVI fuera ejecutado. Entre 1799 y 1815, siguió participando en la política como pintor oficial de Napoleón Bonaparte. En sus cuadros mostraba al emperador de manera muy positiva y en escenas importantes. También se encargaba de organizar las grandes ceremonias. Después de la caída de Napoleón, David se exilió en Bruselas, y se quedó allí hasta su muerte.
Este estilo asociaba la técnica a la creación artística y a la contemplación de la naturaleza, a la vez que rechazaba del impresionismo el culto a lo fugaz, proponiendo como alternativa el análisis de lo perenne. Recuperan la importancia del dibujo y la luz, de la expresividad de las cosas o personas iluminadas.