Portada » Filosofía » Análisis de las 5 Vías de Tomás de Aquino y sus Críticas
De la esencia pensada no se puede inferir la esencia real. Hay un paso ilegítimo de la esencia a la existencia.
Racionalista. Admite el argumento. Un ser perfecto al que le faltara la existencia, no sería perfecto. (El planteamiento de Descartes es Deísta). Dios salva la filosofía cartesiana del solipsismo.
Empirista. La existencia no puede probarse a priori, porque la única forma de probar algo a priori es que su contrario implique contradicción, y eso no pasa con la existencia de Dios.
Argumentos ontológicos y cosmológicos. A él se debe el nombre del argumento. La existencia no es una perfección. Es una falacia afirmar que la existencia hace más perfecta a una cosa. Dice que la razón teórica no puede demostrar la existencia de Dios, porque no está basada en la experiencia.
Rechaza todo conocimiento que no esté basado en la experiencia; y de Dios no tenemos experiencia. También critica la idea de causa, base de las vías. Hume no niega la existencia de Dios. Admite que es lógicamente posible. Pero no es demostrable. Su postura es agnóstica.
Rechaza toda prueba teórica de la existencia de Dios. Las tomistas, en concreto, porque aplican el principio de causalidad más allá de la experiencia. Nuestra razón construye la idea de Dios excediendo los límites de la experiencia (Dios como causa de todas las causas). La razón práctica (la ética) sí proporciona una prueba de que Dios existe, pero no es una demostración.
Todo lo que se mueve es movido por otro. Dios es el primer motor. Observamos que en el mundo hay movimiento. El movimiento sólo es posible si hay algo que mueve. El motor, para mover, ha de estar también en movimiento. Luego debe ser movido por otro. Se establece así una cadena de movimientos que no puede ser infinita, porque si no hubiera un primer motor nada se movería. Es necesario que haya un primer motor. Todos reconocen en él a Dios.
Todo efecto tiene una causa. Dios es la causa primera. En el mundo hay un orden de causas eficientes. Puesto que la causa es anterior al efecto, nada puede ser causa de sí mismo. Así, todo tiene su causa en otra cosa, y esto en otra. No se puede proceder hasta el infinito en la cadena de las causas, pues no habría una primera causa ni todas las demás. Es necesario admitir una causa primera. Todos la llaman Dios.
Relación entre lo contingente y lo necesario. Dios es causa de la existencia de los seres contingentes. Puesto que las cosas que encontramos en el mundo pueden ser producidas o destruidas, lo que existe podría no existir (es contingente). Los seres contingentes no pueden haber existido siempre: lo que puede no existir, en algún momento no existió. Si todo es contingente, hubo un tiempo en que no existía nada. Pero si eso fuera verdad, ahora tampoco existiría nada, pues lo que comienza a existir lo hace por algo que ya existe (nada surge de la nada). Debe haber un ser necesario que sea causa de la existencia de los demás seres. Todos le dicen Dios.
Orden jerárquico del mundo. Dios es la suma perfección. Los valores se dan en las cosas en mayor o menor medida (las cosas son más o menos buenas, más o menos nobles, etc). Este más o menos se entiende por referencia a lo máximo. (Obsérvese que esta vía es de clara inspiración platónica: las cosas son lo que son en la medida en que participan de las ideas. Son más o menos bellas en la medida en que participan -se aproximan- más o menos al ideal de belleza, a la belleza máxima.). Debe haber algo que sea el máximo ser, y que es la causa de las perfecciones de los demás seres. Le llamamos Dios.
Todo tiende a un fin. Dios ordena todo a su fin.