Portada » Psicología y Sociología » Afecciones Neurológicas y su Impacto en el Lenguaje y la Comunicación
Según la AARM (Asociación Americana sobre Retraso Mental), la discapacidad intelectual es una condición caracterizada por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa conceptual, social y práctica. Esta discapacidad comienza antes de los 18 años (Luckasson y Cols, 2002).
El retraso mental hace referencia a limitaciones sustanciales en el desenvolvimiento cotidiano. Se caracteriza por un funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media, junto con limitaciones asociadas a dos o más áreas de habilidades adaptativas:
El retraso mental se manifiesta antes de los 18 años.
Las capacidades, el entorno y los funcionamientos son claves para la interpretación de esta definición.
Una dimensión extraordinariamente importante son los apoyos apropiados. La implicación de estos ayudará al individuo a mejorar su desenvolvimiento en el contexto social y personal.
Conjunto de factores que son posibles causantes del trastorno:
La prevalencia de la discapacidad intelectual en la población varía de forma significativa en los diferentes entornos y culturas.
En los países en vías de desarrollo, su incidencia es mayor.
Se estima que un 3% de la población manifiesta un retraso intelectual antes de los 18 años; el retraso mental severo afecta a un 0.3% de la población.
La discapacidad intelectual es común a todas las personas con retraso mental.
La inteligencia es una capacidad mental general: la capacidad intelectual clasifica, planifica y razona, es la que ha de interpretar la comprensión del pensamiento abstracto y se encarga del aprendizaje partiendo de la experiencia o del aprendizaje automatizado.
La conducta adaptativa permite a las personas desenvolverse en la vida diaria y representa las habilidades prácticas que poseen para resolver problemas derivados del entorno social. Responde a tres categorías:
Parte de estas habilidades están limitadas en personas con retraso mental y se pueden presentar dificultades en una o en todas las categorías.
Es uno de los aspectos que más influyen en el funcionamiento del ser humano. Epilepsias, trastornos cardíacos y pulmonares, trastornos mentales graves, alteraciones gástricas derivadas de la malnutrición, etc., todas estas enfermedades merman las habilidades adaptativas de las personas con retraso mental.
Hay que tener en cuenta que la persona con discapacidad intelectual está sometida a un entorno hostil para ella. La definición de la AARM en el año 2002 incluye la perspectiva ecológica: familia, barrio, comunidad, servicios educativos y servicios sociales son instituciones necesarias para implementar la red de atención a estas personas.
Proporcionar oportunidades contribuye al bienestar de estas personas, y cerrar estas puertas contribuye al fomento de trastornos psiquiátricos, alteraciones emocionales, comportamientos depresivos, pérdida de la voluntad y de autoestima.
La variabilidad y diferencias en cuanto al comportamiento lingüístico hacen difíciles unas categorías precisas, pero se pueden identificar unos trastornos fonológicos que son comunes en la mayoría de las personas con discapacidad intelectual.
Un desarrollo incompleto de la adquisición de la palabra (trastorno articulatorio) coexiste con atemporalidad en las adquisiciones fonológicas y fonéticas. También se pueden presentar dislalias, taquilalias, disfemias y también son comunes los trastornos en la percepción y discriminación fonética y fonológica.
En el síndrome de Down, las alteraciones tanto vocálicas como articulatorias pueden tener una causa no solamente relacionada con la falta de discriminación fonética y fonológica, sino atribuida a malformaciones anatomofisiológicas: macroglosias, microglosias, mala implantación dentaria, distonías mandibulares, paresias labiales, etc.
Las personas con discapacidad intelectual presentan importantes retrasos en el desarrollo de la morfología y la sintaxis.
Las alteraciones en la adquisición del lenguaje se manifiestan en el género (masculino y femenino), en el número (singular, plural), uso inapropiado de las conjunciones, pronombres y adjetivos posesivos.
A menudo se utilizan frases complejas, aunque es más corriente utilizar frases simples u oraciones frase o palabra frase. La limitación de las conjunciones verbales y la utilización de ecolalias son frecuentes.
Desarrollan un sistema lexical lento y limitado, aunque a menudo manifiestan una verborrea con poca capacidad comunicativa. El vocabulario comprensivo y expresivo acostumbra a estar alterado, ya que los campos semánticos son reducidos, pobres y desprovistos de función significativa.
Esta limitación comunicativa acota la percepción del mundo y, por tanto, la interpretación de los hechos y acontecimientos.
La propia intencionalidad lingüística y comunicativa se manifiesta en las dificultades que presentan a la hora de establecer relaciones conversacionales.
La intervención pasa por el desarrollo de estrategias para potenciar al máximo las posibilidades que posee cada persona, con la finalidad de que adquiera la mayor competencia social posible, y el lenguaje en este aspecto es fundamental.
Tendremos que adaptar sistemas de comunicación alternativos o aumentativos (SAAC) para mejorar la comunicación.
Ayudar al individuo a mejorar su desenvolvimiento en el contexto social (integrarse en el entorno) y personal (mejorar su salud y calidad de vida).
Los SAAC más utilizados son el Sistema Bliss y el SPC.
Retraso Mental |
C.I. |
Ligero |
50/60 |
Moderado |
35/49 |
Grave |
20/34 |
Profundo |
Menos de 20 |
Anomalías cromosómicas, errores graves en el número y estructuras de los cromosomas. Es el trastorno genético más habitual que causa discapacidad intelectual. Aumenta su probabilidad con la edad de la madre y también por factores ambientales.
Causas orgánicas: los niños con Síndrome de Down nacen con anomalías físicas que hacen que se parezcan entre sí:
Las mujeres portadoras que tienen hijos con el gen X frágil, los varones pueden transmitirlo, pero es la mujer la que, si está afectada por ese gen X frágil, hace que se desarrolle en su descendencia.
El ritmo de desarrollo se va ralentizando progresivamente en la niñez y especialmente en la pubertad.
La parálisis cerebral es un trastorno del sistema nervioso central (encéfalo) que afecta fundamentalmente a las áreas neuromotoras. La lesión daña las áreas en vías de desarrollo del encéfalo y se manifiesta por una pérdida o alteración del control motor.
El término define una lesión en el cerebro antes de que su desarrollo y crecimiento sean completos. De carácter permanente y no progresivo, este trastorno es irreversible, pero no degenerativo, es decir, ni aumenta ni disminuye, simplemente acompaña al individuo durante toda su vida.
La parálisis cerebral no permite o dificulta los mensajes enviados por el cerebro hacia los músculos, obstaculizando su movimiento.
Las complicaciones perinatales, en particular la asfixia, habían sido las causas principales de las alteraciones neurológicas. Los últimos estudios constatan una relación muy significativa entre la etiología de la PC y los factores prenatales.
Comprende los meses de gestación que, a su vez, se dividen en fase embrionaria y fase fetal.
Desde la concepción hasta los 4 meses de gestación. Los trastornos producidos en esta fase se llaman trastornos embriopáticos. Las patologías que afectan al embrión pueden ser debidas a enfermedades infecciosas como la sífilis, la rubeola o la hepatitis que pueden llegar a originar anomalías en la visión, malformaciones encefálicas, alteraciones en el sistema auditivo o malformaciones cardíacas, etc.
Desde los 4/5 meses hasta el momento del parto. Las anomalías producidas en este momento se llaman fetopatías. Las enfermedades que pueden afectar al feto son las contraídas por la madre: de origen microbiano (meningitis), víricas (ictericia, retraso mental), parasitarias (toxoplasmosis) o intoxicaciones.
Todas aquellas patologías que se producen en el momento del parto:
A pesar de los avances, la prevalencia de la parálisis cerebral no ha disminuido en las sociedades postindustriales. Los avances médicos en las clínicas y, más concretamente en los departamentos de niños prematuros, han contribuido a rebajar la mortalidad infantil, pero no han conseguido rebajar la prevalencia en la población de casos con lesión neuromotora.
Las lesiones del SNC pueden manifestar perturbaciones secundarias. Esto se manifiesta en los síntomas funcionales y en los trastornos topográficos de los miembros afectados.
Se definen en relación a las diferentes formas y estructuras que adoptan el tono muscular, las posturas motoras o los patrones lesionados del movimiento.
Partes del cuerpo que han sido afectadas:
Las dificultades para hablar que tienen las personas con PC suelen ir unidas a las de tragar y masticar (disfagia); la mayoría aprenderá alguna clase de comunicación verbal (SAAC).
Las dificultades instrumentales son muy frecuentes en las personas con disfunciones motoras, especialmente en lo que se refiere al habla o a la producción del lenguaje.
Las perturbaciones de los patrones del movimiento y de los órganos encargados de la locución causan anomalías en el tono y el movimiento de los músculos ejecutores, que pueden producir dificultades para emitir vocalizaciones y articulaciones (disartrias), o incluso se puede llegar a la ausencia total del lenguaje oral.
Pueden tener problemas en el aprendizaje, pero no siempre es así; incluso pueden tener un C.I. más alto de lo normal.
La percepción espacial, que es la encargada de percibir el espacio y relacionarlo con el propio cuerpo, también está afectada. Esto no está relacionado con la inteligencia, se debe a una anormalidad en una parte del cerebro.
Logopedas, foniatras y fisioterapeutas son el equipo básico que ha de diseñar las estrategias para reeducar los trastornos motrices del habla en las personas con PC.
Cuando la persona con PC presenta discapacidad intelectual, la intervención es la misma que se utiliza con el síndrome de discapacidad intelectual, utilizando los SAAC (Sistema Bliss y SPC).
El autismo no es una enfermedad, sino más bien un desorden del desarrollo de las funciones del cerebro. No se conocen las verdaderas causas del autismo. Dentro de las alteraciones psicológicas del desarrollo se diferencian 3 niveles:
El autismo se toma como un continuo (espectro) más que como una categoría única, pues hablamos de un conjunto de alteraciones «semejantes» pero cuya manifestación varía mucho en grado y forma de unas personas a otras. Las alteraciones semejantes se presentan en:
Los Trastornos Generalizados del Desarrollo comprenden:
Son trastornos neuropsiquiátricos, resultado de disfunciones del desarrollo del SNC.
Reconocen bases biológicas en dicho trastorno.
Se rechaza lo que viene de fuera.
No hay relación.
No emplean el lenguaje como medio de comunicación.
Hay una marcada inflexibilidad mental: estereotipos, rituales y conductas repetitivas.
Se da en niños que poseen buenas capacidades lingüísticas y cognitivas.
Se caracteriza por la presencia de grandes alteraciones en:
Síntomas más frecuentes:
Si tomamos en consideración todo el espectro autista, afecta aproximadamente a 1 de cada 700 o 1000 personas. Afecta a 4 niños por cada niña en todas las clases sociales y en las diferentes culturas.
Es un trastorno, no una enfermedad, que dura toda la vida en el que no hay ausencia de relación, sino dificultades para comunicarse; esto será muy importante para abordar la intervención.
Hay que contemplar al niño o adulto de forma individual y única.
Para trabajar las dificultades en la adquisición del lenguaje se aplican técnicas de modificación de conducta: refuerzo positivo, modelado, extinción, etc.
Hay que disponer de numerosos apoyos para que cada sujeto se desarrolle de acuerdo a sus características; se trata de explotar las capacidades para hacerles un mundo más accesible.
Los principios sobre los que deben estar orientados los servicios que se les presta son:
Programa de habla signada: se le presenta al niño el habla acompañada de un signo.
Programa TEACCH (Watson) es más abierto:
Es un proceso crónico que pertenece a un grupo de trastornos que tienen su origen en la degeneración y muerte de las neuronas (células del SN), por lo que recibe el nombre de enfermedad degenerativa.
Afecta al SN en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos.
A medida que se produce la muerte de neuronas, se deja de producir dopamina (neurotransmisor), que se encarga de transmitir información en el cerebro. La disminución de los niveles de dopamina va asociada a la aparición de trastornos característicos de la enfermedad.
La causa es en un 75% desconocida y el otro 25% de los casos pueden ser producidos por pesticidas, intoxicación por mercurio y metales pesados, inflamación del cerebro, medicamentos, etc.
Se caracteriza por 4 síntomas básicos:
Se presenta en estadios iniciales de la enfermedad. Es mucho más llamativo cuando el paciente está en reposo, aparece en una o varias extremidades, normalmente en la misma mitad del cuerpo. Disminuye cuando la persona realiza movimientos voluntarios.
Se produce en fases tardías y se debe a un aumento de la resistencia de los músculos al movimiento. El aumento del tono muscular hace que el paciente tenga dificultad para realizar tareas “finas” como escribir o comer.
Aparece en etapas tardías. Los usuarios se sienten inestables y tienen dificultad para mantenerse rectos y corregir su postura. La marcha también se ve alterada, con tendencia a la propulsión y a la realización de pasos cortos, pudiendo llegar a pasos sin apenas desplazamiento y gran inestabilidad a la hora de realizar giros. Estos trastornos posturales y de la marcha aumentan en lugares estrechos, como pasillos y umbrales de puertas.
Se refiere a la lentitud al realizar el movimiento voluntario. Una persona con la enfermedad tarda más tiempo en levantarse del sillón o simplemente en mover una mano.
La sufren entre el 30 y el 50% de los enfermos; también puede producirse ansiedad e irritabilidad por el deseo de moverse con la facilidad de antes.
(15/25%) Es mayor en pacientes que desarrollan la enfermedad en una edad avanzada. En edades tempranas es difícil que se produzca, por lo menos en los 10 o 20 primeros años.
Los temblores, la depresión y los calambres despiertan al paciente por las noches, alterando su ciclo del sueño. Esto puede provocar somnolencia diurna.
Como impotencia, estreñimiento, seborrea y alteraciones de la regulación térmica.
Alteraciones en la voz, articulación del habla (la palabra) y el lenguaje son síntomas característicos de la enfermedad. Los pacientes articulan peor, tienen voz ronca y el tono varía. Estos trastornos son consecuencia de la rigidez de los músculos de la cara, pérdida del control motor de la laringe y el deterioro del ritmo de la respiración.
La enfermedad de Parkinson es progresiva y avanza con lentitud. Actualmente su evolución está muy condicionada a la medicación que recibe el paciente para paliar los síntomas. Las perspectivas de padecer la enfermedad durante muchos años con una buena calidad de vida son muy grandes. Los primeros síntomas no aparecen hasta que han muerto el 50-60% de las neuronas (80% de dopamina).
Al principio, los síntomas pueden aparecer solo en situaciones de gran estrés, excesiva fatiga, estreñimiento, seborrea, ánimo bajo, y esto puede no relacionarse con la enfermedad en los primeros episodios.
Ligera disminución del movimiento de brazos del lado afectado al caminar, ligera rigidez y temblor. La persona afectada realiza, sin ayuda, todas las AVDB (Actividades de la Vida Diaria Básicas), aunque con alguna dificultad. Sigue realizando sus actividades laborales y sociales con normalidad.
El progreso de la enfermedad empieza a impedir la actividad sociolaboral y familiar. Se empiezan a tener dificultades importantes en la realización de las AVDB. La bradicinesia y rigidez son marcadas y se manifiesta el temblor.
Camina arrastrando los pies, no bracea, codos flexionados y empieza a colocar la mano en forma de tienda de campaña. La enfermedad empieza a afectar a ambos lados, aunque continúa predominando más en uno de ellos; los reflejos posturales aún se conservan.
Los síntomas y signos se generalizan y el tratamiento con levodopa y otros fármacos no resultan del todo eficaz. Se produce un fenómeno llamado on-off. En los periodos de encendido (on), el paciente se beneficia de los efectos de la levodopa y demás fármacos y se encuentra bien. De forma súbita, todo se desvanece y sobrevienen todos los síntomas (periodo off).
El mecanismo cerebral se ha deteriorado tanto que no puede gestionar la cantidad de levodopa; se produce un deterioro cognitivo acusado, pudiendo producir demencia.
La respiración es limitada y descompensada y da lugar a frases cortas y a un habla entrecortada. Los músculos laríngeos carecen de vigor o tono para el movimiento, no se cierran por completo, provocando un déficit en la fonación. La articulación es lenta e imprecisa en los labios y lengua, lo que da lugar a una falta de precisión en la articulación de las consonantes.
Se caracteriza por una monotonía en el tono, intensidad, acentuación reducida, frases cortas, pausas ilógicas, consonantes imprecisas, velocidad variable, voz áspera y jadeante.
Esto, unido a las dificultades expresivas faciales, dificulta la capacidad de comunicación.
El objetivo es mantener o mejorar una situación funcional aceptable. Se puede realizar a diferentes niveles: farmacológicos (estos pueden paliar los síntomas pero no curan, se aplica levodopa y otros fármacos), y recientemente también técnicas quirúrgicas, trasplantes celulares, etc.
La rehabilitación logopédica y fisioterapéutica hacen los síntomas más llevaderos y elevan la calidad de vida (terapia ocupacional y terapia cognitiva, etc.).
La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia.
La demencia es un síndrome caracterizado por el progresivo deterioro de múltiples funciones cognitivas. Incapacita al individuo en sus ocupaciones y actividad social (a partir de los 65 años). En su fase inicial, la mitad de los casos pasa desapercibido, pues puede atribuirse a síntomas del proceso de envejecimiento.
Se produce un deterioro de la memoria y al menos una de las siguientes alteraciones:
Entre los enfermos de Alzheimer, la presentación clínica es muy variable, pero se distinguen tres etapas evolutivas:
Se inicia con una pérdida leve de memoria, afecta a los hechos recientes, dificultad para incorporar nueva información, puede producirse alguna situación de desorientación.
Afasia y agnosia. Son conscientes de este deterioro y puede que traten de ocultarlo. Esta fase dura entre uno y tres años. Conserva su autonomía en las AVDB.
El deterioro en la memoria no es solo reciente, sino también remota.
La desorientación temporoespacial empieza a ser grave (se pierden en su propia casa), y graves problemas para realizar las AVDB. Se deteriora el lenguaje escrito y el cálculo. Dura entre 2 y 8 años. Retraimiento social e indiferencia afectiva. Problemas en el comportamiento.
La amnesia y desorientación son ya muy importantes y aparecen trastornos en la actividad motora y en la marcha. Queda inmovilizado, presenta incontinencia de esfínteres y problemas al tragar (disfagia).
Puede presentar mutismo o lenguaje incoherente incomprensible (no es capaz de expresarse), por eso puede presentar deshidratación, infecciones, úlceras por caídas, etc.
Dura de 2 a 4 años, pasa la mayor parte del tiempo en cama, es incapaz de realizar cualquier AVDB y es totalmente dependiente de sus familiares y cuidadores.
Es muy importante el entorno; en las fases leves y moderadas pueden llegar a “compensar” la demencia con entornos próximos y rutinas repetitivas. Si el entorno cambia bruscamente, se descompensan y puede aparecer desorientación, ansiedad…
Debe realizarlo coordinadamente un equipo interdisciplinario (cada profesional interviene de forma distinta y específica): médico, psicólogo, pedagogo, logopeda, terapeuta ocupacional, trabajador social, etc.
El tratamiento farmacológico y otras técnicas no farmacológicas han de personalizarse y se han de adaptar a la persona que las va a recibir y a la fase de la enfermedad en que se encuentre la persona. Deben estar orientadas al contacto con su entorno y a las AVD, habilitación, rehabilitación, estimulación ambiental.
Numerosas hipótesis, pero ninguna concluyente (exposición a tóxicos, un posible traumatismo craneal oculto, infección, causas genéticas). En la actualidad, sigue siendo incurable.
Es una enfermedad del SNC, en la que están afectados el cerebro y la médula espinal.
En la EM se produce una pérdida de mielina, este material protege las fibras nerviosas del SNC que permiten la conducción de los impulsos eléctricos a fibras nerviosas. Esta pérdida deja cicatrices en las áreas afectadas (esclerosis).
Al destruirse la mielina, se pierde la capacidad de conducir los impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro y da lugar a la aparición de síntomas. La lesión de la mielina es reversible en muchas ocasiones.
Las causas exactas aún no se conocen. Es una respuesta anormal del sistema inmunológico hacia el propio organismo. Es una enfermedad autoinmune en la que el organismo ataca su propio tejido. La sustancia atacada es la mielina; también factores ambientales y genéticos contribuyen a su desarrollo.
Depende de las áreas lesionadas y de la persona. Fatiga, trastornos visuales, problemas de equilibrio y coordinación, espasticidad, alteraciones en la sensibilidad, trastornos del habla, problemas de vejiga, problemas de sexualidad y trastornos cognitivos y emocionales.
Al igual que en la esclerosis lateral amiotrófica, se asocian a la disartria mixta, aunque no es un síntoma constante en esta enfermedad.
Las principales diferencias son:
En la actualidad no existe un tratamiento curativo, aunque sí paliativo. Se deben aunar esfuerzos entre las diferentes disciplinas, tanto rehabilitadoras como habilitadoras, para programar un proyecto que tenga en cuenta a la persona en toda su dimensión.
Los tratamientos farmacológicos están dirigidos a modificar la evolución natural de la enfermedad. Algunos disminuyen la aparición de brotes y la progresión de la enfermedad; otros, los tratamientos y terapias sintomáticas, atenúan los síntomas asociados a la patología, actúan sobre la espasticidad, la fatiga, la ataxia, el temblor, la depresión, etc. Un buen tratamiento aporta tanto beneficios físicos como psicológicos.
Si la incapacidad evoluciona, se introducirán, de forma progresiva, ayudas técnicas y adaptaciones para las AVD. La figura del trabajador social como profesional más cercano a la persona enferma es muy importante, ya que es el que puede dar la voz de alarma de la progresión de la enfermedad; es muy importante la colaboración de los diferentes profesionales.
Es una enfermedad neurológica progresiva degenerativa del SNC de origen desconocido, afecta a las neuronas motoras que van desde el cerebro a la médula, y desde la médula a los músculos.
La progresión de la enfermedad es irregular, es decir, asimétrica, ya que evoluciona de forma diferente en cada parte del cuerpo. En ocasiones, esta graduación es muy lenta, desarrollándose a lo largo de los años.
En ningún momento las facultades intelectuales se ven afectadas; en algunos casos aparecen síntomas relacionados con alteraciones emocionales.
Se pueden distinguir diferentes etapas de afectación:
Etapas |
Características |
1ª |
|
2ª |
|
3ª |
|
4ª |
|
Las cuatro etapas comportan una serie de efectos psicológicos, que van desde la negación total, cuando se le diagnostica la enfermedad, pasando por fases de aislamiento, depresión y rabia.
En la actualidad se pueden distinguir tres formas de esclerosis lateral amiotrófica:
Los síntomas de presentación pueden ser de carácter nasal del habla o la dificultad para cantar. Las consonantes labiales se pronuncian con esfuerzo; más tarde, se pronuncian de forma imprecisa todas las consonantes y se produce un tono monótono, bajo. La voz hablada acaba perdiendo toda su modulación. Hay una constante degeneración en la afectación de los músculos laríngeos intrínsecos y extrínsecos y también labios, lengua y paladar.
No se ha encontrado ninguna cura, es necesaria la intervención uniforme y coordinada de un equipo interdisciplinar, cuyo objetivo común es aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida de la persona afectada y potenciar al máximo sus habilidades de autonomía.
Respecto al personal logopédico, su trabajo consistirá en enseñar a los usuarios tanto estrategias de adaptación como técnicas para ayudarles a hablar más alto y con más claridad, además trabajará la deglución y la respiración.
Para muchas de estas personas, la pérdida de movilidad y fuerza les preocupa menos que la disminución de la capacidad de hablar.