Portada » Economía » Fundamentos de la Empresa: Concepto, Elementos Clave y Formas Jurídicas
Una empresa es una organización que compra factores y los transforma para producir bienes y servicios que vende en el mercado.
Los elementos que integran esta definición son:
La finalidad de la empresa es atender a las necesidades de consumo de los individuos mediante la producción de bienes y servicios. La empresa es la pieza clave del sistema productivo y este, a su vez, forma parte del sistema económico. El sistema económico viene dado por la forma en que una sociedad resuelve los problemas económicos básicos. Se resumen en estas tres preguntas: ¿qué es lo que hay que producir?, ¿cómo hay que hacerlo?, ¿para quién se produce? El sistema de libre empresa se basa en el funcionamiento de los mercados para dar respuesta a las tres preguntas antes planteadas y la empresa es la responsable de la producción.
Las empresas, para llevar a cabo la función de producción, necesitan a las familias. Estas colaboran con las empresas aportando los factores necesarios para la producción, que son el trabajo y el capital. Por otro lado, las empresas suministran los bienes y servicios que permiten que las familias cubran sus necesidades. Esto conlleva unas contraprestaciones monetarias que se determinan en los mercados de bienes y servicios y constituyen el flujo circular de la renta.
Las empresas les pagan a las familias por el uso de los factores de producción y les cobran por los bienes y servicios que consumen. El consumo y la producción son las dos actividades clave en todas las relaciones de intercambio que se generan en la economía.
Para producir bienes y servicios, la empresa ha de contar con una serie de factores o elementos. Los elementos son: elementos humanos, el patrimonio, la organización y el entorno.
Son aquellas personas que están vinculadas de algún modo con la empresa. Pueden estar implicadas de forma interna o externa. Hay cuatro grupos:
Es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones de la empresa. Cabe distinguir tres categorías de bienes y derechos.
La combinación de los elementos humanos y los elementos que forman el patrimonio de la empresa para el logro de los objetivos se lleva a cabo en el seno de una estructura organizativa determinada. Esta define los papeles que deben realizar las distintas personas y elementos que forman la empresa y facilita su correcta coordinación por parte del empresario. Requiere establecer relaciones de autoridad, jerarquía y comunicación entre los elementos de la empresa.
El funcionamiento de la empresa como organización se basa en:
Comprende todos aquellos factores que son ajenos a la empresa como organización pero que condicionan su actuación. Incluye desde la normativa gubernamental hasta los proveedores y los clientes.
La importancia del entorno es creciente con el paso a una economía cada vez más competitiva en la que los clientes cuentan con mucha información y amplias posibilidades de elección. Las empresas diseñan estrategias, teniendo en cuenta las condiciones del entorno, para diferenciarse de sus competidores.
El entorno general comprende todos aquellos factores que son ajenos a la empresa pero que condicionan su actuación e incluye aspectos como la normativa o la tecnología.
El entorno general afecta a todas las empresas y está integrado por factores económicos, tecnológicos, político-legales y sociales.
El entorno puede suponer amenazas y oportunidades para las empresas, conceptos que están en la base del análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades).
El entorno específico está formado por un conjunto de factores que influyen sobre un grupo de empresas que tienen características similares y que desempeñan su actividad en un mismo sector productivo.
Entre los factores que integran el entorno específico de la empresa destacamos los siguientes:
En el entorno específico se muestran de forma directa las debilidades y fortalezas de la empresa, conceptos que también forman parte del análisis DAFO.
Para coordinar los elementos que integran una empresa, esta se divide en una serie de áreas funcionales que se coordinan para el logro de unos objetivos.
En el caso de una empresa industrial, las principales funciones son: recursos humanos, productiva, comercial, inversora, financiera y de planificación estratégica.
En las empresas de servicios no existe una función productiva propiamente dicha, ya que la actividad no consiste en la transformación y elaboración de productos, sino en la prestación de servicios o la distribución de productos.
El objetivo está condicionado por el tipo de empresa, su tamaño y sus características estructurales y situacionales; el contexto geográfico, histórico, político y social; así como la estructura de poder existente en el seno de la organización entre los distintos grupos que la integran.
El objetivo de una empresa es lo que desea conseguir durante un periodo de tiempo concreto. El objetivo básico de la empresa es maximizar los beneficios, que se logra cuando la diferencia entre el ingreso total y el coste total es la máxima posible.
El objetivo básico de la empresa consiste en maximizar el beneficio. Este objetivo se explica porque, a partir de la venta de los bienes y servicios producidos, la empresa pretende obtener los recursos necesarios para retribuir a los factores de producción que utiliza: el trabajo que emplea y el capital que los propietarios han invertido. Los propietarios que invierten su dinero en forma de acciones lo que pretenden es obtener la mayor rentabilidad posible del dinero que han invertido.
La conducta empresarial, más que por la maximización del beneficio, está guiada por un conjunto de objetivos tendentes a alcanzar un beneficio satisfactorio, razonable y estable. Dentro del conjunto de objetivos que parecen explicar el comportamiento empresarial cabe citar los siguientes:
Existe un interés creciente por conocer el papel que realiza la empresa, no solo desde una visión económico-financiera, sino también desde una perspectiva social.
Cuando una empresa desempeña su actividad, asume unos costes que se recogen en su contabilidad y se trasladan a los precios de mercado. Son los costes privados y de ellos se ocupan los directivos de la empresa.
Los costes privados son los que inciden exclusivamente en la propia empresa, se recogen como tales en su contabilidad y se trasladan a los precios.
Al llevar a cabo su actividad, las empresas generan externalidades, las cuales inciden en otras empresas o en la sociedad en general, pero no se recogen en la contabilidad de la empresa ni en los precios de mercado.
Una externalidad surge cuando una acción privada de una empresa tiene efectos externos que afectan a otras empresas pero que no se recogen en los precios de mercado.
Los efectos externos crean una divergencia entre los costes privados y los costes efectivamente padecidos o costes sociales.
Los costes sociales son el resultado de sumar a los costes privados los costes generados por la externalidad.
Por ejemplo, los vertidos de una fábrica de pieles que afectan a una piscifactoría aguas abajo.
La discrepancia entre costes privados y costes sociales evidencia la importancia de que las empresas consideren las consecuencias de su actuación desde una perspectiva global y que actúen con responsabilidad social.
La responsabilidad social de la empresa hace referencia a la conveniencia de que toda empresa considere, además de los efectos económicos privados, los efectos sociales que generan sus decisiones y actuaciones sobre el entorno.
Cabe destacar:
Debido a los importantes cambios en el mundo empresarial y a que el entorno es complejo, se tiene una visión del empresario con dos perfiles: como profesional y como emprendedor. Como profesional de la dirección, realiza la planificación y gestión de la empresa con independencia de que sea o no el propietario. Como emprendedor, es capaz de poner en marcha un proyecto empresarial, es decir, crea una empresa.
Son las siguientes: planificar, organizar, dirigir y controlar. Conforman lo que se da en llamar proceso administrativo.
Planificar es especificar los objetivos que deben alcanzarse y decidir anticipadamente las acciones a realizar para lograr tales objetivos. Planificar incluye analizar situaciones actuales, anticipar el futuro, determinar los objetivos, elegir estrategias y determinar los recursos que se necesitan. La planificación consiste en establecer un puente entre la situación actual y otra futura deseable. Es una actividad de reflexión previa a la acción. Implica analizar dónde se está y a dónde se quiere llegar.
Consiste en ordenar y coordinar los recursos humanos, financieros, físicos y de otro tipo que son necesarios para alcanzar los objetivos de la empresa. Las actividades son muy variadas: atraer buenos profesionales, agrupar empleos en unidades de trabajo, crear las condiciones para que las personas y las cosas trabajen de forma armoniosa. Organizar comprende el establecimiento de una estructura formal y estable de forma que cada uno tenga conocimiento de los papeles que ha de desempeñar para el logro de los objetivos empresariales. Es necesario organizar y coordinar cada departamento para llegar a los fines.
Radica en estimular a los miembros de la empresa para que desempeñen su actividad con altos niveles de rendimiento. Conlleva saber motivar y comunicarse con los empleados de forma individual y en grupo. Las labores suponen un contacto cercano con los colaboradores, ayudándoles en el logro de los objetivos de los equipos y de la organización. Pretende influir en las personas para que, de forma voluntaria, contribuyan a alcanzar los objetivos. Incide sobre el comportamiento humano y tiene un marcado carácter interpersonal, ya que opera con variables psicológicas en el manejo de personas y de grupos.
Consiste en supervisar el progreso y la implementación de los cambios que toda empresa debe llevar a cabo continuamente. Controlar permite que la empresa sepa si se están cumpliendo los planes o no, de forma que puedan ponerse en marcha los mecanismos correctores oportunos. El control se ejerce con referencia a los planes, mediante la comparación regular de las previsiones con las realizaciones y la valoración de las desviaciones habidas respecto a los objetivos. Sirve para ver si lo que se ha planificado se está cumpliendo.
Es una de las principales decisiones estratégicas que toda empresa debe tomar. Es una decisión a largo plazo, ya que compromete la actividad de la empresa para un largo periodo de tiempo. A su vez, es una decisión de gran alcance, ya que se relaciona con otros ámbitos de la actividad empresarial.
La localización de una empresa es el lugar elegido por el empresario para ubicar físicamente su actividad productiva. No debe confundirse con el domicilio social o fiscal de la empresa, que puede no coincidir.
La decisión de localizar una empresa depende de una serie de factores, llamados factores locacionales. Cabe destacar:
Existen diversos tipos de empresas con grandes diferencias entre ellas. Todas tienen los mismos rasgos generales y un objetivo común: producir bienes y servicios y obtener un beneficio o excedente.
Las empresas pueden clasificarse según:
Un sector económico está integrado por un grupo de empresas que llevan a cabo una actividad similar. Los principales sectores económicos son:
Según el tamaño, las empresas se clasifican en:
Se pueden dividir en dos grandes grupos, según sean personas físicas o jurídicas. La empresa puede adoptar dos formas: empresario individual y comunidad de bienes. En el caso de que las empresas sean personas jurídicas, cabe hablar de sociedades mercantiles, sociedades civiles y sociedades cooperativas.
El empresario individual es aquella persona física que, en nombre propio y por medio de una empresa, realiza una actividad comercial, industrial o profesional. Toda la responsabilidad recae sobre él. Es necesario ser mayor de edad y estar en plenas facultades mentales.
Es ideal para empresas de muy reducido tamaño, ya que requiere menos gestiones y trámites para realizar su actividad. El empresario posee el control total de la empresa y dirige su gestión. Muchos pequeños negocios adoptan esta forma jurídica, como una peluquería, un bar; en general, se corresponde con el autónomo.
Una comunidad de bienes es un contrato por el cual la propiedad de una cosa o de un derecho pertenece en común, sin dividir, a varias personas.
La mayoría de los elementos comunes de los edificios pertenecen proindiviso a los distintos comuneros que son propietarios de los distintos pisos. Es frecuente que las notarías que son propiedad de varios notarios adopten la forma jurídica de comunidad de bienes.
Tienen una personalidad distinta a la de sus propietarios. La persona jurídica nace con motivo de la inscripción en el Registro Mercantil, lo que le confiere a la sociedad resultante capacidad para ser titular de derechos y obligaciones.
La sociedad civil se establece mediante un contrato por el que dos o más personas ponen en común dinero, bienes o industria, con el propósito de repartir entre sí las ganancias.
En 2007, se aprobó la Ley de Sociedades Profesionales, que regula la posibilidad de que los profesionales constituyan sociedades para el ejercicio de una determinada actividad profesional. Dos rasgos son:
La sociedad mercantil está formada por diversas personas que reúnen un fondo patrimonial común para colaborar en la explotación de una empresa, con la finalidad de obtener un beneficio y participar en el reparto de las ganancias.
Todas las sociedades mercantiles deben formalizar su constitución mediante escritura pública e inscribirse en el Registro Mercantil.
Cabe distinguir entre: sociedades personalistas y sociedades capitalistas.
Las sociedades personalistas son aquellas en las que la gestión corresponde a los socios, y por ello son más importantes las características personales de cada uno de ellos que el capital en sí. Cabe destacar la sociedad colectiva y la sociedad comanditaria simple.
Las sociedades capitalistas son aquellas en las que la aportación de capital es más importante que las características personales de los socios. La responsabilidad de los socios está limitada a la aportación de capital. Las más representativas son la sociedad de responsabilidad limitada, la sociedad anónima y la sociedad laboral.
Las sociedades de interés social son un tipo de empresas cuyo objetivo fundamental no es tanto alcanzar un beneficio, sino satisfacer las necesidades comunes de sus miembros. La categoría más relevante la forman las sociedades cooperativas.
Dentro de las sociedades personalistas, se encuentran la sociedad colectiva y la sociedad comanditaria simple.
La sociedad colectiva es la sociedad mercantil de carácter personalista en la que los socios, en nombre colectivo, se comprometen a participar, en la proporción que establezcan, de los mismos derechos y obligaciones, respondiendo subsidiaria, personal y solidariamente de las deudas sociales.
No es muy frecuente, ya que no aporta claras ventajas respecto a otras formas societarias y la responsabilidad de los socios es ilimitada.
Una sociedad de responsabilidad limitada es una sociedad de carácter mercantil en la que el capital social está dividido en participaciones sociales indivisibles y acumulables. Este capital se integrará por las aportaciones de los socios, quienes no responderán personalmente de las deudas sociales.
Es la más utilizada por las empresas de tamaño pequeño o mediano porque es muy flexible y se ajusta a sus necesidades. Es la más apropiada para empresas con pocos socios y que no necesitan una cifra elevada de capital.
Una sociedad anónima es una sociedad de carácter mercantil en la que el capital social, que estará dividido en acciones, se integrará por las aportaciones de los socios, quienes no responderán personalmente de las deudas sociales.
Es el tipo de sociedad que se adapta mejor a las necesidades de las grandes empresas. Todas las empresas que cotizan en bolsa necesariamente han de adoptar la forma de sociedad anónima.
Las facultades y deberes de los administradores se concretan en:
Las causas de disolución y liquidación son las siguientes:
Una sociedad laboral es una sociedad anónima o una sociedad de responsabilidad limitada en la que la mayoría del capital social es propiedad de los trabajadores que prestan en ella servicios retribuidos en forma personal y directa.
Una sociedad laboral también puede existir cuando como socio figura, además de un grupo de trabajadores, alguna entidad pública.
El capital social de una sociedad anónima se divide en partes iguales y cada una de ellas se denomina acción. Se representan en dos formas posibles:
Existen dos tipos de acciones:
Cuando la empresa hace una ampliación de capital, otorga a sus accionistas un derecho preferente a suscribir nuevas acciones para que puedan mantener la misma proporción de capital que poseían antes de la ampliación. Este derecho es valorable económicamente y el accionista puede optar por comprar nuevas acciones o por vender este derecho de suscripción, como compensación por la pérdida de poder que sufre ante la ampliación de capital. La empresa debe especificar la relación que existe entre las acciones nuevas y las antiguas.
Reservas: Parte de los beneficios de una empresa que, en lugar de distribuirlos, se retienen para atender necesidades futuras.
Datos del ejercicio:
Cálculos:
La cooperativa es una empresa que pertenece a sus socios, quienes se reparten los beneficios de su actividad. Está formada por un conjunto de personas que se asocian para realizar una actividad económica beneficiosa para todas ellas.
La cooperativa española con mayor poder económico es la Corporación Mondragón, que ha creado un grupo de empresas con actividad en sectores muy diversos.
