Portada » Lengua y literatura » El Teatro Español de Posguerra y las Claves del Texto Argumentativo
El teatro durante el franquismo estuvo marcado por la censura, que ejercía un severo control sobre el contenido de las obras. En la década de 1940, tuvo éxito el teatro de evasión y enredo, así como la alta comedia, que desarrollaba temas burgueses. Se pueden distinguir dos tendencias principales: el teatro humorístico y el teatro social. En la década de 1960, apareció el teatro experimental. Con la llegada de la democracia, la censura desapareció y entraron novedades extranjeras.
Surgió una nueva corriente de humor intelectual que fundaba su eficacia cómica en la ruptura de las convenciones realistas.
A finales de la década de 1940, surgió una corriente teatral realista que reaccionó frente a la banalidad dominante. Su objetivo era denunciar la injusticia, las desigualdades y la falta de autenticidad de la sociedad.
Fue el iniciador y principal representante de esta corriente. Su estilo es sobrio, con personajes que se expresan con un lenguaje sencillo pero elaborado y de fuerte expresividad dramática. Es un teatro en el que el texto cobra protagonismo y consigue eliminar la distancia entre el escenario y los espectadores, logrando que ellos lleguen a comprender al personaje.
Buero Vallejo fue un autor solitario y solidario. Sus obras combinan elementos muy diversos: realismo, simbolismo, reflexión existencial y crítica social. La acción se sitúa con frecuencia en una época pasada, un recurso que le permitía analizar problemas de su época con la objetividad del distanciamiento que propicia el paso del tiempo.
En la década de 1960, surgió una corriente que se propuso subvertir el concepto tradicional de teatro, alejándose de las convenciones realistas dominantes. Se trata de un teatro experimental, al que pueden adscribirse autores como José Ruibal (Los mendigos, El hombre y la mosca) y, sobre todo, Fernando Arrabal, quien se convirtió en un claro exponente de esta corriente con obras como El triciclo o Picnic.
En este contexto de experimentación, desde finales de los 60, surgieron distintos grupos teatrales que abordaron nuevos temas y formas de representación en las llamadas «salas alternativas». Son las compañías de teatro independiente, entre las que destacan:
Son textos argumentativos aquellos en los que se defiende una idea aportando razones que la justifiquen. Teniendo en cuenta su intención comunicativa, se pueden destacar tres características:
Se componen de tres elementos fundamentales:
Algunos argumentos se apoyan en tópicos o valores mayoritariamente aceptados:
