Portada » Tecnología » Masillas para Carrocería: Propiedades, Tipos y Proceso de Aplicación
Las masillas son materiales de relleno utilizados en la reparación de carrocerías para igualar las superficies una vez reparada la abolladura. Las cualidades que debe reunir son:
Están compuestas de dos partes: el relleno y el endurecedor.
Es el peróxido de dibenzoílo, que actúa como agente acelerador de la reacción química de endurecimiento de la masilla.
Es de dos componentes y tiene buena adherencia sobre aceros convencionales, fibra de vidrio y otros sustratos, aunque algunos pueden requerir una imprimación de anclaje.
Masilla bicomponente. El tipo de pigmento que emplea son microesferas de plástico, que le proporcionan una densidad baja y una excepcional sencillez para ser aplicada y lijada. Cubre con facilidad las imperfecciones y se puede aplicar sobre superficies pintadas, metal desnudo o fibra de vidrio.
Masilla de dos componentes formada por resinas de poliéster reforzadas con fibra de vidrio como parte de los pigmentos de relleno. Su aplicación sobre el soporte y posterior lijado es algo más compleja. Esta masilla se puede aplicar sobre hierro, acero y plásticos de poliéster reforzados con fibra de vidrio. Se emplea para reparaciones en las que se han producido pequeños agujeros en la carrocería.
Masilla de un solo componente cuya resina es acrílica o celulósica. Se aplica para la reparación de arañazos o poros sobre la superficie de la masilla, el aparejo o la pintura. Su ventaja es que se aplica directamente sobre la capa de pintura sin necesidad de aplicar aparejo. Es de escasa resistencia mecánica. Para su aplicación, hay que hacer bastante presión sobre la espátula y dejar secar 20 minutos.
Masilla de dos componentes que se emplea para rellenar deformaciones producidas en la reparación de los plásticos. Su diferencia está en la composición del ligante, que incorpora pequeñas cantidades de resina epoxi que mejoran el agarre, optimizando la adherencia sobre sustratos como el plástico. Mejora la flexibilidad una vez curada y presenta gran resistencia al impacto gracias al aditivo elastificante que también se le añade.
De un solo componente, se utiliza sobre elementos de plástico para tapar porosidades e imperfecciones menores. Su aplicación es indispensable en los plásticos elastómeros que se tratan por primera vez. Se deben aplicar pequeñas cantidades describiendo círculos con un paño para introducirla bien. Finalmente, retiramos el sobrante pasando un paño limpio sobre la superficie, con lo que la pieza estará lista.
Masilla de dos componentes apropiada para fondos cincados, aunque se puede emplear para acero, aluminio y plástico. Contiene pequeñas cantidades de zinc y resina epoxi que mejoran el agarre y proporcionan protección anticorrosiva.
Masilla similar a las anteriores que combina cargas de zinc con otras de aluminio.
Material de relleno con elasticidad para cubrir desniveles que existen en superficies de gran tamaño o para aislar masillas con el fin de evitar la formación de manchas. Resulta necesario que las piezas estén bien desengrasadas y matizadas.
Existen diferentes métodos de aplicación:
Se emplea en zonas pequeñas que requieren ciertos espesores. Presenta varias ventajas:
Es recomendable seguir siempre las instrucciones del fabricante para una correcta preparación y aplicación.
Limpieza general y enmascarado si fuese necesario.
Si hay una zona próxima no dañada, se recomienda enmascararla para evitar posibles arañazos del lijado o la aplicación accidental de masilla.
Después del enmascarado, comenzamos con el desengrasado. Esto es muy importante para una óptima adhesión de la masilla sobre la chapa. La pérdida de adhesión suele ser por aceites, grasas, ceras y polvo en la chapa. Para ello, limpiamos con disolventes desengrasantes y aire comprimido.
Comenzamos con una lija P80 para eliminar la pintura dañada o el óxido. Prepararemos un área que sobrepase la zona de la reparación unos 5 o 10 cm. Uno de los objetivos del lijado para la posterior aplicación de masilla es asegurar el agarre en las zonas de transición entre las superficies de pintura y las zonas de chapa desnuda.
Elegiremos el tipo de masilla apropiada y compatible con la pieza. Al abrir el bote, es recomendable mezclar bien el contenido, ya que la resina y las cargas tienden a separarse en la lata. También debemos masajear el tubo de endurecedor para asegurar que salga un producto homogéneo. Si no se mezcla adecuadamente, la masilla puede contener proporciones incorrectas de resina y cargas, y el catalizador no se ajustará correctamente, ya que solo reacciona con la resina. Cuando la cantidad a reparar es grande, resulta mejor realizar la aplicación en dos veces, puesto que se realiza mejor la mezcla. Antes de mezclar, es recomendable cerrar el tubo de endurecedor y el bote de masilla para que sus bordes se mantengan limpios.
La dosificación del endurecedor se puede realizar empleando dosificadores diseñados a tal efecto o simplemente pesando la cantidad de masilla en la báscula y añadiendo el porcentaje correspondiente, que suele estar entre un 1% y un 3%. Una cantidad mayor de endurecedor que la recomendada provocará no solo un curado más rápido, sino también de peor calidad, ya que al aplicar las capas de aparejo, reaccionará con los pigmentos y resinas, modificando el color y provocando manchas. Por el contrario, si la cantidad de endurecedor es insuficiente, habrá una falta de endurecimiento y, cuando lijemos, las lijas se embozarán y crearán surcos.
