Portada » Psicología y Sociología » Perspectiva Sistémica, Intervención Familiar y Detección de Riesgos Psicosociales
La Familia es un sistema humano basado en relaciones principalmente afectivas o de consanguinidad, que facilitan el desarrollo de las personas que conforman dicho grupo y hacen posible la adquisición de determinadas estrategias de maduración íntegra del ser humano dentro y fuera del marco familiar. No es estática ni inmutable, sino que sufre un continuo proceso de transformación.
Tres vías dan coherencia a la perspectiva sistémica:
La estructura familiar sufre diversos procesos de transformación, incluyendo:
Es el conjunto de técnicas, métodos, recursos y elementos encaminados a fortalecer las capacidades evidentes y latentes que tienen como objetivo el refuerzo de los vínculos que unen a los miembros de un sistema familiar para que puedan alcanzar los objetivos que tiene la familia como agente o institución educativa.
La perspectiva sistémica se nutre de conceptos provenientes de la Teoría General de Sistemas (Von Bertalanffy), la Cibernética y la Teoría de la Comunicación (Bateson, Jackson, Watzlawick).
Los miembros del grupo familiar interactúan entre sí de modo que existe entre sus comportamientos un alto nivel de feedback (retroalimentación).
Todo comportamiento o actividad humana conlleva la existencia de un proceso comunicativo, y este hecho constituye un vehículo de información que establece lazos de relación entre los miembros.
Un modelo de familia normalizada es aquella que establece entre sus subsistemas relaciones con un nivel medio de apertura y en la que los miembros que componen cada subsistema desempeñan un rol diferenciado del resto, existiendo clara diferenciación de objetivos y responsabilidades dentro de la agrupación.
La intervención sistémica plantea que las características de la organización familiar en la que el individuo está inmerso son las que fundamentan el motivo de intervención. No toma como punto de partida la patología del paciente designado.
Existe un claro interés terapéutico por las interacciones que se producen dentro del sistema. Los mecanismos de intercambio familiar definen y aportan vías de descubrimiento de la verdadera información y comunicación que se intercambian los pertenecientes a un mismo grupo familiar. Su idea central es introducir un cambio significativo en los mecanismos de interacción familiar, en el conjunto del sistema y, por ende, en la persona designada como paciente.
La escuela es el principal espacio de socialización y desarrollo. Es el lugar con más posibilidades para trabajar la prevención, la identificación y el tratamiento del maltrato infantil.
El maestro conoce bien a sus alumnos, pasa mucho tiempo con ellos, puede percibir con facilidad lo que sucede, es la figura afectiva más importante para los niños y les proporciona protección.
La prevención es posible cuando los maestros:
El profesional nunca debe pensar que no es asunto suyo, que la situación no tiene remedio o que notificar es sinónimo de denunciar.
Los factores de riesgo nos ayudan a entender mejor al niño, tener más información, saber si se pueden llevar a cabo acciones desde el colegio y valorar la situación.
Detectar implica reconocer o identificar la existencia de una posible situación de maltrato infantil.
El profesor es un agente externo, el primero en reconocer problemas porque:
La detección se realiza mediante indicadores, que son señales repetidas de que algo va mal:
Las mujeres son más susceptibles a padecer trastornos del estado de ánimo.
Se mencionan tres tipos principales:
El diagnóstico requiere que los signos se mantengan la mayor parte del día, casi a diario y durante al menos dos semanas. Estos trastornos también afectan a niños y jóvenes, donde se da la comorbilidad (coexistencia de trastornos, como ansiedad y depresión).
Su prevalencia ha ido en aumento.
