Portada » Educación Artística » Fundamentos del Lenguaje Visual: De la Percepción al Diseño de Producto
El concepto de función y forma abarca todo aquello que mejora y resuelve las necesidades del usuario. Se trata de entender cómo podemos vivir mejor, comprender al usuario y dar forma a un producto para cubrir una necesidad específica.
Para percibir la realidad, distinguimos sus elementos diferentes y unimos sus elementos semejantes. Existen dos enfoques principales para este proceso:
La Gestalt (enfoque sintético) es una filosofía desarrollada por psicólogos en el siglo XX como reacción a la teoría conductista. Sostiene que lo importante es la estructura en conjunto de lo percibido. El proceso de la percepción visual es activo y su clave principal es la pregnancia: la organización psíquica tenderá a ser la mejor posible. La regularidad, simetría, simplicidad, continuidad y unificación mejoran la pregnancia. La pregnancia de un dibujo es la capacidad que este tiene para captar la atención del observador por su simplicidad.
La percepción es un proceso de organización de los datos sensoriales que sigue ciertas categorías y leyes:
El proceso perceptivo utiliza los datos recibidos a través de la experiencia, convirtiéndose en una actividad sencilla y enriquecedora.
Para comprender los fenómenos visuales, se realiza un proceso de percepción selectiva que contiene varias fases:
Las leyes de la psicología de la forma se basan en los siguientes parámetros:
Se perciben fuerzas psicológicas en los objetos visuales. Los cambios deben realizarse en búsqueda de un desequilibrio consciente. Las propiedades que influyen en el equilibrio son:
El ser humano procesa la información visual de lo global a lo particular. La forma tiene dos sentidos: por un lado, cada forma se percibe como perteneciente a una clase de formas.
Se define por la verticalidad, la horizontalidad y la profundidad de las tres dimensiones físicas. El estado más primitivo del espacio es la unidimensionalidad (una sola dirección). La tridimensionalidad es la percepción del espacio profundo. Para representarla se usan varios recursos:
A través de ella percibimos las formas, los colores, los espacios y los movimientos, porque incide en los objetos y se proyecta sobre el plano bidimensional de la retina. Sus variables son la dirección, la intensidad y la calidad. La reflectancia es el porcentaje de luz reflejada. Las sombras propias se encuentran directamente sobre los objetos, mientras que las sombras arrojadas son aquellas que un objeto proyecta sobre otro.
El color no está en los objetos, sino en la percepción. Los factores que informan sobre él son el matiz o tono, la saturación o pureza y la luminosidad o claridad.
Se percibe a causa de los cambios o acciones. En los sucesos, el movimiento actúa como una secuencia, y es el espacio el que define las fuerzas. La experiencia visual del movimiento puede ser debida a tres factores:
En la percepción, el movimiento se establece con un marco de referencia (inmóvil) y un objeto dependiente (móvil).
La forma define la apariencia de las cosas, permitiendo configurar objetos y distinguirlos de los demás. A lo largo de la historia, el punto de partida para las creaciones han sido las formas naturales, las cuales tienen funciones concretas regidas por las leyes de la naturaleza. Las formas creadas por el ser humano son artificiales y adquieren significado según lo que representan.
La funcionalidad de los objetos creados mantiene una estrecha relación con la figura humana y sus proporciones. Se trata de relacionar con coherencia el tamaño y las proporciones de las cosas con el cuerpo humano para que sean funcionales y evitar dificultades de uso. Es crucial tener en cuenta las costumbres, las influencias sociales y las características antropométricas.
Las formas básicas son el punto, la línea y el plano, que adquieren apariencias según sus atributos y la manera en que se relacionan entre sí y con otros elementos de su entorno. Estos elementos se utilizan en el diseño gráfico como herramientas para comunicar. Las relaciones entre ellos son muy diversas:
El color se utiliza tanto por su valor estético como por ser un elemento de comunicación con valor de signo. Posee características propias que hacen cambiar los significados. Las combinaciones de colores generan fuertes cargas psicológicas. Los diseñadores lo utilizan para atraer y mantener la atención, así como para transmitir información.
La textura se manifiesta a través de los materiales, tanto desde la estética como desde la función. Existen texturas tridimensionales (físicas, creadas con materiales) y texturas bidimensionales (no físicas, creadas a través de dibujo, impresión, derrame de líquidos, teñido, ahumado, quemado o collage). Las texturas crean valor expresivo en las imágenes, dando un mayor atractivo visual a un diseño.
La importancia de la luz viene determinada por su papel fundamental para la percepción de todo lo que nos rodea y por la lectura que hacemos de ella.
En los años 40 y 50, tras la Segunda Guerra Mundial, el diseño industrial atraviesa dificultades. Muchos diseñadores abandonan su patria o son perseguidos. Surge una estética de luminosidad, con interiores espaciosos y colores vivos.
Se caracterizó por la búsqueda de formas honestas y funcionales.
Se basa en la funcionalidad, el minimalismo, el confort y la estética, tomando el cuerpo humano como referencia. La Real Academia de Bellas Artes de Dinamarca fue un centro clave. Se considera tanto el cuerpo humano como el tamaño del salón, favoreciendo muebles prácticos, funcionales y ergonómicos. Se aprovecha el espacio al máximo con muebles multifuncionales, líneas rectas depuradas, sencillez, uso de madera y colores claros y neutros para ganar luminosidad. Ejemplos: The Round Chair de Hans Wegner y la Silla Modelo 7 de Arne Jacobsen.
Busca el confort, la sencillez y la buena calidad, enfocándose en los aspectos positivos de la vida. Predominan la madera y el cuero. Ejemplo: Silla Y de Hans Wegner.
Influenciado por la publicidad y el consumismo. No se piensa en una habitación, sino en el objeto individual.
Ejemplos de la época incluyen el Anfiteatro de Perón (plástico y hormigón), el edificio de Correos y Telégrafos y el Teatro Municipal.