Portada » Economía » Estructura y Ejecución de Proyectos: Metodología, Fases y Organización de Equipos
La primera fase es la definición del proyecto, que consiste en actividades organizadas para satisfacer una necesidad o resolver un problema. A continuación, se detallan los pasos necesarios para cumplir con el objetivo:
El proyecto debe responder a las siguientes preguntas clave: ¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Dónde?, ¿Cómo?, ¿Quiénes?, ¿Cuándo?, ¿Con qué? y ¿Cuánto cuesta?
El objetivo es redactar los objetivos del proyecto y la metodología para llevarlo a cabo. El documento debe ser claro y comprensible, e incluirá los siguientes elementos:
La selección y organización del equipo dependen de la naturaleza del trabajo, por ejemplo, si se realiza con una empresa de ingeniería. Una vez finalizada la negociación, se procede a la ejecución. El texto establece un contexto específico para la formación del equipo humano:
Depende del tipo de organización que tenga la empresa, del tamaño y la importancia del proyecto. Esta estructura se define antes del contrato y generalmente exige personal formado por el director, el ingeniero y tres coordinadores. El ingeniero es el interlocutor diario y más visible. Según el tamaño del proyecto, esta función puede ser asumida por el ingeniero de proyecto.
Su participación es muy activa durante la negociación y la presentación de la oferta. Quien genera la oferta es quien posee el mayor conocimiento. La primera y más importante decisión es nombrar al director. Si existe un director de oferta, este puede convertirse en el director de proyecto.
El equipo que participó en la oferta no necesariamente tendrá participación directa en la ejecución del proyecto; esta recaerá en el personal de procesos y de compras. El equipo de proyecto responderá a una estructura determinada. Si la empresa de ingeniería está organizada por proyectos, los problemas serán mínimos; en caso de organizaciones totalmente funcionales, el desafío es mayor. En cualquier caso, se establecerá un organigrama de proyecto.
El trabajo se distribuirá de acuerdo con las tareas a realizar, siendo el director del proyecto el máximo responsable. El tamaño del proyecto determinará el número de ingenieros necesarios.
El ingeniero residente reaparece en la fase de prueba y puesta en marcha. La ingeniería básica es realizada por los departamentos técnicos. En esta fase también intervienen las unidades de compra.
La empresa mantendrá relaciones frecuentes con la propiedad (cliente), organismos oficiales, suministradores y contratistas. Dado que estas relaciones, junto con las internas, afectan a todo el personal, se hace necesario el manual de coordinación.
Su finalidad es regular de forma clara las relaciones del personal. En la relación externa, regula mecanismos de tipo práctico que no aparecen en el contrato. En la parte interna, permite que todos los participantes se conozcan y revela lo que se espera de cada uno.
La redacción del manual obliga a estudiar la organización, lo que facilita un avance significativo. El manual es elaborado por el director de proyecto y sus colaboradores, y debe ser aprobado por la propiedad y el suministro de proceso.
El conocimiento y la fluidez de toda la información permiten desarrollar proyectos realistas y económicos. Las normas internas facilitan la organización de muchos trabajos y el establecimiento de procedimientos repetitivos. Cuanto más especializada sea la empresa, más fácil será normalizar sus productos.
Existen dos grupos principales de normas:
Las normas más utilizadas en el sector incluyen: ASTM, ASME, API, ASA, NFPA, NEMA, ANSI, MSS.
Cualquier proyecto exigente debe utilizar equipos y materiales disponibles en el mercado, consultando catálogos. El intercambio de puntos de vista con estos actores ayuda a generar mejoras y a satisfacer nuevas necesidades. El conocimiento de contratistas capacitados y con experiencia es también fundamental.