Portada » Medicina y Salud » Protocolo de Evaluación Nutricional y Prescripción Dietoterapéutica Clínica
Nota: La talla debe expresarse en metros.
Plan de alimentación de consistencia normal, digestibilidad común, con selección de proteínas de BVB y AVB 60:40, con selección de carbohidratos de baja y media carga glicémica 90:10, con sacarosa y fructosa añadida, con selección de lípidos 25-30%, saturados, poliinsaturados, monoinsaturados en relación 7:8:10, relación N6:N3 5:1, <1% de grasas trans. Fibra 29 gr/día, suplementado en B12 (1000 mcg), calcio (1000 mg) y vitamina D (1000 UI). Volumen total y parcial normal, horario normal distribuido en 3 comidas principales + 2 colaciones diurnas, temperatura normal, sabor umami.
Adulto, sexo femenino de 26 años de edad, con estado nutricional normal según IMC (OMS 2004). Perfil lipídico y glicemia en ayunas en rangos normales, al igual que vitamina D plasmática. Sin embargo, vitamina B12 plasmática se encuentra en rangos inferiores a lo normal, evidenciando déficit de esta, asociado a su dieta pescetariana. Examen físico sin alteraciones.
Según anamnesis alimentaria, se observa una ingesta energética suficiente con un 102% de adecuación. La dieta es suficiente en Carbohidratos (CHO) (104%) y Lípidos (93%), pero presenta un exceso de Proteínas (129%). Los CHO son la mayor fuente energética con un 57% del Valor Calórico Total (VET), seguidos por los Lípidos con un 27% y las Proteínas con un 16%.
Por otra parte, se observa una baja frecuencia semanal de legumbres, lo que sugiere un bajo aporte de hierro no hemínico y proteínas. Sin embargo, destaca un consumo suficiente de frutas, cereales integrales, semillas y frutos secos, lo que contribuye a un adecuado aporte de fibra, vitaminas (como vitamina C y del complejo B) y minerales (como potasio, magnesio y antioxidantes), contrarrestando el bajo consumo diario de verduras (1 porción diaria). La presencia de pescados cumple con la recomendación semanal, contribuyendo a un adecuado aporte de ácidos grasos esenciales omega-3, proteínas de alto valor biológico y hierro hemínico. La ausencia de lácteos pone en riesgo el aporte suficiente de calcio; no obstante, la suplementación de calcio y vitamina D cumple con el requerimiento diario, evidenciando una adecuada presencia de este mineral en el organismo.
El nulo consumo de carnes rojas produce un bajo aporte de hierro hemínico y vitamina B12, la cual, a pesar de ser suplementada a diario, no logra cubrir su requerimiento diario (evidencia en examen de B12 plasmática ya mencionada), generando un riesgo de anemia ferropénica y/o megaloblástica. Se observa un consumo no elevado de dulces, con una frecuencia de 2 veces por semana.
En relación con sus horarios de alimentación, realiza 3 comidas principales al día con 2 comidas intermedias, las cuales tienen una estructura adecuada y horarios apropiados entre cada una.
66 gr * 4 kcal/gr = 264 kcal (12,5% del VET)
0,3 * 2100 kcal = 630 kcal
630 kcal / 9 kcal/gr = 70 gr
0,57 * 2100 kcal = 1197 kcal
1197 kcal / 4 kcal/gr = 299 gr
Creada para prevenir y tratar la hipertensión. Incluye frutas, verduras, granos integrales, lácteos descremados, pescado, pollo, legumbres, semillas y aceites vegetales. Limita sodio, carnes grasas, lácteos enteros, aceites tropicales y bebidas azucaradas. Su principal función es tratar o prevenir la hipertensión, siendo baja en sal y rica en potasio, magnesio, calcio, proteínas y fibra.
Rica en aceite de oliva, frutas, verduras, legumbres, pescado, frutos secos y cereales integrales. Incluye consumo moderado de vino y pollo/pescado. Limita carnes rojas, ultraprocesados y azúcares añadidos. Su principal función es la reducción del riesgo cardiovascular, la prevención de la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico.
Única que combina alimentos específicos (42g nueces, 50g soya, 20g fibra soluble, 2g esteroles vegetales). Su principal función es reducir el colesterol LDL en un 20%-30%, mejorar la salud vascular y reducir el riesgo cardiovascular.