Portada » Psicología y Sociología » Comportamiento y Dinámicas Organizacionales: Clima, Cultura y Productividad Laboral
La psicología organizacional se encarga del estudio del individuo dentro de un contexto organizacional. Es considerada la disciplina que estudia científicamente el comportamiento de los individuos en un determinado centro organizacional, para lo cual hace uso de métodos como la observación y la experimentación para medir y registrar.
Zepeda define la psicología organizacional como la rama que se dedica al estudio de los fenómenos psicológicos individuales al interior de las organizaciones.
Mazabel la define como la rama de la psicología que estudia la interrelación entre los trabajadores y la empresa.
Se define como la ciencia aplicada de carácter social que observa el desempeño del ser humano en su medio laboral. Intenta dar a conocer los diferentes procesos psicológicos que se desencadenan en la interdependencia.
Estas teorías buscan definir la concepción ideológica del individuo y la organización desde los siguientes ejes:
Taylor refiere que el ser humano es un engranaje en la máquina de la eficiencia y la productividad, motivado por el temor y la necesidad de dinero para sobrevivir, por lo que respondía únicamente ante las recompensas salariales.
Esta teoría interpreta los cambios del entorno y la empresa con el propósito de comprender los procesos sociales, estudiando en profundidad la influencia del ambiente de trabajo en la productividad, así como en los accidentes laborales. Considera al ser humano como un ser social, pensante, íntegro y con sentimientos, que necesita formar parte de un grupo y ser reconocido.
Esta teoría refiere que la organización es un sistema que interactúa con el ambiente, compuesto por diferentes elementos que mantienen entre sí un mínimo de cooperación para alcanzar objetivos comunes y propios.
Las organizaciones presentan dos clases de sistemas:
Intenta alcanzar el objetivo de la organización utilizando de modo racional los medios disponibles, controlando el comportamiento de los individuos y de los grupos para hacerlo previsible. El estudio de este sistema puede ayudar a interpretar los comportamientos observados en las organizaciones.
El sistema formal produce presiones de diversos tipos a las que el individuo responde por medio de comportamientos, relaciones y estrategias no previstas por la organización.
Los objetivos fundamentales en los programas de cambio son:
Consiste en diseminar la información acerca de los problemas y las posibles soluciones, concientizando a las personas sobre su situación actual y estimulándolas para que sugieran cómo mejorarla.
Consiste en promover el cambio mediante el aprendizaje de nuevos conocimientos, actitudes y conductas.
Se basa en principios de racionalidad, pero a través del convencimiento. Es una estrategia ideal cuando la organización no reconoce la necesidad del cambio.
Esta estrategia puede ser muy útil cuando el consultor prevea una fuerte oposición al cambio, dado que, de esta manera, los sujetos de la organización estarán obligados a aceptar sus indicaciones.
El clima y la cultura organizacional constituyen dos componentes de esencial importancia para la elevación de la productividad laboral. El clima organizacional es un elemento clave en el proceso de socialización del conocimiento y la cultura.
Una organización laboral puede verse como un microambiente, un subconjunto abierto limitado en el espacio y el tiempo, compuesto por individuos, puestos y áreas de trabajo, sus actividades y una variedad de elementos, tanto del medio físico o natural como de carácter cultural.
El ambiente laboral está constituido por tres determinantes:
Hablar de clima organizacional implica tratar un grupo de componentes y determinantes que, en su conjunto, ofrecen una visión global de la organización. Como noción multidimensional, comprende el medio interno de la organización, incluyendo:
El clima organizacional ejerce una significativa influencia en la cultura de la organización. Esta comprende el patrón general de conductas, creencias y valores compartidos por sus miembros. Los miembros de la organización determinan en gran parte su cultura y, en este sentido, el clima organizacional ejerce una influencia directa, porque las percepciones de los individuos determinan sustancialmente las creencias, mitos, conductas y valores que conforman la cultura de la organización. La cultura, en general, abarca un sistema de significados compartidos por una gran parte de los miembros de una organización que los distinguen de otras. Sus dimensiones incluyen:
Un trabajador es un ser biopsicosocial. Por tanto, su salud, bienestar y felicidad son partes integrantes no solo de la vida, sino también del trabajo. Sin embargo, el bienestar y la felicidad no se pueden administrar, porque son reflejo de la armonía física y psicológica con el medio. Su percepción es también vital.
Los líderes de una organización desempeñan un papel activo en la formación y el reforzamiento del clima y la cultura organizacional. Ellos determinan qué se debe atender, medir y controlar; participan en los incidentes críticos y las crisis empresariales; planifican la enseñanza y el adiestramiento, y establecen los criterios para el reclutamiento, selección, promoción, jubilación y segregación de los empleados.
Existen también otras formas que complementan el proceso de creación y reforzamiento del clima y la cultura en una organización, como los diseños de estructuras, la organización y las declaraciones formales sobre lo que es importante para la empresa, etcétera. Estos mecanismos conforman actitudes y modos de hacer que, en la medida en que prueben su efectividad, pasarán a formar parte del clima y la cultura organizacional.
El proceso de socialización organizacional es aquel mediante el cual las normas, valores y contenidos esenciales del clima y su cultura se transmiten a los nuevos miembros del grupo. Este proceso consta de dos fases:
El proceso de socialización tiene como objetivo fundamental incorporar nuevos miembros a la organización por medio de los cuales se transmita y renueve la cultura con vista a su perpetuación, pero siempre en medio de un clima favorable.
El conocimiento es uno de los activos más importantes para las organizaciones. Su gestión adecuada genera una mayor productividad y riqueza, que posibilitan alcanzar una posición ventajosa en el mercado.7 La búsqueda, almacenamiento y transferencia del conocimiento es esencial para aumentar su productividad y competitividad, pero lo es más aún la disposición a la colaboración.
Las ventajas competitivas que produce una adecuada gestión del conocimiento no dependen únicamente de factores externos, sino también de un clima organizacional propicio. Un clima organizacional favorable incrementará las iniciativas para promover nuevos negocios, acometer nuevos proyectos y solucionar problemas; mejorará la comunicación interna; aumentará la competitividad y facilitará el gobierno de la organización. Para esto se requiere: