Portada » Educación Artística » Explorando la Estética: Conceptos Fundamentales y Clasificación de las Artes
La estética es la rama de la filosofía encargada de estudiar la manera en que el ser humano interpreta los estímulos sensacionales que recibe del mundo y cómo reacciona sentimentalmente. La estética es la que estudia la belleza o los juicios de gusto, así como las maneras de interpretarlos. Está ligada al arte. El término viene del griego: aísthesis, que significa sensación, por eso, podríamos decir que nació en Grecia.
Podemos distinguir dos tipos principales de valores estéticos:
Las artes espaciales son aquellas que describen o presentan un estado de cosas, una imagen fija. Ejemplos: la arquitectura, la escultura y la pintura (también la fotografía).
Las artes temporales, como la poesía, son artes que narran acciones que se suceden en el tiempo. En ellas, el artista actúa como un psicagogo, guiando al espectador para que experimente estímulos específicos en cada momento. El espectador acepta ser conducido, permitiendo que el autor maneje sus emociones, deseos, sentimientos y pasiones a través de la composición temporal.
Las artes representativas se refieren a cosas que están fuera de la obra de arte. La doctrina de la modalidad clasifica las artes representativas según lo que representan:
El arte abstracto, al no ser representativo, funciona principalmente como una función apelativa. La obra de arte abstracta se presenta como una construcción enigmática que invita a la exploración, similar a las estructuras abstractas que aparecen en las ciencias.
Se refiere al proceso operativo de transportar y amontonar materiales de manera ordenada. Este modo de construir, observado desde hace milenios, implica una prolepsis (anticipación), algo que no ocurre en los animales.
La obra arquitectónica, considerada en este estado, pertenece al género de la utilización, uso o disfrute. Alcanza su condición plena desde la idea de habitación: el acto de habitar y el espacio donde se ejerce. Implica la operación de entrar y salir del edificio, caracterizando la relación entre el exterior y el interior.
Se refiere a la obra arquitectónica destruida. Las ruinas son la arquitectura arruinada, lo que queda de la obra perfecta. Son una reliquia y una realidad histórica. Aunque las ruinas deben mantenerse intactas, el proceso de reconstrucción sigue siendo un proceso de construcción.
La escultura es la contrafigura de la arquitectura. El cuerpo escultórico mantiene el volumen, pero el interior ha desaparecido o carece de significado escultórico, aunque pueda tener relevancia arquitectónica. La escultura es un arte superficial, definido como “el arte de eliminar el interior constituido de la arquitectura”.
La arquitectura no implica la eliminación del exterior, pudiendo presentar fachadas con aspecto escultórico. La arquitectura no desaparece, incluso cuando adquiere un exterior de carácter escultórico.