Portada » Economía » Gestión Ambiental en México: Monitoreo, EIA y MIA para el Desarrollo Sostenible
El monitoreo ambiental es el proceso sistemático de observar, medir, registrar y evaluar diferentes factores y parámetros del ambiente. Su objetivo central es determinar la existencia y concentración de contaminantes, así como el grado de conservación de los recursos naturales en una zona geográfica específica.
La Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) es un proceso de advertencia temprana que identifica, mitiga y controla los impactos negativos de políticas, planes, programas, proyectos y actividades en el medio ambiente.
La EIA es fundamental porque detecta posibles daños y riesgos ambientales antes de que un proyecto comience, lo que permite evitar reparaciones costosas o daños irreversibles al ecosistema.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) es un documento técnico que complementa la EIA en México. Basado en estudios detallados, este documento describe el impacto ambiental significativo y potencial que una obra o actividad podría generar, y propone las estrategias para evitarlo o atenuarlo si es negativo.
La EIA es un proceso continuo y holístico que abarca diversas actividades y etapas, desde la planificación hasta el seguimiento post-proyecto. La MIA, por su parte, es el documento o informe técnico específico que se genera como resultado de una parte de ese proceso y se presenta ante la autoridad competente para obtener la autorización ambiental.
En México, diversas instituciones gubernamentales juegan un papel crucial en la gestión y evaluación del impacto ambiental:
La SEMARNAT se encarga de diseñar, ejecutar y coordinar las políticas públicas en materia de medio ambiente, recursos naturales y desarrollo sustentable a nivel nacional. Es la entidad que recibe y revisa las MIA, realiza la EIA y emite la autorización o el rechazo de los proyectos.
El INECC brinda apoyo técnico y científico a la SEMARNAT, generando conocimiento y herramientas para la toma de decisiones en política ambiental y cambio climático.
La PROFEPA supervisa el cumplimiento de las condiciones establecidas en las autorizaciones de impacto ambiental, asegurando que los proyectos se apeguen a la normativa y a las medidas de mitigación propuestas.
La responsabilidad de la EIA y la MIA se distribuye en diferentes niveles de gobierno, dependiendo de la escala y el tipo de proyecto:
La SEMARNAT interviene en proyectos de gran envergadura o aquellos que afectan recursos de jurisdicción federal.
Los organismos estatales intervienen en proyectos que se encuentran dentro de un solo estado y no afectan a todo el país.
Los municipios gestionan proyectos de menor escala y con impacto local.
Los impactos ambientales pueden clasificarse de diversas maneras, lo que permite una evaluación más precisa de sus efectos:
Para gestionar los impactos ambientales, se implementan diferentes tipos de medidas:
Existen dos tipos principales de MIA, adaptados a la escala y complejidad de los proyectos:
La MIA-Regional se utiliza para proyectos que tienen un impacto potencial en un área geográfica extensa, como una región completa. Este tipo de MIA considera los efectos acumulativos de varios proyectos y cómo interactúan entre sí y con el ambiente.
La MIA-Particular se elabora para proyectos que afectan un área limitada, generalmente un solo sitio. Es un análisis más focalizado en el impacto de un proyecto individual.
La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) es el principal marco legal que rige la evaluación de impacto ambiental en México.
En la Gaceta Ecológica se publican los proyectos que ingresan al Procedimiento de Evaluación del Impacto Ambiental (PEIA) y sus resoluciones, garantizando la transparencia del proceso.
La elaboración de una MIA-Regional sigue un proceso estructurado que incluye las siguientes etapas: