Portada » Psicología y Sociología » La Adolescencia: Un Viaje de Transformación, Identidad y Desarrollo Integral
Un adolescente necesita una mirada acogedora, una que no le cuestione ni critique. No debe ser negativa ni de rechazo. Los padres necesitan ser capaces de ver lo que les gusta de su hijo, ir más allá, reconocerle como un ser vulnerable que sufre y necesita ayuda. Es fundamental ver a la persona que se encuentra detrás de ese inconformismo, una mirada que les ayude a buscar el sentido, el «para qué» de lo que les está pasando.
La adolescencia es un periodo de profundos cambios físicos, espirituales, sociales y psicológicos. Su sentido radica en:
Los principales cambios puberales en las chicas incluyen:
Las primeras manifestaciones de la pubertad en chicos son:
Los acontecimientos que ocurren en un momento esperado o normativo generan menos estrés y dificultades que los que se adelantan o retrasan con respecto al calendario previsto.
La pubertad precoz resulta menos favorable si ocurre en un momento distinto al esperado o en un momento en el que aún están poco preparados física y psicológicamente. Para las chicas, la madurez puberal temprana se puede relacionar con:
Lo importante no es solo el momento evolutivo en el que se produce, sino la constelación de variables que se presentan en ese momento: una pubertad precoz en una chica insegura y con un desarrollo cognitivo y socioemocional infantil es más compleja que en una chica con un desarrollo más avanzado (importancia del desarrollo madurativo previo).
La pubertad tardía tiene un efecto inverso.
Los acontecimientos que ocurren en un momento esperado o normativo generan menos estrés y dificultades que los que se adelantan o retrasan con respecto al calendario previsto.
La pubertad precoz resulta menos favorable si ocurre en un momento distinto al esperado o en un momento en el que aún están poco preparados física y psicológicamente. Para los chicos, alcanzar el desarrollo madurativo antes que su grupo de iguales conlleva efectos beneficiosos, ya que alcanzan aspectos bien valorados por los hombres. Sin embargo, también muestran más comportamientos antisociales y problemáticos.
Lo importante no es solo el momento evolutivo en el que se produce, sino la constelación de variables que se presentan en ese momento.
La pubertad tardía tiene un efecto inverso.
En la adolescencia, el cerebro sufre una extensa remodelación, semejante a una actualización del cableado de una red informática. Los cambios en la composición y estructura cerebral incluyen:
La estimulación cognitiva es clave para el aprendizaje. Los recuerdos y experiencias de la adolescencia son más potentes que los posteriores, lo que la convierte en una etapa crucial para formar valores, hábitos y prioridades.
Las transformaciones cognitivas son posibilitadas por los cambios en la estructura cerebral y están determinadas por la genética más la interacción con el entorno, un fenómeno conocido como epigénesis. El desarrollo no sigue un programa estricto prefijado, sino que está sujeto a interacciones bidireccionales entre la actividad genética, la actividad neuronal, el comportamiento y el entorno.
La disincronía en el desarrollo cerebral consiste en que nuestro cerebro madura en momentos distintos. El sistema límbico (responsable de las emociones) madura primero, y la corteza prefrontal (responsable del control ejecutivo) lo hace después.
Esto supone que el adolescente experimente emociones más intensas, que no sepa inhibir comportamientos inapropiados, tomar decisiones o planificar estrategias. Esta maduración asincrónica expone a los adolescentes a un mayor riesgo de problemas y trastornos emocionales, porque los sistemas encefálicos que activan las emociones se desarrollan antes del funcionamiento pleno del control de estas emociones.
Las principales características del pensamiento formal son:
Todo lo abstracto es deductivo, pero no todo lo deductivo es abstracto.
Erikson plantea el desarrollo psicosocial por etapas, siempre hablando de un logro y un no logro. En la adolescencia, la etapa crucial es Identidad vs. Confusión de Identidad. Si el desarrollo en etapas anteriores ha sido adecuado (confianza en el primer año, autonomía-vergüenza hasta los 3 años, iniciativa-culpa hasta los 6 años, laboriosidad-inferioridad hasta los 12 años), el adolescente podrá desarrollar su identidad correctamente. Si ha habido «problemas» en los pasos anteriores, el proceso será diferente.
La identidad se forma durante toda nuestra vida, pero en la adolescencia se toma conciencia de ella, se toma conciencia de quién soy. En esta etapa, los adolescentes sienten que construyen su identidad o bien se sienten confundidos respecto a quiénes son.
Existen cuatro estatus de identidad:
Erikson habla de un sentido de continuidad y coherencia del yo a lo largo del tiempo, es decir, de ser la misma persona del pasado que se recuerda, del presente que se vive y del futuro que se espera.
El Yo está configurado por características como:
Estas dimensiones pueden dividirse en:
Generalmente, el grado de importancia que se tiene en cada autoestima parcial puede cambiar dependiendo del sexo, y también se ve influida por los padres, amigos y expectativas propias. Los estilos parentales democráticos y permisivos suelen generar hijos con más autoestima, a diferencia de los autoritarios e indiferentes. Esto se debe a que el vínculo afectivo que se tenga con los padres influye mucho.
Cambios de la autoestima en la adolescencia:
Se produce un descenso al inicio debido a:
La autoestima aumenta cuando el adolescente se encuentra más seguro en sus nuevos roles. Por el simple hecho de estar en constantes cambios, los adolescentes suelen experimentar una disminución de la autoestima en comparación con la infancia, y esta parte de la autoestima se trabaja desde la infancia.
La mejor respuesta parental para un adolescente implica varios pilares:
El atractivo principal de las redes sociales varía:
Beneficios:
Riesgos:
Un desarrollo moral saludable en la adolescencia se caracteriza por: