Portada » Lengua y literatura » Grandes Obras y Autores de la Literatura Española: Prerrenacimiento, Siglos de Oro y Barroco
Fernando de Rojas nació en Toledo hacia 1475 y estudió Leyes en Salamanca. Procedía de una familia de judíos conversos, lo que explica la visión desengañada de la vida que se revela en su obra. Murió en 1541.
La Celestina se publicó inicialmente de forma anónima, probablemente debido a sus críticas a la sociedad y a la Iglesia. No obstante, se atribuye a Fernando de Rojas, quien lo dejó indicado en un acróstico.
Existen diversas teorías sobre su género:
La obra consta de 21 actos y se divide en dos partes principales:
Los personajes se distribuyen en dos estratos sociales distintos: las clases altas y las clases bajas, y se relacionan entre sí, mostrando un fuerte individualismo. Destacan:
Los temas principales son:
El estilo está marcado por las diferencias sociales:
Abundan los diálogos y monólogos, pensados para ser leídos por el público, no solo por los interlocutores.
Calisto, un joven noble, se enamora perdidamente de Melibea, quien inicialmente lo rechaza. Desesperado, Calisto confía su pena a su criado Sempronio, quien le sugiere recurrir a la alcahueta Celestina. Pármeno, otro criado, advierte a Calisto sobre Celestina, pero es ignorado. Sempronio, Pármeno y Celestina se alían para obtener beneficios económicos de Calisto. Celestina, mediante artimañas y un hechizo, logra concertar una cita entre Calisto y Melibea. Tras el éxito, Calisto recompensa a Celestina con una cadena de oro. Sin embargo, Celestina se niega a compartirla con Sempronio y Pármeno, quienes la asesinan. En venganza por la muerte de Celestina, Elicia y Areúsa (pupilas de Celestina) contratan a Centurio para que ataque a Calisto. Durante un encuentro con Melibea, Calisto, al escuchar ruidos y asustarse por la llegada de los secuaces de Centurio, intenta huir, pero cae desde una escalera y muere. Al enterarse de la muerte de su amado, Melibea se suicida lanzándose desde lo alto de su torre. La obra concluye con el lamento de Pleberio, padre de Melibea, por la trágica pérdida de su hija.
Este periodo abarca el Renacimiento y el Barroco, y aunque su origen se sitúa en Florencia, representa la época de mayor esplendor y producción de la literatura castellana.
Algunos de los tópicos literarios más recurrentes son:
Garcilaso de la Vega se inscribe en el Renacimiento, un periodo que consideraba la Edad Media como una época oscura y carente de cultura, y que propició el renacer de la tradición grecolatina. Este movimiento forma parte de los Siglos de Oro, la etapa de mayor esplendor de la literatura castellana, que abarca el Renacimiento y el Barroco, y que tuvo su origen en Florencia en el siglo XV. El Renacimiento español se divide en dos grandes etapas:
El Renacimiento estuvo marcado por diversas influencias culturales:
La poesía experimentó una profunda renovación, adoptando influencias italianas en cuanto a estrofas (como el soneto y la lira) y temas (mitología grecolatina, naturaleza idealizada y amor). La mayoría de los versos utilizados eran endecasílabos.
Garcilaso de la Vega, además de su carrera militar, poseía una profunda formación humanística. Se cree que su amor por una dama casada, Isabel Freyre, y su posterior fallecimiento, le causaron una profunda melancolía que se reflejó en su poesía, como en el famoso soneto «Escrito está en mi alma vuestro gesto». Su obra poética se compone de:
El Barroco, periodo al que pertenece Góngora, se caracteriza por dos corrientes estilísticas principales: el Conceptismo, que pone el énfasis en el ingenio y la agudeza de ideas, y el Culteranismo (o Gongorismo), que se centra en la ornamentación formal y la complejidad lingüística. Este fue un periodo de profunda crisis en España, marcado por:
La cultura de la época vio cómo el peso del conocimiento recaía sobre la razón, aunque los autores, desanimados y pesimistas, reflejaban en su literatura la desilusión, el gusto por lo feo y lo picaresco. El ser humano experimentaba un dolor psicológico y se enfocaba en su individualidad.
Los géneros literarios más destacados del Barroco fueron:
Don Quijote de la Mancha se relaciona con las novelas caballerescas y fantásticas, pero su intención principal es la parodia y la crítica irónica de este género, buscando su fin. La obra refleja aspectos desagradables de la vida, como la exageración y la desconfianza en la naturaleza humana.
Miguel de Cervantes tuvo una intensa vida, marcada por su participación en la política y la milicia. Aunque deseaba dedicarse al teatro, no pudo competir con el éxito de Lope de Vega, y fue en la prosa donde alcanzó su mayor triunfo. A pesar de su genio, no fue plenamente reconocido hasta después de su muerte, y falleció en la pobreza. Antes de El Quijote, experimentó con diversos géneros (novela pastoril, bizantina, etc.) y estilos narrativos, probando diferentes tipos de narradores y personajes, hasta culminar en su obra cumbre.
La primera parte de Don Quijote de la Mancha se publicó en 1605, culminando con la famosa aventura de los molinos de viento. Tras ser llevado de vuelta a casa por sus sobrinas, el hidalgo vuelve a salir en busca de nuevas aventuras. Cervantes, consciente de que la primera parte podía resultar monótona en ciertos aspectos, introdujo en la segunda parte (publicada en 1615) al personaje de Sancho Panza, quien actúa como contrapunto realista de Don Quijote. El gran éxito de la primera parte llevó a Cervantes a prometer una continuación. La publicación de una segunda parte apócrifa (escrita por un autor bajo el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda) en 1614, impulsó a Cervantes a apresurar la publicación de su propia segunda parte en 1615, poco antes de su muerte. Aunque Cervantes conocía la identidad del autor apócrifo, decidió no revelarla para no darle inmortalidad.
En la literatura española, se distinguen varios tipos de novela:
Lope de Vega revolucionó el teatro español, plasmando sus innovaciones en su tratado Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo. Sus principales aportaciones fueron:
Félix Lope de Vega y Carpio nació en Madrid en 1562. Desde su infancia, demostró una extraordinaria facilidad para las letras. Estudió en el Colegio Imperial de los Jesuitas y, posteriormente, en la Universidad. A pesar de su vida amorosa tumultuosa, se ordenó sacerdote en 1614.