Portada » Psicología y Sociología » El Proceso Atencional: Percepción, Estímulos Subliminales y Carga Mental
El segundo proceso psicológico dentro de los procesos mentales es la atención.
En el estudio del proceso perceptivo veíamos cómo la percepción es selectiva, dado que no podemos procesar todos los estímulos ante los que los sujetos se hallan expuestos. Dicha selección se realiza mediante el proceso psicológico de la atención.
Entre la sensación y la percepción se sitúa el proceso atencional. Pero, al igual que sucedía en el proceso perceptivo, es posible encontrar estímulos de carácter subliminal en el marco del proceso atencional.
Aquellos estímulos sobre los cuales el individuo no preste atención por sus características estructurales, serán concebidos como subliminales desde el proceso atencional.
El proceso que dificulta la atención sobre el estímulo lo define la Gestalt cuando habla de la figura/fondo.
En toda imagen se distinguen dos elementos: el fondo en que se enmarca la imagen y la figura que estructura el propio objeto. Se genera una dificultad en la distinción de ambos elementos, de modo que una de las imágenes funciona como elemento subliminal.
Para determinar el contenido comunicativo que formará parte del estímulo subliminal, el proceso atencional se basa en el psicoanálisis.
El psicoanálisis distingue dos grandes pulsiones, es decir, aquellos aspectos que mueven al ser humano. Las dos pulsiones que establece el psicoanálisis son: el eros o pulsión sexual y el thanatos o pulsión de muerte.
Para que el estímulo subliminal sea eficaz, únicamente puede estar referido a estas dos pulsiones.
Además de en el ámbito publicitario, la utilización de los estímulos subliminales desde el proceso atencional es utilizada en algunos de los procesos comunicativos internos de las empresas.
El mecanismo de la atención filtra la información y determina la selección de los estímulos a partir de, por un lado, las características de los estímulos y, por otro lado, de las variables psicosociales.
Las variables psicosociales que facilitan la captación de la atención se refieren a las motivaciones e intereses de los sujetos y el grado de relación con el contenido comunicativo.
El proceso atencional, a partir de los estudios psicofisiológicos, muestra que la atención es un procesador central que posee unos recursos limitados.
El estado de activación de la atención recibe el nombre de arousal. En los periodos de sueño, los niveles de activación bajan, dado que el arousal se vincula con un grado de vigilancia y alerta.
Es preciso distinguir entre diferentes niveles atencionales:
A todas estas tipologías, desde el ámbito de la Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, se describe el proceso atencional de un puesto a partir del concepto de carga mental.
La carga mental se define como la cantidad de información a tratar por unidad de tiempo y esta puede ser entendida como la presión o tensión que se ejerce sobre el trabajador o las consecuencias de esta en el empleado, distinguiéndose así entre la carga cognitiva o esfuerzo cognitivo y la carga afectiva o esfuerzo emocional.
Es posible distinguir, según el volumen de información a tratar, condiciones de sobrecarga o condiciones de subcarga.
La sobrecarga se refiere a la imposibilidad para recibir e integrar la información que el sujeto recibe en una unidad de tiempo.
Dicha sobrecarga puede ser de 2 tipos:
Estos niveles de sobrecarga cuantitativa comportan unos efectos que son principalmente los niveles de distrés.
Los niveles de estrés se sitúan en un continuo de Selye que va de los niveles de eustrés o “estrés positivo” a los niveles de distrés o “estrés negativo”. Selye es el autor que estableció la estructuración del estrés, entendido como el estado psicológico y físico del sujeto en el cual, a partir de un desequilibrio entre las demandas y capacidades de este, se establece un nivel de percepción de adecuación o desadecuación.
Las condiciones de sobrecarga facilitan el distrés en el sujeto. El mecanismo de intervención para minimizar los efectos de la sobrecarga cuantitativa es a partir del rediseño de puestos.
La complejidad de la información a tratar se refiere a que esta tiene características muy distintas. El broker bursátil se caracteriza por ser el perfil laboral a citar sometido a carga cualitativa.
La subcarga se refiere a la subutilización de las estructuras atencionales como consecuencia de un trabajo monótono o repetitivo.
Los niveles de subcarga facilitan la insatisfacción y desmotivación laboral.
La insatisfacción se refiere a una valoración de carácter emocional y la motivación es la disposición que el sujeto manifiesta a la acción.
Son variables que no están necesariamente vinculadas entre sí, dado que atienden a aspectos distintos. La satisfacción se refiere a la emoción y la motivación a la conducta.
El nivel de intervención en la condición de subcarga será el enriquecimiento de puesto. Dicho enriquecimiento puede comportar diferentes tipos de acción: