Portada » Lengua y literatura » Recorrido por la Poesía Española Contemporánea y Fundamentos de Cohesión Textual
En 1939, la Guerra Civil Española provocó profundos cambios. El contexto histórico-social resultante tuvo una influencia determinante en la poesía. En los años 30, la poesía se centró en la situación social del ser humano, las injusticias y el dolor. Destaca Miguel Hernández con El rayo que no cesa.
En los años 40, las revistas Garcilaso y Escorial representaron una línea neoclásica basada en la idea de perfección formal y un tono sentimental. De esta corriente, destacamos autores como Luis Rosales y Leopoldo Panero. En la línea existencialista, se abordaron el sufrimiento humano y la soledad del hombre, mientras que en la poesía social destaca Dámaso Alonso con Hijos de la ira. Dentro de las vanguardias, sobresale Carlos Edmundo de Ory y el grupo Cántico.
En los años 50, la poesía social mostró una preocupación por la realidad y la vida colectiva, así como un rechazo del reformismo. Figuras prominentes de este periodo son Gabriel Celaya, Blas de Otero y José Hierro.
Los años 60 se caracterizaron por un proceso de conocimiento de la realidad y de sí mismos, destacando el carácter individual y subjetivo. Autores relevantes incluyen a José Ángel Valente con A modo de experiencia y Ángel González con Áspero mundo.
La poesía en el exilio, por su parte, se caracterizó por los ataques amargos contra los vencedores, la crítica a la ideología nacionalcatólica y la reflexión sobre la situación del país. Un ejemplo notable es León Felipe con Español del éxodo y del llanto.
A finales de los años 60, apareció un grupo de poetas que renovó el panorama lírico español: los Novísimos. Sus rasgos distintivos incluyen el alejamiento del realismo, la defensa de la autosuficiencia del poeta (sin finalidad exterior a él), la ausencia de lo sentimental, las referencias culturales y la presencia de personajes actuales convertidos en mitos populares. Destacan autores como Félix de Azúa con Última sangre, Pere Gimferrer con Apariciones y otros poemas y Alberto de Cuenca con Los mundos y los días.
En los años 80 y 90, el panorama fue muy complejo, con diversas corrientes. Destacó la poesía de carácter realista, la importancia del yo poético y del compromiso, la aparición del humor, de asuntos intrascendentes de la vida cotidiana y de realidades contemporáneas y urbanas.
A partir de los años 90, se observa una gran insistencia en el carácter ficticio, con temas como las relaciones amorosas, los desengaños y los fracasos, así como la conciencia del paso del tiempo. Predominan el monólogo dramático, una estética verosímil y realista, y un estilo cuidado pero sencillo. En estos años, destacamos a Luis García Montero con Habitaciones separadas o Felipe Benítez Reyes con Paraíso manuscrito.
Otras tendencias que aparecieron en estos años fueron:
A partir de los años 90, también destaca la pluralidad y un interés marcado por la revisión de diferentes tradiciones literarias. Se observa una disminución de la presencia del yo poético. Autores representativos son Luis Muñoz con Querido silencio y Aurora Luque con Haikus de Narila.
La intención comunicativa se refiere a: lo que dice el (Tema) + Propósito + Función del lenguaje (que puede ser, en un texto poético, emotiva o poética).
Los mecanismos de cohesión son herramientas lingüísticas que dotan de unidad y sentido a un texto:
Las perífrasis verbales son construcciones en las que el verbo auxiliar pierde parte de su significado habitual y adquiere uno nuevo al conectar con el verbo auxiliado (Verbo auxiliar + conector + Verbo auxiliado).