Portada » Psicología y Sociología » Neuropsicología: Explorando las Funciones Cognitivas y el Cerebro Humano
La Neuropsicología es la rama de las neurociencias cuyo objeto de estudio es la relación entre el cerebro y los procesos mentales, emocionales y conductuales. Surge de la necesidad social de contar con profesionales especializados debido a la alta incidencia de patologías que comprenden disfunciones cognitivas como el lenguaje, la memoria, la atención o la percepción, entre otras. La rehabilitación neuropsicológica busca la restauración, compensación y optimización de estas funciones.
Conjunto de habilidades y capacidades cognitivas superiores utilizadas en cualquier procedimiento que requiera la ejecución de un plan coherente dirigido hacia objetivos específicos. Incluyen la planificación, organización, integración, desarrollo de estrategias, toma de decisiones, habilidad para resistir impulsos y memoria de trabajo, entre otras. Permiten mantener y ejecutar conductas adecuadas.
Según Lezak, las funciones ejecutivas comprenden la volición, planificación, acción intencional y ejecución.
Se localizan principalmente en la corteza prefrontal, y sus principales áreas o circuitos subcorticales son:
Incapacidad o dificultad para llevar a cabo movimientos motores intencionales, aprendidos o habituales, a pesar de tener la capacidad física y muscular y el deseo para realizarlos. Tipos comunes incluyen:
Función cognitiva fundamental que permite la comunicación, la transmisión de ideas y la organización del pensamiento.
La afasia es un trastorno del lenguaje ocasionado por una lesión cerebral focal en una persona que previamente podía comunicarse con normalidad y que ahora, en algún aspecto, ve dificultada su capacidad de comunicación. En la afasia, se observa una invalidación, parcial o total, de las capacidades expresivas. Es decir, las afasias implican la pérdida o el deterioro de los procesos de interpretación y formulación del lenguaje, debido a un daño cerebral que afecta la red neuronal implicada en su procesamiento.
Las causas más comunes incluyen:
Se caracterizan por una expresión verbal reducida y con esfuerzo, a menudo acompañada de parafasias, anomias, estereotipias y agramatismo.
Se caracterizan por una expresión verbal fluida, pero con contenido pobre, a menudo con neologismos y parafasias.
Funciones relacionadas con la ubicación y orientación en el espacio, así como la capacidad para desenvolverse en el entorno. Implican los procesos de percepción espacial, principalmente asociados al lóbulo occipital.
Falla en el reconocimiento de estímulos que no puede atribuirse a déficits sensoriales elementales, deterioro cognitivo generalizado, déficit atencional, afasia o falta de familiaridad con el estímulo.
Según William James, la atención es el acto por el cual la mente toma posesión, de forma clara y vívida, de uno o varios objetos o líneas de pensamiento que se presentan simultáneamente. De este modo, la atención se relaciona con la focalización y la concentración de la conciencia. Su función principal es seleccionar ciertos estímulos, internos o externos, para procesarlos de manera prioritaria, mientras se ignoran otros. Podría definirse como la orientación hacia determinadas percepciones sensoriales y operaciones cognitivas. Es, fundamentalmente, una función selectiva y de filtro de estímulos, tanto internos como externos, que influye en casi todos los niveles de procesamiento cognitivo.
Existen procesos controlados (lentos, de participación activa, que consumen mucha atención y esfuerzo) que pueden volverse automáticos mediante el aprendizaje (ya no requieren el control ni la atención consciente de la persona). Ejemplos: manejar un vehículo, tocar un instrumento musical.
Posner propone tres subsistemas atencionales con diferencias funcionales y neuroanatómicas:
Es una función cognitiva esencial que permite la codificación, el almacenamiento y la recuperación de la información aprendida. A lo largo de la historia, se han establecido diversas hipótesis sobre su funcionamiento, pero todas coinciden en que la memoria no se aloja en un sitio único, sino que es el resultado del funcionamiento conjunto de múltiples estructuras cerebrales. Básicamente, la memoria puede entenderse como la capacidad para evocar aprendizajes, es decir, la habilidad para recordar y utilizar nuestros recuerdos.
Existen diferentes tipos o sistemas de memoria:
Sistema de gran capacidad que contiene información sensorial (de cada modalidad: auditiva, visual, etc.). Su retención es muy breve: aproximadamente 0.5 segundos para información visual y 2 segundos para información auditiva. La información solo pasa a la codificación de memorias a corto y largo plazo si es relevante.
Fundamentalmente, es un sistema de capacidad limitada que mantiene información ‘online’ mientras se realiza una tarea determinada. Manipula la información para lograr el objetivo y, por ende, es muy dependiente de la atención. Es el sistema encargado de facilitar el procesamiento que ayudará a la codificación de la memoria a largo plazo. Participan el bucle articulatorio (para material verbal) y la agenda visoespacial (para material visual y espacial, asociada al HD).
Capacidad casi ilimitada.
Conocimiento general y personal que cada persona posee; lo que comúnmente se entiende por memoria.
Por lo general, las alteraciones de la memoria están relacionadas con perturbaciones en el hipocampo y estructuras asociadas.