El Pacto de Toledo: Origen, Principios y Situación Actual del Sistema de Seguridad Social

El Pacto de Toledo es el documento aprobado por el Pleno del Congreso de los Diputados el 6 de abril de 1995, tras su aprobación previa por la Comisión de Presupuestos el 30 de marzo de 1995. Este documento se refería al “análisis de los problemas estructurales del Sistema de Seguridad Social y de las principales reformas que deberán acometerse”. El texto aprobado describe la evolución del sistema de pensiones en España, los factores futuros que podrían afectarlo y unas quince recomendaciones. El paquete de medidas presentado tenía como objetivo reducir la presión a la que estaba sometido el presupuesto de la Seguridad Social.

Contexto Histórico y Razón de Ser del Pacto de Toledo

Este pacto surge en los años noventa, en un contexto marcado por una exposición universal y unas olimpiadas. En 1990, España también experimentó una importante crisis económica, agravada por la concurrencia a dos acontecimientos de gran gasto público: las Olimpiadas y la Exposición Universal. Dada esta crisis, las empresas comenzaron a ofrecer la jubilación anticipada a sus trabajadores, lo que provocó una crisis en el estado de bienestar social. Ante esta situación, se hizo imperativo buscar un consenso político y social para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Principios Fundamentales del Pacto de Toledo según el Profesor De La Villa

El profesor De La Villa sintetiza el Pacto de Toledo en diez puntos fundamentales:

1. Clarificación de las fuentes de financiación: Las prestaciones contributivas deben ser sostenibles con las aportaciones de las personas obligadas dentro del Sistema de Seguridad Social, mientras que las prestaciones no contributivas (o asistenciales) deben sostenerse con cargo al presupuesto del Estado y, por tanto, a las disponibilidades presupuestarias.
2. Constitución de un fondo de reserva con cargo a los excedentes de las cotizaciones del Sistema de Seguridad Social: Se creó un fondo que comenzó a nutrirse en el año 2000, de manera que lo ingresado por aportaciones de los sujetos activos y no gastado en prestaciones públicas fuese destinado a crear este fondo de reserva.
3. Coincidencia entre salario real y base de cotización: El Pacto buscaba que todo lo que constituyese salario fuese objeto de cotización, intentando que las personas cotizasen por lo que realmente percibían, aflorando así los salarios reales.
4. Adecuación de los regímenes especiales: Existía una tendencia a la desaparición de los regímenes innecesarios y a la equiparación de aquellos que debían subsistir, con el fin de evitar discriminaciones entre personas pertenecientes a regímenes distintos. Se buscaba concentrar los regímenes para que el sistema fuese lo más igualitario posible.
5. Mejora de los sistemas de recaudación: Se fomentó así la lucha contra el fraude, la morosidad y la economía sumergida.
6. Reducción de las cotizaciones sociales como método para potenciar el empleo y estimular la contratación de forma excepcional: Se identificaron cuatro sectores clave para incentivar la contratación:
   • Jóvenes: Incentivados con contratos de primer empleo.
   • Personas mayores de 45 años: Incentivadas con ayudas a las empresas que las contraten.
   • Personas con discapacidad: Se obligó a las empresas con más de cien trabajadores a reservar el 2% del empleo para ellas.
   • Mujeres en sectores de baja ocupación femenina: Incentivadas mediante la contratación en dichos sectores.
7. Progresiva equiparación entre el esfuerzo de cotización realizado por el sujeto activo y la prestación percibida como sujeto pasivo: A día de hoy, esta equiparación no se produce de ninguna manera. El objetivo era que existiera una correspondencia entre lo aportado y lo percibido.
8. Flexibilización de la jubilación: Se buscaba que el cumplimiento de la edad ordinaria de jubilación (entonces 65 años) no impidiera la posibilidad de que el sujeto continuara trabajando. Esto se resolvió compatibilizando la pensión y el trabajo, de manera parcial o total.
9. Perfeccionamiento del sistema de gestión de la incapacidad temporal: Permitió a las MATEPSS (Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social) la participación en la gestión de las prestaciones económicas por incapacidad temporal con origen no solo en contingencias profesionales, sino también en contingencias comunes.
10. Integración de mecanismos públicos de protección social con mecanismos voluntarios, tanto individuales como colectivos, que mejoren las prestaciones del sistema público: Se buscaba una especie de ‘coalición’ o coexistencia entre el sistema público y el sistema privado (planes de pensión).