Portada » Lengua y literatura » Crónica de una Muerte Anunciada: Contexto, Temas y Personajes Clave
Los países americanos de habla española presentan unas peculiaridades que conviene tener en cuenta al estudiar su literatura:
En la evolución de la narrativa hispanoamericana cabe distinguir tres etapas:
Para los lectores españoles, las obras americanas produjeron gran asombro. Era el llamado «boom» de la novela hispanoamericana.
Los nuevos novelistas llevan tales innovaciones a sus últimas consecuencias, a la par que enriquecen aún la novela con nuevos recursos:
Por debajo de todo ello late el convencimiento de la insuficiencia práctica y estética del realismo. Pero esta ruptura con la técnica realista no supone exactamente un alejamiento de la realidad, sino una voluntad de abordarla desde ángulos más ricos. Para entender este «boom», hay que tener también en cuenta la situación del mercado editorial hispanoamericano en España, perdido después de la Guerra Civil.
Estudió Derecho en la Universidad Nacional de Colombia, pero lo abandonó para dedicarse al periodismo y la literatura.
En 1955, publicó La hojarasca, su primera novela. En 1961, se instaló en Ciudad de México. El mismo año publicó El coronel no tiene quien le escriba y al año siguiente Los funerales de Mamá Grande. En 1967, mandó publicar en Buenos Aires Cien años de soledad, la obra que lo consagró a nivel mundial. En 1972, ganó el Premio Rómulo Gallegos y en 1982, el Premio Nobel de Literatura.
Otras grandes obras suyas son El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985) y Noticia de un secuestro (1996). Sus memorias fueron publicadas en 2002 con el título de Vivir para contarla.
En sus últimos años padeció de cáncer linfático, mal que provocó su muerte el 17 de abril de 2014, en Ciudad de México.
En un pequeño y aislado pueblo en la costa del Caribe, se casan Bayardo San Román, un hombre rico y recién llegado, y Ángela Vicario. Al celebrar su boda, los recién casados se van a su nueva casa, y allí Bayardo descubre que su esposa no es virgen. Cuando lo descubre, devuelve a Ángela Vicario a la casa de sus padres, donde su madre la muele a golpes. Ángela culpa a Santiago Nasar, un vecino del pueblo.
Los hermanos Vicario –Pedro y Pablo–, obligados por la defensa del honor familiar, anuncian a la mayoría del pueblo que matarían a Santiago Nasar. Nasar no se entera, sino minutos antes de morir. Los hermanos matan a Santiago, después de pensarlo en varias ocasiones, en la puerta de su casa, a la vista de la gente que no hizo o no pudo hacer nada para evitarlo. A los 27 años, el amigo de Santiago (el narrador) reconstruye los hechos de los que él fue testigo.
Años después, Ángela Vicario estaría escribiendo cada día a Bayardo, primero formalmente, después con cartas de joven enamorada y, al final, fingiendo enfermedades. Así, Bayardo vuelve 17 años después, claramente desmejorado y con todas las cartas sin abrir.
La obra se divide en 5 partes, pero no pueden clasificarse como capítulos. La 2ª, 3ª y 5ª parte son de una extensión prácticamente idénticas, mientras que las 2 restantes son más breves. El narrador juega con diversos planos temporales, puntos de vista y voces.
La primera parte responde a una cierta visión de conjunto: sabemos a quién matan, cómo y cuándo, cuáles son las fatales circunstancias del crimen. Sabemos que Ángela Vicario se casó, que la celebración de la boda ha sido sonada, que Santiago Nasar se ha visto involucrado en el asunto, etc. Pero el eje vertebrador es aquí Santiago Nasar y su entorno familiar, cuya descripción ocupa las páginas centrales.
La segunda parte tiene como eje a otro protagonista, Bayardo San Román: su familia, su relación con Ángela, su llegada al pueblo. Luego, el texto gira hacia la figura de Ángela Vicario y su familia, los preparativos de boda y el cortejo a la novia por parte de Bayardo.
La tercera parte desarrolla las circunstancias y detalles previos al asesinato de Santiago Nasar. El eje es ahora los hermanos Vicario, en su recorrido de búsqueda y castigo del presunto ofensor. La descripción de los hermanos Vicario nos llega a través del narrador.
La cuarta parte tiene un primer acontecimiento-eje en la descripción de la autopsia del cadáver de Santiago Nasar. A ello le sigue la ceremonia del entierro y la inquietud en el pueblo por la posibilidad de que la pacifica comunidad árabe a la que Nasar pertenecía intentase vengar su muerte. La marcha de los asesinos al penal de Riohacha, la desaparición de Bayardo, el viaje a la soledad de Manaure de Ángela y su madre son el epílogo triste de la historia.
En la quinta parte el estado de ánimo del pueblo y la dimensión judicial de lo ocurrido, hace retroceder de nuevo la historia para enfocar el itinerario de persecución, encuentro y muerte de Santiago Nasar.
En conclusión, podemos ver que la trama posee 2 dispositivos de cierre: La muerte de Nasar y su relación con los Vicario, y el reencuentro de Ángela y Bayardo.
Tenemos después un segundo nivel de personajes, los testigos, que adquieren voz a través del narrador.
También hay un tercer nivel de personajes, el personaje-grupo, anónimo, que es el pueblo.
El tiempo externo acrece de importancia. En lo que a la duración temporal (tiempo interno) se refiere, podemos hablar de condensación temporal que abarca desde la mañana del domingo de la boda hasta el alba del lunes en que los Vicario matan a Nasar. La fijación cronológica de los hechos es minuciosa y detallada. La historia tiene unas ramificaciones posteriores al crimen. La obra también posee un flujo irregular del tiempo: un discurso que camina en círculos, anticipando (prolepsis) o haciendo retroceder (analepsis) las partes de la historia. El tiempo narrativo se caracteriza por su agilidad, viveza y dinamismo. Se diferencian 3 tipos de pasados: absoluto, imperfecto y pluscuamperfecto.
Entre los elementos que crean la novela, el narrador, contrafigura del propio escritor, adquiere una gran importancia. Su voz abre paso a otras por las que surge una amplia polifonía de la narración.
El continuo entrecruzamiento de los puntos de vista del narrador, testigos, protagonista y fuentes escritas otorgan a la obra la clara condición de novela multiperspectivista, con una constante yuxtaposición de puntos de vista.
La comisión de un crimen como venganza a una ofensa nos lleva, periodísticamente, a la crónica de sucesos, en el ámbito de la novela criminal. En la motivación de la sangrienta venganza, opera un férreo código de honor. En la obra también resalta un sentido amoroso que crece en la separación de los amantes. Narración y descripción son los modos narrativos de crónica. El diálogo, que traslada la conversión entre personajes, tiene menor entidad y se presenta en estado fragmentario.
García Márquez otorga un carácter realista y objetivo a su novela, en la que hay un constante empleo de recursos retóricos. Por otro lado, hay una bipolarización de niveles y usos de la lengua, que van desde el registro coloquial colombiano al nivel de la lengua escrita de signo poético-literario. Hay pasajes de la prosa que poseen gran musicalidad y laconismo. A lo largo de la obra hay un gran caudal léxico, el cual abarca: símiles o comparaciones, metáforas, personificaciones, zoomorfizaciones y cosificaciones, hiperbolizaciones, símbolos, oxímorones y desplazamientos calificativos, fraseología enumerativa, polisíndeton, referencias eróticas, detallismo insólito e inmersiones en lo fantástico.