Portada » Historia » Manifiesto fundacional del partido socialista obrero español en la época de la restauración
La sociedad industrial creó un amplio colectivo obrero que desarrolló una conciencia de clase propia y nuevas formas de conflictividad social, que fueron desde la destrucción de máquinas a la creación de asociaciones estables de trabajadores y a la participación popular en las luchas políticas. La mano de obra era un Dante, por lo que las condiciones de la contratación y el nivel de salarios eran desfavorables para los obreros. Surgieron conflictos sociales. La conflictividad social se orientó hacia la mejora de las condiciones laborales, la reducción del horario de trabajo y el aumento del salario. El otro gran objetivo era conseguir los derechos políticos de voto, de reuníón, de asociación y de libre expresión. Primeras asociaciones en GB.
se formaron en los primeros tiempos de la industrialización, al principio esas organizaciones estaban prohibidas. El derecho de asociación y reuníón fue una de las primeras reivindicaciones que plantearon los trabajadores y Gran Bretaña fue el primer país en reconocer este derecho. Las asociaciones primeras ti más abundantes fueron las sociedades de socorro mutuo, que tenían la finalidad de auxiliar a sus asociados en caso de accidente, enfermedad o muerte. Pronto el motor principal de la socialismo obrero fue la defensa colectiva de las condiciones salariales y laborales de un oficio. La huelga solía ser el principal instrumento de presión. El término sindicato, que designa desde finales del Siglo XIX la asociación de trabajadores fundada para la defensa de sus intereses.
La introducción de nuevas y moderna maquinaria en una actividad productiva supónía despedir a algunos trabajadores y disminuir los salarios. Una máquina hacía más rápido y en ocasiones mejor el trabajo de un obrero de varios obreros juntos. Por ello, una de las reacciones más carácterística de los trabajadores fue la destrucción de las nuevas máquinas que empresarios adquirían para mejorar la productividad de sus fábricas.
El Cartismo fue un importante movimiento de masas, cuyo auge se produjo entre 1838 y 1848, y que se propuso conseguir derechos políticos para los trabajadores. La asociación de trabajadores de Londres elaboró una carta del pueblo, en la que se reclamaba el sufragio universal masculino, el establecimiento del voto secreto y la creación de distritos electorales iguales. El Cartismo movilizó con éxito a la mayoría de los trabajadores.
El desarrollo asociativo del movimiento obrero llevó a la creación de la AIT, donde se enfrentaron las doctrinas socialistas y las oposiciones anarquistas. La AIT incorporaba mucha tendencia y opiniones distintas sobre cómo dirigir el movimiento obrero.
Cree en la libertad y en la autonomía individual, valora la educación y el conocimiento, propone la abolición del Estado y la ley, rechazan los partidos políticos, igualdad social, es un movimiento diverso.
La comuna de París fue la primera experiencia de gobierno obrero. En París se inició una revolución de carácter democrático y socialista.
Se organizaron elección en los distritos de la capital y se formó una asamblea comunal. La derrota de la comuna tu afecto en la política de la AIT. Marx opinaba que el fracaso de este primer gobierno obrero se debía a la falta de un programa político coherente y de una organización adecuada. Bakunin, por el contrario, destacaba como virtud del carácter espontáneo y popular del movimiento. Bakunin y los delegados bakuninistas de España, Italia y Suiza quedaron en minoría y fueron expulsados de la internacional. El movimiento obrero seguiría mayoritariamente el camino que Marx había propuesto: la fundación de partidos socialistas obreros.
Los años que van de 1875 a 1914 se caracterizan por la fundación y la consolidación, de orientación marxista, en toda Europa. En 1875 se fundó el partido socialdemócrata alemán. En 1879 se fundó el partido socialista obrero español (PSOE). En 1906 se fundó el partido laborista.
La segunda internacional era una federación flexible de partidos socialistas que solucionar dos problemas que habían dividido a la anterior AIT: la autonomía de los distintos partidos, así como la no admisión de anarquistas. El 1 de Mayo se convirtió en una muestra de fuerza y solidaridad internacional obrera: su celebración al igual que el día de la mujer trabajadora.